La Reina Letizia (51) ha regresado hoy a la escena pública con una cita de alto nivel: la tradicional recepción con el Cuerpo Diplomático acreditado en España. Para ello, los Reyes han abierto las puertas del Palacio Real y por allí han desfilado los representantes de 126 Embajadas residentes en nuestro país y casi 800 Consulados, 153 de carrera y más de 600 honorarios. El habitual besamanos ha sido largo, como no podía ser de otra manera, y no ha estado exento de alguna anécdota. La más curiosa ha tenido que ver precisamente con la soberana, a la que hoy ponían un curioso mote. Y la consiguiente reacción de su esposo, el Rey Felipe.

Los Reyes presiden la recepción con el Cuerpo Diplomático

Los Reyes Felipe y Letizia, en el Palacio Real, y con la soberana rescatando su pulsera del suelo.

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Todo por un accesorio de su estilismo. Aunque no cualquiera. Después de un buen rato de saludos, con sucesivos apretones de manos, su pulsera se le ha soltado. Pese a su sorpresa inicial, la Reina se ha dado cuenta de ello rápidamente. Por fortuna, puesto que además se trata de una pieza de gran valor histórico y sentimental.

La natural reacción de la Reina Letizia ante la inoportuna caída de su pulsera

Hablamos de una pulsera de brillantes y zafiros, que los Reyes Juan Carlos y Sofía le regalaron con motivo de su pedida de mano con Don Felipe (en noviembre de 2003), perteneciente a un juego con pendientes y collar con perlas y zafiros. En su momento pertenecieron a la Reina María de las Mercedes, primera esposa del Rey Alfonso XII. De manera que, como todas estas piezas del joyero real, llevarlas supone un plus de responsabilidad.

Doña Letizia las ha rescatado veinte años después de que le viéramos estas joyas por primera vez, en la cena de gala previa a su boda, en el Palacio de El Pardo, el 21 de mayo de 2004.

La Reina Letizia se coloca de nuevo su pulsera

Tras recogerla del suelo, la Reina Letizia ha vuelto a colocarse la pulsera en su muñeca.

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Como decimos, en un instante el cierre se le ha soltado y se ido deslizando hasta caer por completo, por lo que Doña Letizia ha tenido que rescatar la pulsera del mismo suelo. Para ello se ha agachado a los pies del Rey Felipe, dando lugar a una imagen curiosa, pero de lo más natural. En ese momento el monarca parecía un poco perplejo y ajeno al incidente. 

La reacción de la Reina Letizia ha sido de lo más 'normal', ajena a protocolos y sin dejar de sonreír. Una vez recuperada la pulsera, la soberana ha intentado abrochársela por sí sola, lo que era harto difícil, por lo que se la ha pillado en un pequeño aparte comentándoselo a Don Felipe, ante la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El Rey finalmente ha ayudado a su esposa a ajustarse de nuevo la pulsera en su muñeca, zanjando así un pequeño susto dado el alto valor de la alhaja.

Doña Letizia ha continuado el evento como si tal cosa, aunque seguro que poniendo doble cuidado en que no volviera a suceder. Todas estas piezas antiguas requieren de un mantenimiento a cargo de los especialistas de la Casa Real, lo cual no quita para que, de vez en cuando, se produzca algún percance de este estilo.

Otros sustos de la Reina Letizia con sus joyas

La Reina Letizia se lo toma con deportividad

La Reina Letizia se ha abrochado de nuevo la pulsera de diamantes y zafiros y ha seguido con normalidad.

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No es la primera vez que la Reina Letizia sufre un contratiempo parecido. Ya en la Pascua Militar de 2022, en la que, por cierto, la soberana estrenó el mismo vestido azul que lucía en esta cita, tras la interpretación del Himno Nacional se le desprendió el broche de perlas y diamantes que llevaba en el pecho.

En aquel momento el Rey Felipe se dio cuenta y se agachó a recoger la joya de una forma muy caballerosa.

El discurso del Rey Felipe en el Salón del Trono

Los Reyes, en el Salón del Trono del Palacio Real

Tras el besamanos, los Reyes han presidido la ceremonia en el Salón del Trono del Palacio Real.

Esta vez ha sido la Reina Letizia la que ha estado al quite, protagonizando una escena inusual en estas circunstancias. Posteriormente, Doña Letizia ha proseguido con toda normalidad. Después del besamanos, Sus Majestades se han trasladado al Salón del Trono, donde el monarca ha ofrecido un discurso ante los asistentes. Ha sido tras la intervención del Nuncio de Su Santidad el Papa, quien siempre habla en primer lugar en esta ceremonia. 

A continuación, el Rey Felipe ha dirigido unas palabras a los presentes: "El año 2024 nos brinda la oportunidad para avanzar hacia unas Naciones Unidas mejor preparadas para responder a los compromisos asumidos y a los retos de nuestros días, como son, las nuevas amenazas a la paz". La Reina Letizia escuchaba atentamente, sentada a su lado, y con todas sus joyas en su sitio.