Lo que podría esconder la última maniobra de Casa Real que afecta a la Infanta Sofía y a Doña Sofía

Durante los últimos meses hemos visto cómo Casa Real realizaba distintos movimientos en lo que podemos considerar su plan de renovación. Coincidiendo con la primera década de reinado de Felipe VI, y dando por hecho una cierta consolidación, parece ser el momento adecuado para hacer cambiar algunas cosas que acerquen a la institución al pueblo. Este tipo de cambios, muchas veces casi imperceptibles para el gran público, muchas veces esconden otras cosas: querer tapar una posible futura crisis, prepararse para dar un paso más significativo o sencillamente adecuar más los organigramas de la institución a la vida del siglo XXI.

Ahora hemos descubierto lo que podría esconder uno de esos cambios llevados a cabo por Casa Real en los últimos meses y os desgranamos todos los movimientos y sus protagonistas que nos han llevado a pensar en la trascendencia de esta modificación. Si bien solo el tiempo acabara por demostrar este posible movimiento oculto, todo hace pensar a que se trata de una maniobra consumada. 

Movimientos en la oficina de la reina y una debutante esperando su momento

Como contamos en SEMANA, la reina Letizia habría nombrado a finales de abril como nueva jefa de la Secretaría de la Reina a María Dolores Ocaña, relevando a José Manuel de Zuleta que llevaba en el puesto desde 2014. Zuleta además había estado trabajando con Letizia en su anterior etapa como Princesa de Asturias. Este movimiento, diez años después de convertirse en consorte del rey, marca la intención de Letizia de traer un aire nuevo a la institución. María Dolores Ocaña, que es abogada del Estado, había desempeñado también cargos en los ministerios de Agricultura y Educación.

 

Ahora hemos sabido que Ocaña será también a partir de septiembre la encargada de gestionar la agenda de la Infanta Sofía en su debut como representante de Felipe VI en algunos actos en solitario .Tal y como adelantamos hace semanas, se espera que este otoño Sofía presida la entrega de premios de un concurso fotográfico de Patrimonio Nacional que lleva su nombre. Este acto, que pone bastante nerviosa a la reina Letizia contará con la experta mano de María Dolores Ocaña detrás, pero ¿hay algo más detrás de este movimiento?

 

La salud de Irene de Grecia preocupa

Desde hace ya meses se viene especulando con la salud de la tía Pecu, como llaman cariñosamente a Irene de Grecia, la hermana de la emérita Sofía. Se cree que sufre un deterioro cognitivo ligado a algún proceso degenerativo y esta preocupación ha llegado a su punto álgido hace unos días cuando pudimos ver a Irene en silla de ruedas acompañando a su hermana en un acto en Creta con motivo de una exposición de Picasso. Era la primera vez que veíamos a la tía de Felipe VI mostrando en público una vulnerabilidad tan evidente y en las imágenes podemos presenciar como Sofía empuja la silla en la que se desplaza su hermana.

Según publicó el pasado marzo el medio catalán ‘El Nacional’ el punto es tal que la propia Irene, ante su deterioro evidente, habría llegado a manifestar a su hermana Sofía, con la que reside en Zarzuela, su deseo de no pasar sus últimos años de vida en España. Según publica el digital, “la idea no desagrada a Sofía. El regresar a Grecia, el país natal de la reina Sofía, ha surgido como una posibilidad para su retiro”. Esta hipótesis nos hace pensar en que ambos movimientos, el de la designación de Ocaña para llevar la agenda de la Infanta Sofía y esta posible jubilación griega pueden estar relacionadas.

Lo que podrían esconder estos movimientos

Si la idea de Casa Real es que, con la ayuda de María Dolores Ocaña para organizar la agenda de Sofía, la infanta vaya asumiendo cada vez más compromisos oficiales hasta su mayoría de edad, algo que llegará en abril de 2025, es muy posible que cada vez sea más común que acuda en solitario a eventos a los que antes acudía su abuela en representación de la corona. De este modo, este movimiento dotando de organigrama propio a la oficina de la infanta, podría esconder la salida de la reina emérita Sofía de la vida pública.

La emérita Sofía, a sus 85 años, podría querer pasar a un segundo plano y disfrutar de la tranquilidad en esta nueva etapa de su vida. Además, Grecia parece ser un destino ideal para alejarse del ojo público y acompañar a su hermana Irene en esta etapa de su vida sin estar sometida al escrutinio de los medios españoles. Desde que Juan Carlos I abdicara y se exiliara a Abu Dabi, Sofía siempre ha manifestado su intención de servir de ayuda a su hijo Felipe VI en el desempeño de sus funciones como jefe de Estado, pero quizás ahora haya llegado el momento de jubilarse y pasar a atender esta parcela de su vida más privada al lado de su hermana, la tía Pecu, en su Grecia Natal.