El alimento inflamatorio que la reina Sofía desterró de su dieta al fallecer su padre

Durante toda su vida ha gozado de una buenísima salud y, a sus 85 años, sigue llevando una apretada agenda de compromisos y viajando. Hemos podido verla en el funeral de su tío Miguel de Grecia, acudiendo a cenar en Palma junto a su hijo y su familia, y paseando con sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y su nuera la reina Letizia, por el centro de Mallorca. Doña Sofía tiene una vida muy activa y sigue unos hábitos muy saludables para poder mantenerse en plena forma. Uno de ellos lo adoptó en su juventud debido a las complicaciones de salud de su padre.

Una dieta esencialmente mediterránea

La madre del rey Felipe VI es uno de los miembros de la familia real española más queridos y respetados. Cuida mucho sus relaciones familiares y su entorno social, mostrándose siempre cariñosa y muy cercana. Este es uno de los elementos que destacan los expertos en longevidad y que es clave para llevar una vida larga y feliz, tener unas buenas relaciones sociales y disfrutar de momentos con los seres queridos.

La reina Sofía, además de cuidar su bienestar emocional y su salud mental, cuida también su salud física con una dieta saludable y ejercicio regular y moderado. Su alimentación está basada en el estilo de vida mediterráneo, como no podía ser de otra manera al tener origen Griego y haber vivido tantos años en España. Su dieta es flexi vegetariana y prioriza en sus platos las verduras, las frutas y las legumbres. Adora las ensaladas y le gustan mucho las alcachofas, al igual que a su hija la infanta Cristina, y también la quinoa y la menestra.

Un punto de inflexión: la muerte de Pablo I de Grecia

Tanto doña Sofía como su hermana Irene siguen este tipo de dieta desde que en 1964 falleciera su padre, Pablo I de Grecia, debido a un cáncer de estómago. Desde este suceso, una jovencísima Sofía de Grecia decide eliminar de su alimentación la carne roja, alimento que se asocia con determinadas enfermedades, algunas de ellas tan graves como el cáncer.

Desde entonces, tanto Sofía como Irene apuestan por los alimentos vegetales como base de su dieta y, aunque no consume carne, sí que incluye en sus platos huevos y pescado. En su dieta flexi-vegetariana utiliza siempre aceite de oliva virgen extra en sus platos para enriquecerlos y potenciar su sabor. Es un ingrediente repleto de grasas saludables, neuroprotector y antioxidante por lo que ayuda a combatir los daños que provocan los radicales libres que son causantes de producir oxidación celular y envejecimiento prematuro.

Los hábitos saludables de la reina Sofía

Doña Sofía evita el alcohol y le encantan los zumos naturales para incluir en los desayunos o en las meriendas. También le gusta mucho el chocolate, un capricho que se permite siempre con moderación,

Para darle a su cuerpo lo mejor, la reina emérita opta por los productos de temporada y mejor si son locales. Hay rumores de que en el Palacio de la Zarzuela hay incluso un huerto ecológico par tener todo el año frutas y verduras frescas y saludables.

Otro de los hábitos saludables de Doña Sofía es mantenerse en forma haciendo ejercicio de forma regular. Es cierto que en su juventud ha realizado diversas modalidades deportivas como tenis, hípica, esquí o vela, deporte en el que incluso llegó a ser olímpica en el equipo profesional griego. A sus 85 años se mantiene muy ágil gracias a que es muy activa, camina mucho y da largos paseos a diario, algo que hemos podido constatar en sus últimas salidas a pasear por Palma de Mallorca con su familia.

Beneficios de reducir o eliminar el consumo de carne

El alimento que no incluye la reina emérita en su dieta es la carne roja ya que, desde la muerte de su padre tomó conciencia de la importancia de la alimentación para la salud. Al asociarse el consumo de carne roja a algunos tipos de cáncer según los expertos, la reina emérita decidió llevar una dieta que, aunque no es vegana ya que incluye huevos y pescado, tiene como base los vegetales.

Hay varios beneficios que se asocian a dejar de comer carne de forma habitual:

• Reducción del riesgo de enfermedades crónicas: El consumo excesivo de carne roja se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Al reducir o eliminar la carne roja de tu dieta, podrían disminuir esos riesgos, por eso la reina Sofía decidió en su juventud eliminarla de su dieta.
• Mejora de la salud digestiva: Las dietas ricas en alimentos vegetales tienden a ser más altas en fibra, lo que puede mejorar la salud intestinal y reducir problemas como el estreñimiento.
• Pérdida de peso: La carne roja es más calórica en comparación con muchas alternativas vegetales. Al sustituirla por opciones más ligeras, podría experimentarse una pérdida de peso gradual.
• Mejora del aspecto de la piel: Se ha observado cierta mejoría apariencia de su piel al dejar de consumir carne roja, posiblemente debido al aumento en la dieta de antioxidantes y nutrientes que provienen de las frutas y verduras.
• Reducción de la inflamación: Una dieta basada en plantas puede ayudar a reducir los marcadores de inflamación en el cuerpo, lo que puede ser beneficioso para personas con condiciones inflamatorias crónicas y para tener unos mayores niveles de bienestar.

La reina emérita cuenta con unos hábitos diarios muy saludables que le han valido para estar en plena forma a sus 85 años. Dieta saludable, ejercicio moderado y unas buenas relaciones sociales son el secreto de su longevidad y bienestar.