Una traición supone la ruptura de la confianza que se tenía con una persona y esto puede ser muy traumático. Si le sumamos el tipo de robo con violencia que tuvieron que vivir María del Monte y su mujer Inmaculada Casal en su domicilio en la localidad de Gines (Sevilla) el 25 de agosto de 2023, el impacto emocional se multiplica. ¿Cómo está afectando a la tonadillera el hecho de que el asalto a su vivienda pudiera haber sido orquestado por su sobrino, Antonio Tejado?
Las consecuencias emocionales de la traición de un familiar
María del Monte se enfrenta a una dura prueba psicológica. Por un lado, reponerse del robo con violencia que tuvo lugar en su domicilio, y por otro que, presuntamente, sea su propio sobrino el que facilitara el delito.
¿Cómo se gestiona la traición de una persona tan cercana? La psicóloga Sofía Rademaker, directora del centro psicológico SMC, explica a SEMANA que “de repente, todo lo que conoces sobre una persona, lo que puedes esperar de esa persona, se quebranta, como cuando rompes un cristal y se rompe en mil pedazos. Esa sensación de ruptura, es muy dolorosa y a menudo llevan a la persona a un estado de shock profundo”.
El duelo de una traición
Aunque cuando hablamos de duelo lo asociamos a un fallecimiento, lo cierto es que cualquier proceso que implique una pérdida se considera duelo. En este caso María estaría afrontando la pérdida de un ser querido tal y como le conocía. Mientras tanto, Antonio Tejado está en la cárcel Sevilla 1 en prisión preventiva.
¿Cuáles son las consecuencias que suponen esta pérdida? La psicóloga expone los efectos que se pueden derivar de una situación tan compleja como la que está viviendo la cantante:
- Entre las consecuencias emocionales podemos encontrar emociones como la tristeza, la desesperanza, la ansiedad, el miedo, la culpa, enfado, frustración, sensación de soledad, añoranza, shock...
- También hay reacciones cognitivas como podrían ser dificultades de concentración, sensación de irrealidad, pensamientos intrusivos sobre lo sucedido o rumiaciones.
- A nivel conductual podemos encontrar agitación, hiperactividad o hipoactividad, llanto, aislamiento o fatiga.
- A nivel somático la persona puede estar más susceptible a enfermedades debido a la supresión del sistema inmune (sobre todo en situaciones de duelo persistente con elevado estado de estrés), pérdida de apetito, problemas para conciliar el sueño...
Estas consecuencias van a variar en intensidad y es habitual que, al principio, estas sensaciones sean omnipresentes, lo cual tiende a generar un agobio importante ya que sientes que inunda toda tu vida y no tienes escapatoria.
¿Qué fases se suceden en el duelo por traición?
Rademaker aclara que las fases de duelo no son estáticas y no son iguales para todo el mundo. Sin embargo, los estudios han llegado a un consenso sobre cuál suele ser el proceso aproximado:
- Negación y shock: especialmente si la pérdida ha sido inesperada y traumática, como lo es el caso de la traición de un familiar tan cercano como Antonio Tejado. La persona suele estar en un estado de evitación profunda, motivada por el miedo y la confusión.
- Enfado y/o tristeza: En la fase del enfado la persona conecta con sentimientos intensos de frustración, y ansiedad por lo ocurrido, culpando a la persona de lo sucedido. A veces este enfado puede generar sentimientos de culpa, lo cual suele mover a la persona a un estado de mayor tristeza. En esta fase de tristeza María podría sentirse abrumada, desbordada, sobrecogida, desesperanzada, sin energía y sin fuerza. Suele ser una fase de hipoactivación en la que la persona recibe mucho apoyo y mensajes de ánimo, mensajes que empoderen a la persona a levantar el ánimo. A veces la persona puede volver a una fase de enfado.
- Diálogo: Cuando las emociones han ayudado a colocar lo sucedido en su vida surge la necesidad de diálogo, de querer contar lo sucedido, lo vivido, porque uno ya se siente más “en sí mismo” y con más “control” porque la intensidad emocional se ha visto reducida. La persona sigue necesitando encontrar sentido a lo ocurrido, a través también del apoyo social. Tal vez veamos a María del Monte en esta fase haciendo declaraciones sobre el caso como terapia sanadora.
- Aceptación: Poco a poco la persona va recuperando un ritmo más normal en su interior, va aceptando lo ocurrido al haber ido dando significado a lo que pasó. Ha ido explorando opciones, llegando a conclusiones. Si se descubre nueva información esto podría hacer que la persona empezara de nuevo el ciclo, o que volviera a estados emocionales más primarios.
El impacto emocional en la vida de María del Monte
La psicóloga advierte que este caso puede desencadenar consecuencias emocionales muy graves ya que la relación de María con Antonio era familiar y de consanguinidad. Además, el robo en sí fue muy traumático.
¿Qué ocurre con la pérdida material? ¿Se vive con la misma intensidad? “Cuando la traición conlleva un daño material, como en este caso, la restauración de los mismos también están relacionados con la pérdida y suponen un mayor estresor para la persona”, afirma Rademaker.
Factores como la personalidad, el tipo de apego, la vulnerabilidad o el estado de salud mental de María son claves a la hora de hacer la gestión emocional de toda la situación que está viviendo. Así como el apoyo social y de su entorno inmediato.
A este respecto, la experta señala que “para estas situaciones límite ninguno estamos preparados, lo cual dificulta mucho más estos procesos, por lo que el acompañamiento respetuoso a alguien que haya vivido esta situación es de máxima importancia”.
Las herramientas de María del Monte a la hora de afrontar el duelo ante la traición de su sobrino, y el apoyo de su círculo cercano, son vitales para que pueda hacer una adecuada gestión emocional dentro de las circunstancias realmente complejas que está viviendo en estos momentos y que pueden dejarle una profunda herida difícil de sanar.