La Reina Sofía se convirtió en la gran protagonista de una de las grandes citas de la cultura europea: el 150º aniversario de la icónica Ópera Garnier, en París. Un evento que la madre del Rey Felipe VI, amante confesa de este género musical teatral, no quiso perderse. Y lo hizo luciendo sus mejores galas, enfundándose para la ocasión en un look monocolor del todo vibrante con el que se llevó todas las miradas y los halagos de los entendidos. 

La presencia de la emérita en la capital francesa ha despertado un gran interés entres los responsables de los medios de comunicación del país, que han sentenciado su asistencia con una contundente frase. No dejan lugar a dudas del lugar que le corresponde

Muy sonriente, la Reina Sofía reaparece tras los últimos rumores sobre su "especialmente delicada situación"

"En el palco de honor, frente al telón que está a punto de levantarse, Sofía de España está sentada discretamente junto a la ministra de Cultura, francesa, Rachida Dati. Solo su vestido azul eléctrico, realzado con bordados dorados, destaca en la oscuridad de la sala, donde 1.700 personas tomaron asiento para asistir a una gala histórica, la del 150 aniversario del Palacio Garnier". Así de rotundo comienza el artículo que le han dedicado a la Reina Sofía en el 'Point de Vue', con el que se han hecho eco de su presencia en París en representación de la casa real que lidera su hijo. 

La madre de Felipe VI se dejó ver de lo más sonriente y cómoda, como hacía tiempo que no la veíamos. Una postura que contrasta con las últimas informaciones que compartió sobre ella Marisa Martín-Blázquez, que apuntaban a su "especialmente delicada situación".

Según contó la periodista en el programa 'Fiesta', de Telecinco, "el tema de toda la historia que ha salido con respecto de Bárbara Rey y la infidelidad de su marido a ella le ha hecho mucho daño. Y no le ha hecho tanto daño el hecho de que no supiera la historia, sino por el hecho de que se hayan difundido mensajes hablando de su familia, de sus hijos, de ella, de la relación que tenía con el Rey Juan Carlos". 

Diseño sin título (5)

La Reina Sofía en París. GTRES

"De una Reina a otra": la prensa francesa le da el lugar que le corresponde a la Emérita

Con su última aparición en París, la Reina Sofía ha dado carpetazo a cualquier rumor sobre su situación. Muy elegante, no paró de sonreír y de compartir confidencias con los ilustres asistentes antes y después de presenciar la ópera 'La Muette de Portici', un clásico del compositor Auber que figuraba en el programa que se presentó en el Garnier el día de su inauguración, en 1875. "Como auténtica amante de la música y la danza, la Reina Emérita sabe que la estrella de esta velada no es ella, sino los artistas que, durante dos horas, rendirán homenaje al repertorio de esta gran casa", recoge el citado medio sobre el saber estar de la abuela de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. 

Para el 'Point de Vue' y he aquí a contundente frase con la que sentencian la presencia de la emérita en el histórico teatro, su asistencia se inscribe desde la lógica de un 'traspaso de funciones' y de legado de una reina a otra, "un guiño al pasado con plena vigencia contemporánea", señalan. Como subrayan desde el medio galo, "fue otra Reina de España, Isabel II, la tatarabuela de Juan Carlos I, quien inauguró la ópera en 1875". Con estas palabras, la prestigiosa revista da a entender que, a pesar de que doña Sofía ya no lleva la corona sobre su cabeza, su condición de reina es incuestionable. 

Una cena de 700 invitados presidida por la Reina Sofía

Tras el espectáculo, la Reina Sofía disfrutó junto con el resto de invitados de una cena a la que acudieron 700 personas. Su Majestad acudió como invitada del director de la Ópera de París, Alexander Neef, y se sentó junto a la ministra de cultura francesa Dati y, su compatriota José Martínez, quien fue director artístico de la Compañía Nacional de Danza de España durante ocho años antes de convertirse, en 2022, en director de danza de la Ópera de París.

Antes de aquello, apuntan desde Point de Vue, la madre de Felipe VI se acercó al backstage para saludar a los artistas y felicitarles por su gran espectáculo. Se mostró muy accesible y cercana con todos ellos. Una gala que la citada revista avala, en parte, por la presencia de doña Sofía. "El recuerdo de una noche mágica en Garnier, cuyo aura puede seguir brillando durante otros ciento cincuenta años. Para deleite del público… y de las reinas de España", concluyen aludiendo, una vez más, a la condición de soberana -y no de emérita- de Su Majestad.