El Rey Felipe se dejó ver el pasado fin de semana esquiando en la estación de Baqueira Beret. Se trataba de una visita privada para disfrutar del deporte blanco, que le apasiona desde la infancia. No tanto a la Reina Letizia, a la que ya podemos dar casi por perdida para la causa, pues no ha acabado de cogerle el gusto a los esquíes. Eso al menos se desprende de las frecuentes escapadas del monarca a la nieve, siempre sin su esposa y acompañado por amigos. Así ha ocurrido en esta última cita sorpresa. Pero no solo a la nieve. Estas amistades se han convertido en el 'anillo protector' del soberano más allá de su papel institucional.
Don Felipe cada vez le dedica más tiempo de ocio a su círculo íntimo, compuesto de personas de todo tipo, pero a las que no deja de rodear un cierto halo de misterio. La mayoría son anónimos con pocos deseos de mostrar su rostro al gran público. Ahí radica el quiz de la cuestión. Todos los que rodean al Rey deben mantener una gran discreción. Pero eso todos lo saben de antemano y lo cumplen a rajatabla. Digamos que estas amistades son, entre otros, los que ayudan a Don Felipe a poner los pies en la tierra. Vamos a desvelar quiénes son...
Durante su última escapada a Baqueira, el Rey Felipe viajó con cinco amigos, todos hombres. El grupo comparte su pasión por el esquí y procura no perder una oportunidad en cuanto la calidad de la nieve lo permite. Y eso es justo lo que ocurrió hace unos días en el Valle de Arán.
La agenda privada del Rey Felipe con sus amigos íntimos
Por otro lado, el soberano tiene que acoplar con ellos su agenda para poder planificar cualquier viaje, lo cual significa que muchas veces debe hacer equilibrismos para que no coincida con sus visitas y compromisos oficiales. Parece que en esta ocasión se alinearon todos los astros y, al fin, todos pudieron reunirse para disfrutar de su gran afición. Casualmente se cumplía un año desde que el monarca fuera visto en la misma estación deslizándose por las pistas. A finales de 2023 eligió las de Sierra Nevada.
Aunque en esta última ocasión todos trataron de pasar inadvertidos, tampoco se escondieron y se comportaron con gran naturalidad, compartiendo los remontes, acudiendo a comer y cenar a los sitios de alrededor y hasta haciéndose fotos de recuerdo para su álbum personal. La sintonía y confianza entre ellos era evidente. Don Felipe se lo estaba pasando de maravilla.
Álvaro Fuster, amigo del Rey Felipe desde el colegio
Entre los que acompañaban al Rey Felipe estaba Álvaro Fuster, uno de sus más queridos amigos desde niños. Y es que ambos estudiaron juntos en el colegio de Santa María de los Rosales de Madrid. Aquella amistad nacida entre cuadernos y pupitres ha continuado evolucionando y creciendo hasta el presente. Este hombre, empresario de profesión, no ha faltado en ninguno de los momentos importantes de Don Felipe.
Álvaro es hijo de Ricardo Fuster, un ingeniero aeronáutico, fallecido en 2001, que fue presidente de McDonnell Douglas en España y dueño de Aerospacial. Él ha seguido en la empresa familiar. En 2012 se casó con Beatriz Mira, en una ceremonia en la que Don Felipe ejerció como testigo. La pareja tiene tres hijos. Las famosas fotos en bañador de Felipe con Eva Sannum en 1997 se tomaron en el pantano del Burguillo (Ávila), donde la familia Fuster tenía una residencia de vacaciones.
Los primos más queridos del Rey Felipe
Pero el Rey Felipe cuenta con otros muchos más amigos para todo. Algunos de ellos los encuentra en su propia familia, en particular con sus primos Gómez-Acebo, hijos de su tía paterna la Infanta Pilar.
De estos, Beltrán es uno de sus más cercanos. Con los primos hermanos maternos, Pablo de Grecia y compañía, también tiene una relación muy especial, aunque no con tanta asiduidad debido a que viven fuera de España.
También figura entre los amigos del monarca el aristócrata Pedro de Borbón Dos-Sicilias, duque de Calabria y Grande de España, cuyo padre fue Infante de España. Es de la misma edad que Don Felipe, 56 años, y comparten vínculos históricos de sangre. Su real primo le nombró Presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa).
Los príncipes de Bulgaria son otros que desde siempre han mantenido una gran cercanía con Don Felipe. Si bien es Kyril el que quizás sea con el que más ha intimado, sobre todo durante el matrimonio de este con la malloquina Rosario Nadal.
Otro que no es familiar directo, pero casi, es Pedro López-Quesada (60). Está casado con Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Este ocupa el cargo de presidente para España de la entidad de banca corporativa Citigroup y es patrono de la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Su hijo Pedro es de la edad de la Princesa Leonor y estudia en la Academia Naval Militar, donde en el próximo año podría coincidir con la heredera.
Los Reyes, en el concierto de su amigo Jaime Anglada en Mallorca
Por otro lado, el Rey Felipe tiene la suerte de contar con otro círculo de amigos entre deportistas de élite. Entre ellos se sitúa el regatista Fernando León. La pasión por la vela del soberano, heredada de la familia Borbón, hace que cada verano en Mallorca el hecho de poder echarse a la mar sea uno de sus mayores placeres.
También en Mallorca el monarca se ha dejado ver en más de una ocasión junto al cantante Jaime Anglada (ahora pareja artística de Carolina Cerezuela), Los Reyes no han fallado entre el público en sus conciertos en la isla balear.
Y no podemos olvidarnos tampoco de muchos otros amigos anónimos, de nombre y rostro desconocido, que el Rey Felipe ha ido atesorando desde sus tiempos como aprendiz en las diferentes academias militares.
Tal y como ahora mismo está haciendo su hija mayor, siguiendo su propio consejo, Don Felipe estrechó lazos con estos camaradas, a muchos de los cuales sigue viendo con regularidad. De hecho, suelen hacer una quedada, al menos una vez al año, para disfrutar de algún fin de semana juntos en una ciudad española, o simplemente para cenar.
Las excursiones privadas del Rey Felipe con sus compadres
Entre las últimas escapadas del Rey Felipe citamos la de junio de 2023, cuando aprovechó un viaje a Sevilla para visitar a uno de sus antiguos compañeros del Ejército del Aire, hoy teniente coronel, que estaba enfermo. Posteriormente, en septiembre, comió con unos 30 amigos en el restaurante Tajo Bajo de Zaragoza, en plena Plaza de Nuestra Señora del Pilar.
Sin ir más lejos, el pasado febrero el Rey Felipe sorprendió a los vecinos del pequeño pueblo de Medinaceli (Soria).
Como vemos, el jefe del Estado cada vez no descuida a sus amigos, con los que se cita con o sin la Reina Letizia. Los Reyes hacen planes por separado, sin menoscabo de su relación, como una pareja moderna más.