Durante las últimas semanas hemos ido viendo cada vez más píldoras de grabaciones y detalles sobre la relación que Juan Carlos I simultaneó con Bárbara Rey durante su matrimonio con Sofía de Grecia. Si bien esta historia siempre fue un secreto a voces y de este contenido se hablaba en todas las redacciones de corazón de este país, no es lo mismo el rumor a que el rumor tenga el soporte de una prueba irrefutable que lo confirme a vista de todo el mundo como es el caso de las fotos o los audios de Juan Carlos I y Bárbara Rey.
Esta publicidad de esta intimidad no solo deja al descubierto el perfil privado del hombre que un día ostentó la Jefatura del Estado y su torpeza para manejar según qué informaciones (en los audios se llega a escuchar como deja entrever que el 23F estuvo de alguna forma orquestado) sino que de alguna manera conforma la última y definitiva humillación pública para Doña Sofía. No es lo mismo que tu marido tenga fama de mujeriego y que se achaque a que “todos los Borbones son así” tirando de historia, a que todo el país pueda ver y escuchar cómo tu marido simultaneaba tu matrimonio con otras relaciones como la que mantuvo con la vedette.
En los audios queda acreditada la asiduidad de los encuentros entre la pareja, así como la intimidad que existía entre ambos que se refieren al otro con términos como “mi vida” o “mi amor”. Además, Bárbara era conocedora de su intimidad cotidiana llegando incluso a hablar de los hijos que tiene en común con la emérita Reina Sofía. Seguramente este sea el peor trago para la madre de Felipe VI, no solo saberse traicionada sino tener que pasar por la humillación pública de que todo el mundo conozca los detalles de esta traición tan íntima. Esta circunstancia es más común de lo que pensamos y es por eso que nuestra psicóloga de cabecera, Lara Ferreiro, nos desgrana las consecuencias emocionales para Doña Sofía que podía acarrear esta situación y nos da las claves para poder superar un trance tan complicado.
Cuando tu intimidad se ve traicionada
La psicóloga Lara Ferreiro y autora del libro ‘Adicta a un gilipollas’ (Grijalbo, 2023) comienza nuestra charla sacando a colación unos datos que hablan por sí solos “según el portal Ashley Madison, conocido como la web de los infieles y que tiene 80 millones de usuarios en todo el mundo, España es el segundo país más infiel de la Unión Europea. Entre los motivos de la infidelidad más generalizados está la insatisfacción sexual. El 60% de las mujeres no llega al orgasmo con su marido”. Como veis, el tema de la infidelidad está de lo más extendido, muchas mujeres han pasado por lo mismo que Doña Sofía. “Las motivaciones para ser infiel de hombres y mujeres son distintas. Entre ellos el principal motivo es de índole sexual y entre ellas es emocional”, me cuenta la psicóloga. “Ellas si no se sienten queridas, son infieles” prosigue, “aunque últimamente esta motivación se ha ido igualando siendo cada vez más común que el principal motivo para ser infiel sea la insatisfacción sexual”.
“En España 8,5 millones de hombres y 7,5 millones de mujeres son infieles. Antiguamente había un machismo interiorizado que hacia ver a la mujer infiel como una fresca y al hombre infiel como un macho, históricamente se ha juzgado con mucha más dureza a la infidelidad femenina pero ahora mismo la mujer se encuentra en una revolución sexual” Quizás detrás de esta afirmación de Lara Ferreiro se esconda alguna de las claves de por qué durante tantos años se ha tapado este comportamiento del emérito. “Gracias a la incorporación de la mujer al mercado laboral ya no tienen miedo a que las dejen y además ahora reivindican los orgasmos, lo veo muchísimo en consulta”, continúa contándome Lara dejando entrever que en este pantanoso terreno la igualdad también ha ido ganando terreno.
