Las estrategias que evidencian la gran transformación de Felipe y Letizia

El cambio de rumbo de la Casa Real española se ha hecho más que notorio en los últimos años. Desde la abdicación de don Juan Carlos y la subida al trono de su hijo en 2014, Felipe VI y la Reina Letizia, a quien la prensa internacional ha calificado tras su último estilismo, han demostrado que están más que asentados y cómodos en el importante papel que desempeñan. 

Prueba de ello, los últimos nombramientos que han efectuado en el seno del Palacio de la Zarzuela con los que han inaugurado un nuevo ciclo en la monarquía. A punto de cumplir diez años al frente de la institución, repasamos los gestos con los que Sus Majestades evidencian la gran transformación que han experimentado en las cuestiones públicas, familiares y en su relación más privada. 

La nueva actitud de Felipe y Letizia respecto a la familia del Rey

Han pasado cerca de 20 años (el próximo 22 de mayo) desde que el Rey Felipe VI y la Reina Letizia (por aquel entonces, el heredero al trono y Letizia Ortiz, la periodista) se dieron el 'sí, quiero'. De esas dos décadas, prácticamente la mitad las han transitado como monarcas. El próximo 19 de junio se cumplen 10 años del acceso del padre de la Princesa Leonor al trono de España y, junto a él, doña Letizia. Un tiempo que ha dado para mucho. Desde entonces, las cuestiones de Palacio han cambiado de forma visible y, de acuerdo con los expertos, para bien.

Del distanciamiento inicial que impusieron los Reyes respecto al Emérito, ahora se respira, como mínimo, cordialidad. Prueba de ello, el hecho de que no declinaran la invitación a la comida que organizó la Infanta Elena en Madrid por su 60 cumpleaños, a la que también estaba invitado don Juan Carlos. Felipe y Letizia hicieron piña con los Borbones en esta fecha más que señalada para la homenajeada. Un gesto que dejó de manifiesto que las asperezas en el seno de la familia se han ido limando con el paso de los años. Tampoco dudaron en acudir al funeral de Fernando Gómez-Acebo donde coincidieron una vez más con el Emérito y el resto de familia. 

En cuanto al Juego de Tronos que protagonizaron la Reina Letizia y la Reina Sofía en su momento, asunto olvidado. Las dos mujeres parecen haber aparcado sus diferencias por el bien de la monarquía y de la estabilidad familiar. Ahora, su relación se rige por un respeto mutuo e inquebrantable. El pasado verano se las pudo ver muy próximas en Mallorca, acudiendo en familia a cenar y al cine, en compañía de don Felipe, la Infanta Sofía y la Princesa Leonor. También presidieron varios actos oficiales juntas. Durante el reciente ingreso hospitalario de la Emérita (el primero en 56 años), su nuera no dudó en visitarla en el hospital y mostrarle su apoyo en este bache poco habitual en su férrea salud. 

Los "chicos nuevos" de la oficina: los Reyes eligen a sus personas de confianza en Zarzuela

El giro estratégico de los Reyes se percibe, asimismo, en los dos nombramientos clave que han efectuado para estar al frente de sus asuntos institucionales. El pasado lunes 19 de febrero, Felipe VI designó a su nuevo hombre a la sombra y mano derecha al frente de Casa Real, Camilo Villarino Marzo. El exdirector del Gabinete del Alto Representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad cuenta con toda la confianza de Su Majestad. Aunque, valga el apunte, se desconoce en qué circunstancias personales se conocieron los dos hombres -y desde cuándo- para que Su Majestad le ofreciera el importante cargo. No sobra decir que, en estas cuestiones internas, lo que falta en la monarquía española es transparencia.

Villamarin llegó para reemplazar a su antecesor, Jaime Alfonsín, a quien le había llegado el tiempo (merecido) de retirarse después de casi 30 años al lado de don Felipe. Primero como jefe de su Secretaría cuando era Príncipe de Asturias, y, más tarde, como jefe de Casa Real. A esta incorporación se sumó, a principios de abril, la de María Dolores Ocaña, nueva "jefa" de la Reina Letizia. El nombramiento de la abogada como secretaria privada de Su Majestad (puesto que desempeñaba el general José Manuel Zuleta) fue una auténtica declaración de intenciones en materia de igualdad y renovación de la estructura interna de la institución. 

Unos Reyes muy humanos y 'padrazos' que ya no se esconden

En el plano más personal, los gestos de cariño y de unidad delatan a los Reyes. Si al inicio de su reinado se mostraban más distantes, entendiendo que acababan de "desembarcar" en el puesto y era necesario dar una imagen de credibilidad inédita a la Corona, en estos momentos no dudan en sacar su lado más "humano". Entre ellos y también con respecto a sus hijas. Cómo olvidar el día de la Jura de Constitución de la Princesa Leonor, con un Rey Felipe y doña Letizia totalmente entregados con la coleta de su hija. Los 'padrazos' se dieron a la tarea constante de colocarle su perfecta melena rubia para que la futura Reina luciera perfecta durante uno de los días clave en su carrera al trono. O el momento nunca visto de la Infanta Sofía en el que, haciendo caso omiso al protocolo que rodeaba la Jura, se acercó a su madre y la abrazó por la espalda a la vista de todos, sin importarle lo más mínimo que las cámaras grabaran el gesto cariñoso.

La nueva complicidad pública que despliegan los Reyes quedó de manifiesto una vez más durante su visita de Estado a Países Bajos. Don Felipe no dudó en sujetar por la cintura a su mujer, aquejada del neuroma de Morton que empañó su viaje, coincidiendo con la última cita oficial celebrada en Amsterdam antes de poner rumbo a España. Un gesto del todo cercano y cariñoso que no ha sido el primero ni será el último y que confirma que, a punto de cumplir 20 años de casados, los monarcas están más unidos que nunca dentro y fuera de la fortaleza del Palacio de la Zarzuela.