Su nombre evoca imágenes de moda atrevida, tacones que desafían la gravedad y una vida neoyorquina llena de glamour. Desde sus humildes comienzos en Ohio hasta las brillantes luces de Broadway y, finalmente, su papel estelar en “Sex and the City”, Sarah Jessica Parker se ha perfilado como una mujer moderna, multifacética y con mucho estilo. ¿Cómo se cuida para seguir estando fabulosa a sus 59 años? Descubrimos los hábitos saludables de la actriz.

Sarah Jessica Parker como referente de una era

Con su personaje Carrie Bradshaw, Sarah Jessica Parker no solo capturó corazones, sino que también se adueñó de las pantallas de televisión de todo el mundo. Carrie, con su armario que es prácticamente un santuario de la moda, sus reflexiones sobre el amor y la vida, y su inquebrantable lealtad a sus amigas, se convirtió en la voz de una era. Pero Sarah Jessica Parker es mucho más que su alter ego en la pantalla. Es una empresaria astuta, una productora con visión de futuro y una defensora de causas importantes.

En el mundo de la moda, es una musa y una creadora de tendencias. Sus apariciones en la alfombra roja son momentos muy esperados y comentados y, fuera de la pantalla, su línea de zapatos y fragancias lleva su sello personal de elegancia accesible.

En una industria que a menudo es implacable con el paso del tiempo, la actriz ha demostrado que la relevancia no tiene fecha de caducidad. Sarah Jessica Parker no es solo un nombre en los créditos de una serie exitosa, es un símbolo de resistencia, evolución y la eterna búsqueda de la próxima gran aventura. Y así, con cada paso en sus icónicos Manolo Blahnik, sigue inspirando a generaciones, demostrando que ser uno mismo nunca pasa de moda.

Los hábitos saludables de Sarah Jessica Parker

La primera comida del día de la actriz se modifica dependiendo de las circunstancias. Según declaró en una entrevista SJP a Grub Street, por regla general no desayuna salvo que esté rodando. En caso de rodaje la actriz toma un desayuno completo “y loco”. Sin embargo cuando está en casa se levanta temprano y solo toma un café. En el caso de comer algo prefiere pan con mantequilla, mostaza y salami, o bien un huevo pasado por agua con sal y pimienta, mango, aguacate y requesón.

A la hora de comer SJP opta por un almuerzo rápido. Le encanta el sándwich de atún con jalapeños, salsa picante y pesto acompañado de un batido de plátano, fresas, leche de vainilla y hielo.

La cena ya sabemos que en America es el momento más familiar del día y en casa de Sarah Jessica y Matthew Broderick es tradicional cenar juntos todas las noches, salvo que sea imposible por sus agendas de trabajo. SJP ha confesado que su marido es un gran cocinero y que, aunque ella también cocina, él es más pausado y sigue las recetas al pie de la letra,

Sarah hace su propio caldo de pollo y siempre tiene en la nevera. Para la cena suelen cenar delicias como sopas de bolas de matzo (pan ácimo tradicional judío) o la boloñesa de Matthew. La actriz también disfruta de una copa de vino en la cena, ya sea tinto, blanco o rosado y de la compañía de su familia y amigos mientras degusta los platos.

¿Un capricho?

Recordemos que Carrie Bradshaw era una amante incondicional del cóctel Cosmopolitan y Sarah Jessica ha comenzado a sentir esa devoción por ellos mucho tiempo después de terminar de rodar la serie y las películas. Y, aunque ella suele beber vino, ahora es un cóctel que realmente le encanta para tomar en ocasiones especiales.

En su infancia la actriz estuvo condicionada por la estricta dieta familiar que le impedía comer alimentos poco saludables como azúcar, harinas refinadas y dulces. A sus 59 años, tanto ella como sus hijos comen de todo, tienen una relación muy sana con la comida gracias tal vez a no restringir o prohibir alimentos.

SJP y Matthew Broderick tienen 3 hijos: James y las gemelas Marion y Tabitha. La pareja se casó en 1996 y desde entonces tienen uno de los matrimonios más sólidos y duraderos de la industria cinematográfica.

Sarah y Matthew

Sarah Jessica Parker y su marido, el actor Matthew Broderick.

Gtres

Sarah declaró en el podcast Ruthie’s Table 4 “En casa no faltan dulces y pasteles, hay de todo en la despensa. No quiero que mis hijos crezcan como en mi familia de origen, donde teníamos prohibido comer dulces, con el único resultado de que en cuanto nos quedábamos solos, corríamos a la pastelería a comprarlos. No quiero que mis hijas vean la comida como un enemigo”, explicaba la actriz.

Los hábitos de la actriz son muy flexibles, le gusta disfrutar de la buena mesa y de su familia, así luce espléndida y muy feliz a sus 59 años.