El doble estigma de la infidelidad pública
Metiéndonos de lleno en faena le planteo a Lara la pregunta de si es más complicado enfrentarse a una infidelidad como la que ha tenido que hacer frente Doña Sofía. La psicóloga lo tiene claro “por supuesto que una infidelidad es peor si ha sido expuesta públicamente como es el caso de Doña Sofía. La emérita lo tiene el tripe de complicado para superar las infidelidades del Rey Juan Carlos”. Si bien nunca es fácil “ya en tu esfera privada es muy dolorosa y complicada de superar, he visto en consulta a mujeres estar llorando dos años porque sus maridos les han sido infieles, en cambio los hombres lo viven de otra manera. Incluso hay parejas que después de una infidelidad pactan relaciones abiertas”. El matiz de la elevación a público lo complica todo “cuando la infidelidad se hace pública provoca que todo el mundo opine, que te vean como una “pringada”. La vergüenza social te paraliza, te hace sentir una vulnerabilidad muy grande, provoca un escrutinio social sobre tu intimidad más dolorosa”.
Llegados a este punto Lara me cuenta algo que ha visto cómo se repite a través de su experiencia profesional “muchas mujeres en consulta me dicen que prefieren que su marido les ponga los cuernos pero que nadie lo sepa a la humillación de que se sepa públicamente. Seguro que la Reina Sofía ha sufrido mucho por las supuestas infidelidades de Juan Carlos I”. Además, “las secuencias de una infidelidad de este tipo son super profundas. Las más comunes son miedo al juicio social, desconfianza y paranoia en relaciones futuras, inseguridades, vergüenza de saber que la gente sabe que te han humillado, baja autoestima e incluso depresión y ansiedad. Muchas veces una infidelidad se torna en un trauma emocional por esta exposición pública, es triplemente más dolorosa”.
La complicación extra de Doña Sofía
En la difícil tarea de sobreponerse de una humillación de este tipo “Doña Sofía lo tiene más complicado para superar esta infidelidad porque no tiene tan fácil separarse como otras mujeres. Lo primero que tendría que hacer es mandar muy lejos al hombre que le ha sido infiel, romper y decir se acabó”. A continuación, Lara Ferreiro afirma algo que hace pensar en que la posición de la emérita es harto complicada “en mis años de experiencia profesional nunca he visto perdonar una infidelidad, he visto aprender a vivir con ello. Perdonarla sería blanquear una infidelidad, legitimarla y eso nadie puede aceptarlo”. También nuestra psicóloga tiene claro algunos de los básicos para ayudar a las mujeres que pasan por esto a llevarlo algo mejor “es muy importante establecer una red de apoyo de tu gente, lo que conocemos como redarquía formada por tus amigas, tu familia, para que no tengas sensación de aislamiento provocada por esta humillación pública”.
Además de la búsqueda de ayuda profesional, nuestra psicóloga nos da una clave importante y es “no caer en esos pensamientos intrusivos de “me ha puesto los cuernos porque no soy suficiente”. Julio Iglesias no te pone los cuernos porque seas fea, te pone los cuernos porque Julio Iglesias es así”. Julio Iglesias y el emérito, tan cerca y tan lejos (Miami, Abu Dabi). Para acabar nuestra psicóloga de cabecera y autora de ‘Adicta a un gilipollas’ (Grijalbo, 2023) nos da unos tips para superar esta situación:
1. Lo primero sería conocer que se está pasando por un duelo e identificar en cual de las seis fases del duelo se encuentra.
2. Lo segundo es permitirte sentir rabia, expresar tus emociones, no culpabilizarte.
3. Cuidarte de la sobreexposición a redes y medios.
4. Trabajar recursos de autoestima
5. Establecer límites claros en tus futuras relaciones
6. No tomar decisiones impulsivas de las que luego nos podemos arrepentir.
Lara acaba nuestra charla recordándome que las secuelas emocionales de este tipo de traición con componente de humillación pública pueden ser irreparables. “Normalmente las mujeres que pasan por este tipo de infidelidad con publicidad necesitan romper la situación para poder superarlo o colocarlo en un lugar lo menos doloroso posible. Muy pocas veces he visto que se pueda superar este tipo de traición en pareja, más bien aprenden a vivir con ello de la forma menos dolorosa posible”.