Están siendo tiempos muy complicados para la Reina Sofía, que capea como bien puede la tormenta Bárbara Rey. Desde que salieran a la luz las imágenes de la de Totana con Juan Carlos I besándose y posteriormente unos comprometidos audios en los que hablan en tono muy cariñoso e incluso destapan la verdadera relación de los eméritos, cada una de las apariciones de la Reina Sofía ha sido analizada con lupa. Y, curiosamente, la primera fue al lado de su nieta, Irene Urdangarin, hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Esa primera aparición fue en la preboda de Teodora de Grecia, celebrada en Atenas un día antes del gran día. La Reina Sofía, con la mejor de sus sonrisas y haciendo como si no hubiera ocurrido nada, llegaba agarrada del brazo de su nieta a la Villia Ilisia, un histórico complejo de edificios en Atenas que acoge el Museo Bizantino y Cristiano. Muy bien acompañada, la emérita capeaba la tormenta a golpe de bodorrio rodeada de su familia.
Irene Urdangarin está siendo un gran apoyo para la emérita en sus momentos tan complicados. Nieta y abuela siempre han demostrado una gran sintonía. Sin embargo, hay un pequeño gesto que demuestra el gran cariño y la complicidad que lea Reina Sofía tiene con Irene de Grecia por encima de sus otras nietas, la Princesa Leonor, la infanta Sofía y Victoria Federica. Y es que la hija de la infanta Cristina ha conseguido algo que todavía el resto de sus primas no han conseguido: colarse en el joyero personal de su abuela.
La Reina Sofía ha dejado prestados unos pendientes de su joyero personal a Irene Urdangarin
Fue un día después, el día de la gran boda, cuando Irene Urgandarin hacía su aparición estelar por las inmediaciones de la Catedral metropolitana de Atenas, el mismo templo religiosa donde contrajeron matrimonio los eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, allá por el 1962. Lo hizo con un vestido que rescató del armario de su madre, la infanta Cristina. Un diseño en color azul marino, con detalle de terciopelo y fruncido en el escote que su progenitora lo utilizó en el 2010.
Sin embargo, la joven quiso darle su toque personal al añadirle una capa de tul que le daba un aspecto más juvenil pero sin perder elegancia ni sofisticación. Hasta aquí todo bien. Ahora vamos a las joyas. Ahí llega lo especialmente llamativo. La Reina Sofía prestó una de sus joyas más importantes a su nieta para que las luciera en el día de su boda. De momento, al menos públicamente, no hemos visto a ninguna de sus nietas lucir una de las piezas de su joyero personal.
Irene Urdangarin eligió unos bonitos pendientes de oro amarillo con zafiros prestados de su abuela, la Reina Sofía. Un par de piezas que también tienen el collar a juego, pero que la joven prefirió no utilizar para la boda de Teodora de Grecia. Sin embargo, llama poderosamente la atención este gesto de la Reina Sofía cuando era conocedora de que todos los medios iban a estar pendientes de su aparición pública y eligiera que fuera su nieta la que luciera una de sus joyas personales.
Irene Urdangarin pasó una temporada viviendo en el Pakacio de la Zarzuela junto a su abuela
La Reina Sofía quiso tener ese detalle con su nieta, ya que es ella quien está junto a la emérita en los momentos más complicados y con quien hizo frente a la filtración de las imágenes del Rey Juan Carlos y Bárbara Rey besándose. Irene Urdangarin ha sido la primera nieta de los eméritos en lucir una joya del joyero personal de la Reina Sofía. ¿Será la siguiente la heredera al trono en pedir prestado alguna pieza a su abuela?
Como hemos dicho anteriormente, Irene Urdangarin ha sido un gran apoyo a la emérita. Pero no únicamente ahora. Durante este verano, la joven se mudó al Palacio de la Zarzuela para estar una temporada junto a su abuela, antes de saber qué camino iba a tomar su futuro. Desde su regreso de unos meses de voluntariado en Camboya, la joven eligió el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía, para pasar este verano. Una época estival en la que además conocimos su primera relación sentimental, Juan Urquijo, hermano de Teresa Urquijo, la esposa del alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida.
A pesar de que los Urdangarin han sido los nietos menos mediáticos de los eméritos, ahora empiezan a cobrar protagonismo. La llegada de Irene a España y sus apariciones públicas la han convertido en uno de los miembros de la familia del Rey más aplaudido durante los últimos años. Se ha ganado el aplauso de los que más saben de moda y, su templanza y discreción, de los expertos en realeza.