La vida del emérito desde que abdicó la corona en favor de su hijo Felipe VI en el año 2014 se ha convertido en una sucesión de decisiones que conforman una especie de huida hacia delate que va dejando por el camino los restos de un reinado más que cuestionado. El último episodio de esta huida hacia delante ha sido la creación de una fundación de dudosa finalidad en Abu Dabi, donde reside. Ahora, también se ha sabido que prepara la publicación de sus memorias de la mano de la periodista francesa Laurence Debray, quien confesó hace años estar enamorada del emérito (posiblemente de forma platónica). La fecha de lanzamiento de este libro, que promete repasar las decisiones que han marcado su vida, aun es incierta y si bien parecía inminente en un primer momento ahora parece necesitar algo más de tiempo.

Al poco de conocerse su intención de publicar sus memorias bajo el título ‘Reconciliación’, la revista neerlandesa 'Privé' publicaba por primera vez fotografías del monarca en actitud cariñosa con Bárbara Rey, convirtiendo el rumor en una oficialidad en papel a la vista de todos los españoles. Llegados a este punto, Juan Carlos I considera necesario que él mismo cuente su historia porque dice sentir que se la están robando.

 Desde SEMANA nos hemos propuesto conocer más sobre el carácter del protagonista de esta historia y por eso hemos encargado a Macarena Arnásreconocida grafóloga mediática, perito calígrafa y experta en Técnicas Proyectivas Gráficas, que ha publicado el libro Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis... y otras historias de la grafología’ (Arcopress, 2024) analizar la letra y la firma del emérito para desgranar toda la información que se esconde en ellas.

Juan Carlos I firmando en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Stuttgart en 2006

Juan Carlos I firmando en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Stuttgart en 2006

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Impulsivo, pasional y disfrutón

Al comenzar a analizar la grafía del emérito Macarena destaca que “una letra muy ligada, muy rápida, con mucha tendencia a prolongar los pies de las letras hacia la zona inferior del escrito. También la letra está ligeramente inclinada hacia la derecha, todo esto revela que estamos ante una persona impulsiva y pasional, también disfrutón”. Ahondando en lo que su forma de escribir dice sobre su personalidad continúa Macarena apuntando que “su letra habla de un carácter sociable pero también una persona que puede sufrir en soledad. Este tipo de letra se atribuye al pensamiento más lógico o racional, una persona que constantemente necesitará entender el por qué de las situaciones o de las o de las cosas”.

Dedicatoria de puño y letra de Juan Carlos I

Dedicatoria de puño y letra de Juan Carlos I

SEMANA

Llegados a este punto nuestra experta pone el foco en la firma del padre de Felipe VI y destaca que “realiza una rúbrica en adelantado. Es decir, primero hace la rúbrica y luego continua con el nombre, pero en este caso este gesto gráfico no lo tengo en cuenta porque es algo común entre los Borbones, comenzaron a hacerlo a partir del reinado de Alfonso XII. Es una particularidad de familia”. Este detalle lo hemos visto en las firmas de la Princesa Leonor, el Rey Felipe VI y la Infanta Sofía. El análisis de la forma de expresar por escrito las ideas de Juan Carlos I concluye que “a grandes rasgos, es una persona muy impulsiva, que tiende a actuar y luego pensar, por esta rapidez en la letra y la inclinación. Disfrutón, terrenal, constante cuando se propone algo rozando la terquedad. Además, es bastante sociable y espontáneo”.

Barbara Rey joven

Bárbara Rey en los años 70

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La compatibilidad con lo que dice de Bárbara Rey su forma de escribir

Para concluir este análisis, Macarena Arnás, analiza también la letra de Bárbara Rey para extraer un perfil emocional que poder comparar con el de Juan Carlos I con el fin de cuestionar su compatibilidad. “En la letra de Bárbara predomina la curva por encima del ángulo, lo que nos habla de una creatividad y una elevada carga emocional”. Por su parte, “la rúbrica culmina en la izquierda, esto nos habla de una persona nostálgica, con cierto apodo al pasado y también con dificultad para olvidar en muchas ocasiones”.

Autógrafo de Bárbara Rey

Autógrafo de Bárbara Rey a la venta en una web de coleccionistas

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Llegados a este punto llama la atención de Macarena Arnás que “también hace unas aristas o ángulos en el área de la derecha, lo que denota un rasgo de dificultad para asumir la culpa propia en ocasiones, pudiendo llegar a echar balones fuera en determinadas situaciones”. En el caso de Bárbara “también estamos ante una letra muy rápida, que nos lleva a pensar en una persona impulsiva con necesidad de disfrute, de sensibilidad”. Arnás destaca que “estaríamos ante una persona que se deja llevar por su parte emocional, por aquello que siente en cada momento”.

Para acabar, “ambos tienen una letra muy rápida, por lo tanto, son disfrutones. Puedes pasárselo muy bien, también encontramos cierta impulsividad en ambas grafías, de este modo, pueden dejarse llevar mucho por el momento”. Lo que hace a Macarena Arnás concluir que “como amantes o amigos pueden ser compatibles, pero como pareja pueden llegar a chocar mucho precisamente por ser tan parecidos”.