Las últimas semanas han sido seguramente de las peores de la vida de la Reina Sofía. Posiblemente nunca pensó que el mundo entero vería algún día las pruebas irrefutables de la traición y la humillación a la que la sometió su marido durante décadas. Cada nueva foto, cada nuevo audio hace más evidente la nula importancia que la griega representó para el emérito durante toda su vida conyugal. Ahora, en el ocaso de sus días, ambos hacen vidas por separado sin juntarse más allá de lo obligatorio: bodas y entierros.
Llegados a este punto los espectadores de esta historia podrán dividirse en dos grandes grupos: los que ven en la actitud de tragar con todo de Sofía un motivo de alabanza y los que no dan crédito. “Es una profesional” o en palabras de su marido “una cumplidora”, son algunos de los argumentos a favor de la Reina que se han esgrimido públicamente cada vez que su regia figura salía a colación, pero ¿qué tiene de profesional soportar toda clase de humillaciones por verse a una misma con una corona en la cabeza? Poco o nada de loable hay en no topar nunca el estrato más bajo de la falta de dignidad.
Nuestra psicóloga de cabecera, Lara Ferreiro, autora del libro ‘Adicta a un gilipollas’(Grijalbo, 2023), analiza lo que los audios publicados por OkDiario dejan al descubierto de la naturaleza de la relación entre Juan Carlos I y Bárbara Rey y lo que se desprende de ellos sobre la relación que mantenían el Rey y la Reina Sofía durante aquellos años.
Un triángulo amoroso
Lo primero que ve Lara Ferreiro en los audios es que estamos ante “dos mujeres muy enamoradas de Don Juan Carlos, la Reina ha estado muy enamorada del Rey y él encima lo presume cuando dice “encima no se va con otro”. A ella le duelen todos los desplantes, que no tengan vida familiar ni conyugal, que no le hable y aun así ella aguanta. Es esa mentalidad de una mujer enamorada dispuesta a tragar con todo”. Nuestra psicóloga extrae una tajante conclusión “como mujer ella aguanta, ha estado muy enganchada a Juan Carlos y eso hace que el tenga el ego de hombre por las nubes”.
Según nuestra psicóloga de cabecera “la historia de amor de Bárbara y el Rey es una historia de amor real. Él está enamoradísimo de ella y ella de él, esos “mi amor” los “cariño” …” y continúa apuntando que “Bárbara era la pareja real del corazón del Rey Juan Carlos. Era ella, él le compartía secretos de Estado, la llamaba “cariño”, le daba su lugar afectuoso y encima Bárbara está celosa de la Reina y la Reina de Bárbara”. Lara continúa apuntando que “entre ellos había mucha pasión, pero también mucho amor, esas confidencias así lo denotan. Estamos hablando de una relación que ha durado muchísimos años”.
El fin del amor, el comienzo de todo lo demás
Lara nos descubre un punto de inflexión “Juan Carlos se desenamoró y Bárbara se sintió muy dolida y no lo supo gestionar. Cuando vemos en los audios esa teatralidad, nace de la rabia, de la ira, del haberse sentido humillada, de no haber tenido su lugar”. Nuestra psicóloga nos conduce a una reflexión “¿qué podía esperar Bárbara Rey de una relación con Juan Carlos I? Desconozco cuál sería la expectativa de Bárbara con respecto a esta relación” y también la explicación de por qué se dan este tipo de situaciones “las mujeres cuando nos enamoramos por la oxitocina, la hormona del amor, nos intoxicamos y nos volvemos ciegas y sordas”.
Sobre la Reina Sofía, Lara Ferreiro nos habla de cómo las mujeres en su situación intentan recuperar el poder “Sofía, cuando Juan Carlos hacía las cosas mal lo castigaba como podía: encerrándose en su habitación. Y según los audios llegaba a reprocharle “cógeme la mano en público”. Se conformaba con migajas”. Y mientras esto ocurría con la emérita, “Bárbara Rey reclamaba su lugar de una forma desmesurada. También Bárbara viene de un historial sentimental complicado con relaciones con los hombres tóxicas. Es evidente que la vedette intenta sonsacarle información, es llamativo como utiliza herramientas de persuasión y en ese sentido, llamarle “cariño”, “mi amor”, le da muy buen resultado”.
Según el análisis de nuestra experta, “Juan Carlos I demuestra no tener filtro. Bárbara realiza preguntas directas, pero de una forma suave, haciendo validación emocional, refuerzo, sabiendo persuadir. Hay una dependencia emocional entre ellos en el momento que se producen los audios y eso es algo que queda patente”. Y sobre los sentimientos de Bárbara hacia el Rey, Lara Ferreiro llega a una interesante conclusión “de alguna forma Bárbara también demuestra esa ambivalencia afectiva. Por un lado, te encanta esta persona, pero por otro lado tienes ira cuando no te da tu lugar. Ser la amante, aunque en el fondo de facto fuese la pareja del Rey por el enganche emocional que tenían, no es una situación fácil de gestionar”. Para acabar, Lara nos da una de las claves de esta situación “Entre ellos hay dinámicas de poder. Para Bárbara sacarle información al Rey es una forma de conseguir poder y que ese poder le garantice su propia seguridad. Lo que para mí queda claro es que entre ellos había mucho más que una historia de encuentros sexuales”.