Tratan ser invisibles, pero siempre están ahí. Así se podría definir a los escoltas que acompañan a la Familia Real Española allá donde van y es que, más allá de los actos oficiales, Felipe y Letizia, siempre están protegidos. Ya sea en el cine, donde deben contar con butacas para ellos, o incluso en un restaurante, donde su equipo de seguridad logra camuflarse con el resto de comensales. Este sábado 4 de mayo viajan junto a ellos a la Academia General de Zaragoza, donde les espera una cita muy especial, pero ¿quién se esconde detrás de este cuerpo en el que ellos confían su vida?
Quién es el Jefe de Seguridad de Casa Real
Se esfuerzan por pasar desapercibidos, pero en SEMANA hemos querido investigar sobre ellos. El eje principal y quien se encarga de velar por los Reyes tiene nombre y apellidos. Se trata de Miguel Ángel Alarcón, Jefe de Seguridad de la Casa Real. Por un sueldo de más de 114.000 euros al año, según el portal de Transparencia, se ocupa de proteger por encima de todo a Letizia, Felipe y sus hijas. En concreto, desde el año 2017.
Trabaja mano a mano con la Unidad de la Guardia Civil, además de con una Comisaría Especial del Cuerpo Nacional de Policía. Un grupo amplio, pero cuyo número de agentes es una incógnita. De hecho, nadie ha conseguido que trascienda ese dato “por razones obvias de seguridad”. Tampoco las funciones que cada uno de ellos desempeña, ya que desde el Ministerio del Interior consideran que es materia reservada y que, en ningún caso, se puede comprometer a la eficacia de la seguridad de miembros de la Casa Real.
Eso no evita que se sepa que hay una Unidad Especial de Seguridad de la Casa de Su Majestad el Rey, comúnmente conocida como UESCAR. Se encargan de la "seguridad inmediata de la Familia Real, así como de aquellos miembros de la Casa del Rey que determine el Ministerio del Interior". Varios grupos de guardias civiles, divididos en cuatro secciones, se apoyan en otros como los Tedax, los del subsuelo o guías de perros detectores de explosivos.
Las mujeres guardias civiles que velan y protegen a los Reyes de España
Encontramos, por cierto, a varias mujeres guardias civiles, algo que se ha hecho evidente en varios actos de los Reyes o de sus hijas. Por ejemplo, en la jura de la Constitución de Leonor el pasado 31 de octubre. Hay más de 25 mujeres en operativos públicos, quienes al igual que el resto han tenido que superar un curso para ello. Tanto ellas como ellos cuentan, en su mayoría, con conocimiento suficiente para proteger a personas, en cuestiones de tiro o en conducción y, a veces, en idiomas.
No es tarea fácil ser elegidos. Tras pasar unas pruebas psicotécnicas y físicas, se someten a una dura entrevista personal. Deben haber superado carreras de 1.000 metros en 4 minutos y 10 segundos los hombres o un recorrido en una piscina de 50 metros en 70 segundos las mujeres. Una vez batido este duelo hacen un curso de 30 días.
Los requisitos para formar parte de la Guardia Real
Por otro lado, pero no menos importante encontramos la Guardia Real, la cual componen más de 1900 personas. Un grupo al que se accede a través de las plazas que el Ministerio de Defensa publica cada año y en el que se exigen una serie de requisitos. Entre ellos tener la Nacionalidad Española, estar en una franja de edad entre 18 y 29 años y no tener tatuajes que atenten contra los valores instituciones. Mucho menos antecedentes penales o aparecer como investigado en un procedimiento judicial.
Forma parte de él la Compañía de Alabarderos, uno de los cuerpos más antiguos de la Guardia Real, así como el Escuadrón de Escolta Real, el Núcleo de Enseñanza Ecuestre o la Batería Real. Se encuentran en El Pardo y prestan servicio no solo a Felipe, sino también a los Jefes de Estado extranjeros si así se les solicita.
Las chapas distintivas que lucen en sus chaquetas
Todos ellos trabajan en una misma dirección. Algunos vestidos de paisano y otros con uniforme. En ciertas ocasiones, según explican en 'Monarquía El Confidencial', llevan unas pequeñas chapas en la solapa de sus chaquetas, las cuales les sirven para identificarse entre ellos. Estas van cambiando, por motivos de seguridad, y son elegidos por el jefe de Seguridad de Zarzuela. Del mismo modo, varía la vestimenta y solo un grupo reducido lleva pinganillo, lo que les permite hablar entre ellos, a pesar de la distancia.
El pánico de la Casa Real Holandesa
Una forma de trabajar que, en cierto modo, se asemeja a la de otras Monarquías y Casas Reales, aunque no siempre da los mismos frutos. Nos referimos a la Holandesa, donde Amalia de Holanda sufrió graves amenazas de la mafia. Fue esta situación precisamente la que le obligó a hacer las maletas y a instalarse en España, donde contó con la ayuda del Rey Felipe.
Aunque vivieron unos meses de gran tranquilidad, de nuevo, volvía la angustia a la familia de los Países Bajos. Y es que el líder de la mafia que amenazó a la heredera de la Casa de Orange se dio a la fuga.