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"Llegó, vio y venció". Sí, como el famoso César, la Princesa Leonor también ha conquistado el territorio. Al menos el del Palacio Real y alrededores. Hoy ha acudido por primera vez a la recepción posterior que tiene lugar tras el desfile militar para celebrar la Fiesta Nacional y ha acabado 'robando' el plano a todos. Incluidos sus padres, los Reyes Felipe y Letizia, que no podían estar más orgullosos de su 'niña'. El tiempo vuela, ha suspirado el monarca.
SEMANA ha sido testigo de todo ello y así, desde dentro, os trasladamos la crónica de esta jornada tan especial.
La Fiesta Nacional de 2023 pasará a la Historia por este motivo: el debut palaciego de la Princesa Leonor, quien además se ha presentado no vestida de 'princesita' sino de uniforme militar. Una hija pródiga que regresaba a esta cita tras dos años de ausencia (debido a sus estudios en Gales) y haciendo honor a sus galones como cadete.
La Princesa Leonor no se ha cambiado el uniforme para vestir de civil
Todos pensábamos que, al igual que hace el Rey Felipe, Leonor se quitaría el uniforme para presidir la recepción vestida de civil, pero no ha sido así. La heredera ha continuado con el uniforme de gala del Ejército de Tierra de principio a fin. Y con la condecoración del Toisón de Oro, que su padre le concedió en 2018, prendida en su corbata.
La Princesa lleva apenas dos meses enfocada en su formación castrense y acaba de protagonizar una emocionante Jura de Bandera en Zaragoza, por lo que este atuendo es toda una declaración de intenciones.
El primer besamanos de la Princesa Leonor
Durante la recepción, SEMANA ha tenido oportunidad de acercarse a ella (y también a los Reyes) para saber un poco más cómo se mueve en las distancias cortas. Ya en el besamanos (el primero de su vida también para Leonor), hemos observado el absoluto aplomo de la joven, quien se ha situado la tercera en la línea de saludos, tras el Rey y la Reina.
Uno de los momentos más tiernos ha tenido lugar cuando se acercaba Miguel Herrero de Miñón (83 años), uno de los padres de la Constitución, quien caminaba con ayuda de un bastón y por ello iba más lento que el resto. Los Reyes han esperado pacientemente a que llegara hasta ellos y Don Felipe incluso le ha tranquilizado con el gesto y la palabra (como que no había prisa). Al final, después del saludo de los monarcas, ha sido la propia Leonor la que se ha adelantado para tenderle su mano y el Rey le ha explicado quién era.
La Princesa Leonor ha vivido por primera vez esta curiosa experiencia. Más de 2.000 personas han pasado ante sus ojos, entre apretones de manos y reverencias, desde las más altas instituciones del Estado y la Diplomacia hasta representantes de distintos sectores de la sociedad.
La Princesa Leonor se sonroja con un compañero cadete
Un momento que, obviamente, le ha hecho mucha ilusión, y así se ha reflejado en su rostro y en su enorme sonrisa, ha sido cuando le ha tocado el turno al director general de la Academia Militar de Zaragoza, Manuel Pérez, y a una representación de sus compañeros cadetes. Un guiño y hasta un poco de sonrojo con el que ha quedado patente su camaradería.
Las redes no han tardado en 'arder' al captar la mirada de la Princesa Leonor hacia uno de sus compañeros. Más tarde, ya metidos de lleno en el cóctel posterior, la Reina se reía cuando le recordaban este tema. Lo que sí es cierto es que la heredera se ha integrado perfectamente en este nuevo mundo militar, tal y como nos ha contado en los habituales 'corrillos'. El ejército le ha conquistado, quizás más de lo que pensaba, y se encuentra muy a gusto.
Leonor, sin despegarse de su madre, la Reina Letizia
Leonor se movía entre los invitados de salón en salón junto a sus padres, en especial al lado de su madre, la Reina Letizia (vestida de Juan Vidal). Esta siempre es una 'voraz' habladora, sociable e interesada en las muchas personas que se le acercan, procedentes de fundaciones o instituciones cuyas causas ella patrocina, y a las que suele conocer bien (ellos le cuentan sus cosas y la Reina les pregunta cómo les va esto o aquello). No hay duda de que Leonor está aprendiendo mucho de este don de gentes.
La Princesa Leonor ha charlado con mucha gente también, aunque detectamos una evidente prudencia, necesaria dada su posición y juventud. Muestra soltura y cercanía; habla, pero tampoco demasiado. Eso sí, cuando se ha encontrado con algunos jóvenes galardonados de los Premios Princesa de Girona, que ella preside, se ha tornado más natural.
La Princesa Leonor, muy relajada durante el cóctel
En el cara a cara hemos visto a una Princesa Leonor tranquila y relajada, perfecta en su postura militar, muy galana. No ha comido ni bebido de las bandejas que iban y venían. Quizás había nervios, pero los domina bien. Ya está en segundo curso en 'La General' y comienza su etapa más académica. Dicen que se le dan fenomenal las Ciencias. Al preguntarle por qué había preferido no cambiarse de atuendo, ella ha remarcado con orgullo que es cadete.
La heredera al trono gana mucho en las distancias cortas. Ya está más alta que su madre, luce un rostro limpio y sutilmente maquillado, sus 'brackets' y su impoluto moño trenzado, que le sienta que ni pintado. La Princesa Leonor se ha revelado en esta Fiesta Nacional como una auténtica estrella.