En las últimas horas hemos conocido quienes conformarán la delegación española en el Funeral de Estado del Papa Francisco. Una de las sorpresas, además de la ausencia del Presidente Pedro Sánchez, es que finalmente la Reina Emérita no viajará como parte de la delegación oficial a rendir sus respetos al Sumo Pontífice. Quizás coincidiendo justo con una visita del Emérito a Sanxenxo sea más cómodo que no asista para no caer así en comparativas innecesarias, una vez más. Los que sí se desplazarán al corazón de Roma para rendir tributo a la figura del Santo Padre en su despedida oficial son los Reyes Felipe y Letizia.

El fallecimiento de un Papa es un evento de trascendental importancia, tanto dentro del ámbito de la Iglesia Católica como en el contexto global. El Papa, como líder religioso y figura de peso mundial, no solo convoca a los fieles para una despedida espiritual, sino también a una multitud de dignatarios internacionales, monarcas, reinas y jefes de Estado que asisten en calidad de representantes de sus países. El protocolo y la etiqueta que rigen estos eventos son de suma importancia, y el código de vestimenta es uno de los aspectos que más genera preguntas.

Precisamente en base a esa importancia capital, charlamos con María José Gómez Verdú, conocida en Instagram como @protocoloyetiqueta, sobre qué podemos esperar de la vestimenta de las autoridades en estos casos y más especialmente, de nuestros Reyes.

Los Reyes Juan Carlos y Sofía junto a la Reina Margarita en el funeral de Juan Pablo II

Los Reyes Juan Carlos y Sofía junto a la Reina Margarita en el funeral de Juan Pablo II. 

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“Se debe reflejar el luto y el respeto por el difunto, sin atisbo de ostentación”

Lo primero que María José destaca es que “el funeral papal es una ceremonia solemne donde el respeto y la jerarquía juegan un papel esencial. En este contexto, los monarcas, reinas, mandatarios internacionales y diplomáticos deben vestir de acuerdo con las tradiciones de sus respectivas instituciones, mientras observan las estrictas normas de protocolo que imponen los organizadores del evento”. La cuestión de qué vestir, qué está permitido y qué está prohibido, es una de las preguntas más frecuentes en estos momentos de duelo y sobre ello, Gómez Verdú lo tiene claro “uno de los principios fundamentales del protocolo en cualquier funeral de una figura de la importancia del Papa es la sobriedad. La vestimenta debe reflejar el luto y el respeto por el difunto, sin ningún atisbo de ostentación ni distracción”.

Según nuestra experta “A pesar de ser figuras de alta jerarquía, los monarcas no deben caer en la ostentación, lo que significa que deben evitar el uso de regalías o símbolos de poder que no sean estrictamente necesarios. Las coronas, cetros y otras insignias de poder suelen ser dejadas de lado en estos funerales para mantener el tono solemne”. Y es que, “el protocolo para los mandatarios internacionales y diplomáticos en el funeral papal es también estricto. Estos funcionarios deben vestir de manera que refleje su posición, sin desviarse de la formalidad y el respeto que exige la ocasión”. Concretamente “los presidentes, primeros ministros y diplomáticos deben llevar un traje oscuro, generalmente negro, en señal de luto. Debe ser sobrio y profesional, sin detalles llamativos”. Además, “el uso de corbata negra es obligatorio, y los accesorios deben limitarse a lo esencial”.

“El código de vestimenta de las reinas católicas refleja no solo el luto, sino también su relación con la Iglesia Católica”

El protocolo tiene normas expresas para monarcas, tanto católicos como de otras confesiones. “Las reinas católicas, como la Reina Letizia de España o la Reina Mathilde de Bélgica, siguen un código de vestimenta que refleja no solo el luto, sino también su relación con la Iglesia Católica”. Además, “al igual que otros monarcas católicos, las reinas deben vestir de forma sobria, con un traje oscuro que generalmente es negro, aunque algunos países permiten el gris oscuro o el azul marino. La vestimenta debe ser ajustada a la ocasión, por lo que las reinas suelen optar por vestidos largos o trajes de chaqueta, que reflejan la formalidad del evento”.

Por su parte, “los monarcas católicos que tienen un vínculo militar, como el rey Felipe VI de España, pueden optar por un uniforme militar. Sin embargo, este debe ser el de mayor sobriedad posible, con medallas limitadas y sin un exceso de adornos. Es crucial que, aunque el uniforme sea una opción válida, no desentone con el tono de respeto hacia el difunto”. Por otro lado, “las reinas no católicas, como la Reina Margarita de Dinamarca o la Reina Silvia de Suecia, deben igualmente adherirse a un código de vestimenta sobrio, pero sus elecciones son influenciadas más por las tradiciones nacionales que por normas litúrgicas católicas”. Y es que, “el funeral papal es un momento único de luto y reflexión para la Iglesia Católica y para el mundo entero. En este contexto, la vestimenta de los dignatarios, monarcas, reinas y diplomáticos debe ser un reflejo del respeto que se les profesa al Papa y al evento en sí”.