Las fechas navideñas no son sencillas para nadie. Cada familia tiene que hacer su croquis particular para conseguir sentar entorno a la mesa a toda la gente de su círculo. Esa tía que no se habla con nadie o ese cuñado al que nadie soporta se convierten en auténticos desafíos de protocolo en estos días. Imaginad cuánto más de complicado debe ser como hijo, dividirte entre tus padres separados para pasar estas fiestas. Esta es la situación a la que, por primera vez, han tenido que hacer frente los hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Según ha trascendido, la Infanta pasará parte de las navidades sin la compañía de su prole por primera vez en su vida. Este 2024 los hijos en común del matrimonio lo despedirán en compañía de Iñaki y su nueva pareja, Ainhoa Armentia. Tras un momento inicial peliagudo en el que se descubre esta relación extramatrimonial del que un día fuera Duque de Palma, ahora las aguas parecen haberse apaciguado volviendo a su cauce natural. Iñaki, de esta forma, verá cubierto su anhelo de dar patina de normalidad absoluta a su nueva vida, llevándose la Infanta Cristina la peor parte en esta partición emocional.
Con la ayuda de nuestra psicóloga de cabecera, Lara Ferreiro, analizamos qué puede suponer para Cristina a nivel emocional esta primera navidad sin la compañía de sus hijos tras el fin de su matrimonio y la nueva vida de su exmarido, Iñaki Urdangarin.
“Tras la traición puede llegar el sentimiento de abandono para Cristina”
“Va a ser la primera Navidad sin sus hijos, así que va a ser muy, muy complicada para ella”, es lo primero que nuestra psicóloga destaca. La autora de ‘Adicta a un gilipollas’ (Grijalbo, 2023) continua su análisis, “lo primero que va a afrontar Cristina es el dolor y la tensión, después el síndrome de las sillas vacías, encima pensando que sus hijos están con su padre y la que fue su amante”. Por otro lado, para sus hijos tampoco será sencillo según Ferreiro, “muy posiblemente sus hijos experimentarán un conflicto de lealtades, sentirán que en parte traicionan a su madre estando con la pareja de Iñaki”.
Una posibilidad muy clara para nuestra psicóloga de cabecera es llamativa a estas alturas de la película “la presencia de Ainhoa Armentia reaviva en Cristina sentimientos de dolor y traición, incluso puede provocar celos nuevos hacia Ainhoa por si de repente puede ser una competencia en el cariño de sus hijos”. Llegados a este punto nos preguntamos cuál es la mejor forma de protegerse que puede tener Cristina, Lara tiene la clave: “es muy posible que Cristina intente protegerse refugiándose en sus hermanos, en su familia”.
El análisis de nuestra experta continúa destacando que “la situación es muy sensible y muy complicada para ella ya que sus hijos se están yendo con su padre y su nueva pareja, un padre (Iñaki) que la traicionó con otra después de que ella se quedara a su lado durante todo el caso Nóos a pesar del detrimento para su imagen que conllevaba”. En esta línea Lara sentencia que “innegablemente Cristina ha estado muy enamorada de Iñaki”.
Los nuevos miedos de Cristina
Que esta situación puede causar un impacto emocional importante en la Infanta es algo innegable para Lara Ferreiro, que afirme que “además de tener miedo, siempre está el “síndrome de la madrastra”, que es el miedo a que tus hijos quieran más a la nueva pareja de su padre que a ti”. Pero este síndrome no provoca reacciones solo en ella, sino que bajo el punto de vista de nuestra psicóloga “es muy posible que sus hijos le racionen la información que comparten sobre ella para intentar no herirla. Si se llevan bien con ella al final para la Infanta es un sufrimiento, pudiendo a experimentar tristeza e incluso ira y derivando en una pérdida de control”. Añade nuestra experta que “estamos hablando de miedos muy irracionales. Ante situaciones como esta hay algunas madres que optan por alejarse de sus hijos porque lo viven como una autentica traición”.
El consejo profesional de nuestra psicóloga para la Infanta pasa por “confiar en la terapia psicológica, que aprenda a establecer límites y a negociar”, además de “priorizar el autocuidado, puede pedir a sus hijos que no le cuenten nada de Iñaki y Ainhoa para controlar su estado emocional”. Para acabar nuestra psicóloga de cabecera afirma que para la Infanta será clave el apoyo de su red de seguridad, de sus amigos, sus familiares y la gente que la sostiene en el día a día porque “su nueva vida pasará por muchas ocasiones en las que tendrán que convivir con Ainhoa y sus hijos. Va a ser muy difícil para Cristina encontrar su lugar en este nuevo organigrama y para sus hijos afrontar y gestionar el conflicto de lealtades derivado de esta situación”.