Los Reyes Felipe y Letizia han visitado la farmacia que heredaron en el año 2010 y que cedieron a la fundación de Personas con discapacidad de Menorca.
Este jueves 12 de enero, los Reyes Felipe VI y la Reina Letizia se han trasladado a Menorca para conocer las obras de reforma de la farmacia Llabrés, en Ciutadella. Dicha farmacia, utilizada por la Fundación de discapacitados de Menorca, no es una farmacia cualquiera: es "su" farmacia. Sí, porque fue heredara en 2010 por los entonces Príncipes de Asturias en 2010 por parte del propietario del negocio, Juan Ignacio Balada Llabrés. Entre los herederos no estaban solo los ahora Reyes de España, también los ocho nietos de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Balada era empresario y tenía 69 años cuando falleció. Conocía personalmente a la Familia Real española y no dudó en tener un original detalle con ellos. En su momento, su círculo más cercano desconocía sus intenciones de dejar la farmacia a la Familia Real.
Así, este jueves por la tarde los Reyes han recorrido las calles de Ciutadella, donde se han dado un baño de masas antes de posar en la farmacia. La Familia Real cedió este inmueble a la fundación de Personas con discapacidad de Menorca que, durante los próximos diez años, se ocupará de su gestión con un proyecto cultural, social y educativo.Se trata de un espacio emblemático, declarado patrimonio histórico en el año 2009 y que, tras más de 30 años cerrado, ha sido reinaugurado porque es uno de los pocos edificios modernistas de la isla. La reforma del edificio ha sido ejecutada por la fundación Hesperia, que es la encargada de gestionar los bienes que el empresario Juan Ignacio Balada Llabrés dejó en herencia, hace doce años, a los entonces Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los Reyes Eméritos.
Antes de la inauguración oficial, a las 12 horas, Felipe y Letizia visitaron la Isla del Rey, situada en el puerto de Maó, donde se encuentran dos conjuntos de interés arquitectónico: una antigua basílica paleocristiana del siglo VI y los restos de un antiguo hospital militar del siglo XVIII. Ha sido en este paseo cuando hemos visto a la Reina estrenar nuevas piezas para su fondo de armario: unas botas de tacón bajo realizadas en piel y un abrigo largo blanco con solapas anchas y cinturón de la firma sueca & Other Stories. Estaba guapísima.Más allá de lo bonitas que son las imágenes de Sus Majestades en Menorca, habría que hacer hincapié en que la farmacia que ambos han visitado podría tratarse de una "herencia envenenada". Porque, como suele pasar en la mayoría de las herencias, son muchos los beneficiarios de los bienes de tan generoso empresario. Valorada en 10 millones de euros, esta farmacia no solo quedó en manos de los Reyes. El empresario también la legó a sus hijos y al resto de nietos de los Reyes eméritos. En su testamento aclaró que dejaba este bien a la Familia Real y que si estos no aceptaban la herencia, esta iría a parar al Estado de Israel. Ellos aceptaron lo que Balada les dejó, pero aclararon en su momento que «la parte que pudiera corresponderles a Sus Majestades se destinará íntegramente a fines sociales».Pero aún hay más. En la herencia de Balada figuraba un total de seis inmuebles. Entre ellos destaca el palacete en el que vivía el propio señor Balada: una mansión de 500 metros cuadrados valorada en unos dos millones de euros. Este inmueble es propiedad exclusiva de los nietos de los Reyes eméritos, según informan a SEMANA. Del resto, la titularidad corresponde a la Fundación Hesperia. En la actualidad, Froilán y Victoria de Marichalar; Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin; y la Princesa Leonor y la Infanta Sofía no pueden tocarlo. Si quisieran venderla, tendrían que esperar hasta el 29 de abril de 2025, día en que la Infanta Sofía cumplirá 18.