No solo Annie Leibovitz ha tenido la oportunidad de reunirse en privado con los Reyes, Felipe y Letizia, para retratarles. En definitiva, de captar lo que, a veces, es invisible a los ojos. El prestigioso pintor, Antonio Montiel, sí ha tenido la suerte de hacerlo, de hecho, ha compartido tiempo y espacio con Felipe VI y la Reina Sofía en diferentes momentos de su vida. Así lo cuenta en SEMANA, donde el artista nos confiesa con todo lujo de detalles cómo se comportaron la ahora emérita y su hijo en el Palacio de la Zarzuela, donde ambos le recibieron por separado.
Corría el año 1997 cuando Antonio Montiel y la Reina Sofía coincidieron por primera vez. Una cita tras la que ella quedó encantada, de hecho, su retrato actualmente cuelga de una de las paredes de su despacho en la Zarzuela. "Según me dijo, a día de hoy, es uno de sus cuadros favoritos", relata Montiel en conversación con este medio. Pero, ¿cómo se negoció este retrato?
"Cuando me fui desde Málaga a Madrid para conseguir otras metas, surgió la posibilidad de hacer su retrato. Me dijeron que lo podía hacer, pero que ella no podía posar. A través de varias fotos hice una composición. A ella le gustó tanto el resultado que me dio una audiencia para posar en persona", comienza diciendo. Un encuentro que duró más de dos horas y en el que estuvieron sentados juntos en un sofá. "Me recibió a nivel privado sin nadie. Primero vi al Jefe de Protocolo, pero después nos quedamos ella y yo en una sala", desliza.
Durante más de 120 minutos la Reina Sofía demostró haberse informado a conciencia de Antonio Montiel, algo que caló hondo en este malagueño capaz de pintar el alma. "Sabía que Marisol era mi musa. Me contó que cuando ellos eran príncipes la conoció en Grecia porque fue a cantar y les dedicó una canción en griego", dice Antonio, dejando ver que no ha olvidado ni un ápice de aquel día.
A Antonio Montiel le llamó poderosamente la atención la cercanía de la Reina Sofía
Recalca de ella su cercanía, tanta que doña Sofía se comportó "como si fuera una amiga de toda la vida". Eso no quita que ambos vivieran un momento 'tierra trágame' y es que se cayeron de repente varios papeles entre las piernas de la Reina. "Nos sentamos en el mismo sofá y hubo un momento en el que le enseñé dos o tres retratos, pero ella me dijo que le gustaría ver todos. Al sacarlos, como eran de diferentes tamaños, se me cayeron al suelo entre sus piernas. Imagínate el momento. Si tú nos vieras cogiendo las fotos y mirándonos en el suelo. Yo estaba muy cortado porque ella me ayudó. Fue una anécdota muy graciosa", recuerda Antonio.
Hasta el próximo 6 de enero su retrato está en una antológica de Antonio Montiel en el Museo Municipal del Patrimonio de Málaga, no obstante, deberá regresar a la Zarzuela justo después. "El retrato de ella lo tiene en su despacho y lo ha cedido. El cuadro forma parte de Patrimonio Nacional y, aunque era muy difícil sacarlo de Zarzuela, ella cuando se entera dice que se haga todo lo posible para que estuviera en mi exposición", explica Antonio Montiel. Eso sí, no ha sido el único, pues el Rey Felipe también ha cedido el suyo.
El drástico cambio de opinión de Felipe VI
Con el Rey Felipe el pintor malagueño se reunió en el año 2015. Mismos términos que con su madre y mismo sabor de boca, ya que ambos terminaron encantados al ver el arte y talento de Antonio Montiel. En sus pinturas parecen de carne y hueso.
"Felipe tuvo una disposición total. Me lo encargó el Jefe del Estado mayor del Ejército. Me comentaron que era el primer cuadro oficial que se hacía de Felipe como Rey. Aunque me hicieron el encargo, me explicaron que Felipe nunca posaba ni para escultura ni para pintura", asegura a SEMANA. No obstante, esta determinación cambió al saber que quien le iba a pintar era Antonio Montiel, el mismo que había retratado a su madre.
"Recuerdo que me llamaron de Zarzuela y el jefe de protocolo me comentó que Felipe se había enterado de que su retrato lo iba a hacer la misma persona que se lo hizo a su madre. Ahí accedió a posar porque el de su madre le había encantado", dice con orgullo. El cuadro en cuestión está en el Palacio de la Buenavista, en Madrid, donde fue trasladado al estar completamente terminado.
La advertencia de Antonio Montiel al Rey Felipe durante su posado
"Me fui a Zarzuela para reunirme con el Rey Felipe. Estuvo conmigo unas dos horas. Yo le advertí que no se mordiera el labio porque lo hacía mucho o que metiera la tripa para que quedara más estilizado. Él fue muy obediente", señala. "Era como un tic, metía un poquito un labio. La Reina Sofía fue una de las mejores modelos, fue maravillosa. A mí me encantó. Con ella pude estar una hora y media", añade.
Unas horas en las que, lejos de lo que se puedan imaginar, no hay que estar cien por cien encorsetado. Hay incluso tiempo para las chanzas. Así nos lo asegura Antonio Montiel, quien ha tenido la oportunidad de retratar también a la Reina Isabel II. "En ese tiempo suelen estar en silencio, pero se comparten impresiones. Los dos fueron encantadores y la actitud súper sencilla. Mucho más que otros rostros conocidos. Con la Reina Isabel II fue igual. Conmigo fue encantadora. De mi retrato dijo que era una delicia", cuenta.
Su conversación con la Reina Letizia refleja cuál es su única asignatura pendiente
Y, aunque muchísimas personas han confiado plenamente en su hacer, todavía tiene un asunto pendiente. Ese no es otro que la Reina Letizia. "Cuando pinté al Rey Felipe me encontré a la Reina en los Premios de Bellas Artes en el Pompidou. Me dijo que había sentido mucho no estar en Zarzuela el día que pinté al Rey. Le dije que esperaba poder retratarla y ella contestó que le encantaría. Todavía no se ha hecho, pero espero poder hacerlo. Tiene muchísimo partido, la verdad".