La cuenta atrás para la Princesa Leonor ya ha comenzado. Será el día 30 de agosto cuando ingrese en la Escuela Naval Militar de Marín, donde ya ha comenzado la puesta a punto. Tanto es así que han iniciado un proceso de contratación y reforma que han intentado llevar en secreto. Con lo que quizás no contaban era todas las miradas que estaban puestas en ellos y es que no todos los años se 'cuela' una royal entre sus alumnos. 

La queja de la Academia Militar a la que llega la Princesa en solo unas semanas

Cuando solo quedan unas semanas para que la heredera el trono inicie una nueva etapa, sale a la luz la licitación de la escuela en la que se justifica tanto la contratación de camareros, como el lavado de cara que quieren darle al comedor. Pero, ¿qué se sabe y cuál será el montante de ambas cosas? Según cuenta 'Monarquía Confidencial', la academia requiere de más medios para este nuevo curso, ya que consideran que tanto los medios materiales como humanos son "insuficientes". 

“Se hace necesario contar con el personal apropiado y suficiente para el reparto en el comedor de alumnos, de los desayunos, comidas y cenas que se elaboran en la cocina a una media diaria durante el curso escolar de 500 alumnos, siguiéndose en unos casos el procedimiento de servicio en mesa y en otros el de línea caliente”, explican en el documento al que han tenido acceso en el citado medio.

Un servicio diario, al que deben sumarse los actos institucionales, en los que, a buen seguro, estarán los Reyes Felipe y Letizia. En ellos se espera que haya personal suficiente, siendo ellos quienes se ocupen de preparar las mesas en el día a día, de disponer la comida en los desayunos y las cenas, en la limpieza de las mesas y en lavar la cubertería o la vajilla, entre otras funciones. 

El número de camareros que piden en ENM

Y no solo saben que necesitan más gente, sino también cómo repartirla a lo largo del día. Para el desayuno piden al menos siete camareros durante dos horas, en la comida 20 durante tres y en las cenas nueve durante dos. Los fines de semana ya será otro cantar y es que solo se necesitarán seis camareros y dos horas de trabajo. Todo ello por casi 650.000 euros, sin IVA incluido. Un número que permitirá dar de comer a más de 500 alumnos, bajo unas mínimas condiciones. 

El otro punto a tener en cuenta es la renovación del mobiliario, el cual necesita un giro de 180 grados. Para ello también se contratará a una empresa externa, desde donde harán entrega de 700 sillas y doce mesas de comedor, lo que se traduce en casi 75.000 euros. Esto quiere decir que la renovación de la Escuela Naval Militar de Marín costará un total de 725.000 euros, más IVA, un importante desembolso antes de la llegada de la Princesa Leonor. 

Mientras disfruta de sus vacaciones en Palma, Leonor piensa en cuánto cambiará su vida en las próximas semanas. A la Princesa le tocará abandonar Mallorca y viajar a Galicia, donde ella y el resto de compañeros comenzará su formación militar. Es ahí precisamente, en los alumnos, donde encontramos nuevos detalles acerca de su futuro más próximo. 

El día a día de la Princesa Leonor cuando ingrese en la Escuela Naval de Marín

“Cuando entras en la escuela de Marín eres aspirante de primero, después de segundo y al llegar a tercero el nombramiento es el de guardiamarina y se tienen más privilegios. Uno de ellos es el horario más flexible el día de la llegada y sus salidas entre semana, algo que no hacen los de primero y segundo. A partir de tercero duermen en un edificio diferente denominado marqués de la Victoria, donde las habitaciones son de cuatro alumnos con cuarto de baño dentro”, explican en 'Vanitatis'. Cuentan, además, que deben despertarse a las 06.45 de la mañana, para desayunar en la media hora posterior, ya con la habitación lista y ella aseada. 

Es sobre las 9 de la mañana y tras haber pasado revista de policía cuando inician las clases, muchas de ellas enfocadas a navegación marítima y cultura naval. Es una vez después de comer cuando pueden descansar 15 minutos para luego acudir a formaciones más prácticas. Ejemplo de ello, los simuladores de navegación o la salida en lancha de instrucción, momentos que a Leonor le resultan especialmente llamativos. 

Ya sobre las 6 de la tarde parece que llega el final de su día. Se lee la orden del día siguiente, tiene lugar la oración y se deja tiempo para el estudio, siendo sobre las 9 y media cuando cenan con el resto de alumnos.