Las especias que utilizamos comúnmente en la cocina no solo realzan los sabores o le dan un toque exótico a los platos sino que tienen propiedades casi medicinales que pueden ser de gran ayuda para mejorar nuestro bienestar global. Una de ellas es antiinflamatoria, digestiva y favorece la síntesis de colágeno, un superalimento que seguro que tienes en la despensa.

Las propiedades terapéuticas de una especia única

Es un ingrediente básico en la cocina mediterránea y se le ha apreciado mucho a lo largo de la historia por sus propiedades culinarias y medicinales. Hablamos del orégano, una especia que ha sido utilizada durante siglos tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Su nombre proviene del griego antiguo "oros" (montaña) y "ganos" (alegría), lo que significa "alegría de la montaña". Los griegos y romanos lo consideraban un símbolo de felicidad y prosperidad.

Esta planta aromática es muy apreciada en todo el mundo y, además de aportar un sabor muy característico a los platos, ofrece muchos beneficios saludables gracias a sus propiedades terapéuticas. Es una hierba antioxidante ya que cuenta con compuestos fenólicos, como el ácido rosmarínico y los flavonoides, que actúan como potentes antioxidantes. Estos compuestos ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del daño oxidativo. Esto puede prevenir enfermedades degenerativas y ralentizar el proceso de envejecimiento.

Te va a sorprender mucho todo los beneficios que proporciona esta planta tan común y seguro que al condimentar tus platos vas a mirarla con otros ojos. Los aceites esenciales del orégano, especialmente el carvacrol y el timol, tienen propiedades antimicrobianas. Estos compuestos son efectivos contra una variedad de bacterias, incluyendo la Salmonella y el Staphylococcus aureus, así como contra hongos como la Candida albicans. Esto hace que el orégano sea útil para combatir infecciones y mantener la salud intestinal. Una maravilla.

Oregano

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Una hierba digestiva y que mejora la salud de la piel

Parece que buena parte de la población mundial tiene de manera recurrente problemas de digestión, pues bien, el orégano puede ser un aliado para el sistema digestivo. Ayuda a aliviar problemas como la hinchazón, los espasmos gastrointestinales y las flatulencias. Además, estimula la secreción de bilis, lo que facilita la digestión de las grasas y mejora la absorción de nutrientes.

Como tiene propiedades antioxidantes y antimicrobianas, fortalece el sistema inmunológico ya que ayuda al organismo a combatir infecciones y enfermedades. Su acción antiinflamatoria hace que esta especia sea especialmente beneficiosa para la piel. Aplicado tópicamente, el aceite de orégano puede ser beneficioso para la piel. Puede ayudar a tratar infecciones cutáneas, reducir la inflamación y mejorar la salud general de la piel. Es importante diluir el aceite esencial de orégano antes de aplicarlo para evitar irritaciones.

Oregano

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Si estas propiedades no te han sorprendido, presta atención porque el orégano también puede ayudar a mejorar la salud respiratoria, aliviar los síntomas del resfriado y la gripe, y actuar como un repelente natural de insectos. ¿Alguien da más?

Adiós dolores articulares e inflamación

Gracias a sus compuestos antiinflamatorios, el orégano ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, facilitando un entorno más favorable para la producción de colágeno. Esto es una buenísima noticia y especialmente beneficioso para personas que sufren de condiciones inflamatorias crónicas, como la artritis, ya que es una forma natural, sin riesgos y sin efectos secundarios de tratar esos dolores diarios tan limitantes. El consumo regular de orégano puede contribuir a aliviar el dolor y mejorar la movilidad así que no dejes de incluirlo en tus platos, además les dará un sabor mediterráneo fantástico.

El orégano también puede actuar como un analgésico natural, como si fuera un ibuprofeno de la naturaleza. Sus compuestos pueden ayudar a aliviar dolores leves y molestias, lo que lo convierte en una opción natural para el manejo del dolor. Al aliviar la inflamación crónica, el orégano también se encarga de alejar algunas enfermedades asociadas con la inflamación.

Oregano

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Puedes utilizar el orégano en la cocina, directamente como especia seca para condimentar los platos, incluirla en tu aceite de oliva para enriquecerlo o para hacer salsas, marinados, sopas o ensaladas. Como aceite esencial puedes beneficiarte de sus efectos por vía tópica pero recuerda siempre diluirlo en agua o en un aceite vegetal suave como el de almendras, jojoba o coco para evitar irritaciones y rojeces.

Se ha utilizado durante años como remedio antimicrobiano y antifúngico en baños de asiento ante infecciones o cistitis o como remedio para tratar infecciones en la piel, verrugas o pie de atleta. Posee propiedades antiinflamatorias y antisépticas por lo que es un remedio fantástico para tener siempre a mano en casa, ya sea en la cocina o en el neceser.