La Princesa Leonor se encuentra de maniobras en la estación de esquí de Astún (Huesca). Y claro, la expectación es máxima. Esta misma mañana la Casa Real ha facilitado unas nuevas fotos de la heredera inmersa en los ejercicios de montaña junto a sus compañeros de la Academia Militar de Zaragoza y ahora tenemos muchos más detalles de cómo ha transcurrido la jornada. Lo más llamativo ha sido la presencia de una Leonor como una más junto al resto de cadetes y mostrando una excelente camaradería. Sus gestos la delatan y esos nos dicen que la Princesa está encantada...
Sí, cualquier tipo de ejercicio físico puede ser duro y fastidioso, y más de tipo profesional, pero también gratificante a otros niveles. Y según ha ido trascendiendo desde que la Princesa Leonor ingresó en el ejército, el pasado 17 de agosto, la heredera se ha adaptado perfectamente a su nueva tarea, en un mundo desconocido, muy disciplinado y a priori totalmente ajeno a ella como es la milicia. Leonor sabe que en el futuro está llamada a ser la jefa suprema de las Fuerzas Armadas y que debe conocerlas a fondo, entenderlas y no mirarlas desde fuera.
Una vez entendido todo esto, la primogénita de los Reyes ha asumido esta nueva etapa con ganas y responsabilidad, tal y como nos confirmaba el propio monarca, con mucho orgullo, durante los últimos Premios Princesa de Asturias.
En este sentido, el consejo de su padre es perfecto. Ya se lo dijo a la entrada de la academia, que debía confiar y apoyarse en sus compañeros, porque muchos de ellos serán de por vida. Y eso está haciendo la Princesa Leonor.
En esta 'escapada' a la nieve, la heredera es una más. Es la cadete Borbón Ortiz y punto. La joven ha llegado a la estación de Astún con sus compañeros, vestida de camuflaje, con el gorro calado y cargando con sus esquíes. Ayer mismo empezó estos ejercicios, que durarán tres días, hasta mañana miércoles.
Durante la espera previa a subir a la montaña, la Princesa Leonor ha hecho gala de una actitud relajada y sonriente. Los cadetes se han hecho fotos de grupo y por separado y luego se han puesto manos a la obra. En todo momento hemos visto a una princesa perfectamente integrada con los demás, charlando y comentando los próximos pasos.
También en ocasiones ha mirado de reojo a las muchas cámaras que ya la estaban esperando desde que trascendiera su visita a este lugar. Aunque la Princesa Leonor trata de ser discreta, es lógico que su presencia suscite mucha curiosidad e interés.
Pero ella se siente muy arropada por sus compañeros, entre los que seguramente ya cuenta con buenos amigos. Y así lo hemos visto. Todos recordamos la preciosa sorpresa que algunos de ellos le dieron durante el besamanos en el Palacio Real durante la pasada Fiesta Nacional. Su espontánea sonrisa y la mirada iluminada fueron el reflejo exacto de lo a gusto que se siente, pese a todos los retos que tiene por delante.
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