Tal y como pudo saber SEMANA, los Reyes Felipe y Letizia hicieron una curiosa petición en Zaragoza. Lejos de exigencias, ambos pidieron al restaurante en el que celebraron un día histórico que no les trataran con ninguna distinción. Querían ser uno más entre todos los invitados a la celebración posterior al 40 aniversario de la Jura de Bandera del monarca. Sin embargo, fue imposible. Así lo atestigua la foto inédita que acaba de ver la luz. 

En ella, Sus Majestades son los auténticos protagonistas de la velada. A pesar de estar acompañados de 650 personas, se convirtieron en el centro de atención. Rodeados de excompañeros de Felipe, la familia de estos y otros cadetes, charlaban con todo aquel que se acercara a ellos. Una actitud muy aplaudida por los presentes y que desde Aura, el restaurante maño, nos señalan a este medio. "Se mostraron muy afables, cercanos con todo el mundo. Se pidió que no se hiciera ninguna distinción", aseguran.

En las más de dos horas y media que duró el encuentro hicieron gala de su exquisita educación. La misma que tiene su hija, la Princesa Leonor. La heredera durante varios minutos no se separó de sus padres y con un inmenso cariño atendió a todo aquel que quisiera saludarla o compartir impresiones con ella, una accesibilidad sorprendente y que los invitados días después recuerdan.

Muchos de ellos eran los que rodeaban a la Familia Real. Los mismos que, en ningún momento, apreciaron que Letizia estaba incómoda con sus zapatos. No era para menos teniendo en cuenta que se había roto una falange del dedo del pie y que, además, portaba unos poderosos tacones. A pesar de ello, hizo de tripas corazón y aguantó hasta el final de la cena, en concreto, hasta antes de que arrancara la fiesta en la discoteca de Aura. 

La foto inédita de los Reyes en Zaragoza

La foto inédita de los Reyes en Zaragoza.

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Ninguno de los asistentes, ni invitados ni camareros, fueron conscientes de que la Reina Letizia tenía dolor. Poco antes había sufrido un accidente doméstico por el que días después se vio obligada a bajarse de los tacones y a apostar por zapatillas cómodas. 

Nada de esto ha restado ni un ápice de magia a lo vivido en Zaragoza, donde Letizia, Felipe y Leonor se dieron un baño de masas. Tanto en la Academia Militar de Zaragoza, como en la celebración posterior, donde fueron encumbrados una vez más. 

La comida que degustaron los Reyes y la Princesa Leonor

Fue sobre las 9 de la noche del sábado 4 de mayo cuando acudieron a Aura, una cita a la que previamente habían confirmado su asistencia. Aunque no fueron ellos los organizadores y sí la Academia, disfrutaron como nunca de todo lo dispuesto. Desde la exquisita recepción con bebida a la cena sentados, donde degustaron desde vinos aragoneses a una carrillada de cebón a la garnacha, que es una salsa de vino tinto, entre otras delicias. 

Fue justo después de la cena cuando Leonor se despidió de sus padres y bailó sin cesar hasta horas después. Estaba en su salsa, alejada de cámaras y quería desconectar de las estrictas maniobras que le acompañan desde hace meses. ¡Dicho y hecho! Según cuentan testigos del lugar, todos y cada uno de los presentes lo pasaron en grande gracias a un equipo de música en directo, el cual amenizó la velada. 

Si bien han pasado algunos días desde la fiesta, siguen teniendo muy presente la sensación de haber disfrutado. Eso no quita que hayan tenido que regresar al trabajo, tal y como te hemos contado en SEMANA. Era la Reina Letizia quien esta semana reaparecía con cómodos looks debido al problema doméstico que le provocó una rotura. 

La Reina Letizia apenas ha descansado tras su rotura del dedo del pie

Hasta este miércoles Letizia no ha descansado, siendo Felipe quien planea seguir hasta el final de la semana acudiendo a actos públicos. Sin duda alguna, un respiro para la Reina, a la que le queda una recuperación de al menos cuatro semanas. Tras varios análisis de expertos, doña Letizia concedió sus primeras palabras sobre lo sucedido. Intentó restar importancia y relató los pasos seguidos hasta el diagnóstico médico. 

"Una mala suerte, pero esto se cura. No sabía lo que me pasaba hasta que me hicieron la radiografía", dijo frente a varios periodistas. Esta dolencia se suma a su Neuroma de Morton, problema de salud por el que tiene severos dolores. Prueba de ello cuando en su último viaje nos dejó una desconcertante imagen. Decidió romper el protocolo y sentarse durante el besamanos en un taburete, lo que dejó no solo un aluvión de titulares, sino también de teorías. 

El detalle que demuestra la evolución favorable de la consorte

Por suerte, esta lesión parece haber quedado en un susto para la Reina Letizia. Durante sus apariciones públicas de la semana, la consorte ha dejado entrever un detalle que demuestra su clara evolución. Sin ir más lejos, durante su aparición en los Premios SM El Barco de Vapor y Gran Angular al mejor libro de literatura infantil y juvenil, doña Letizia volvió a hacer uso de sus deportivas de confianza. Sin embargo, en esta ocasión pudo llevar los cordones atados, mientras que durante el día anterior no

Este cambio aparentemente estilístico tiene un significado mucho más trascendental. Y es que, todo apunta a que su pie podría estar menos inflamado conforme van pasando los días, y quizá muy pronto pueda caminar con total normalidad. Por ahora, todo apunta a que la prioridad de la esposa de Felipe VI es su bienestar, y para ello, prefiere prevenir cualquier tipo de riesgo y dejar a un lado los zapatos de tacón. Al menos, hasta que los profesionales médicos lo crean conveniente. Aun así, cabe destacar que ni el uso de sneakers ha impedido que la Reina Letizia haga alarde de su exquisito gusto estilístico. En todos y cada uno de sus compromisos semanales, la consorte ha demostrado que la moda va mucho más allá del calzado, y que sabe adaptarse a la perfección a cualquier tipo de circunstancia, por muy difícil que sea. 

El neuroma de Morton, la otra afección de la esposa de Felipe VI

A esta lesión de falange se suma el problema que atormenta a la Reina Letizia desde hace años. Se trata del neuroma de Morton que le fue diagnosticado en junio de 2022 y que ha hecho su día a día mucho más complejo. El uso excesivo de tacones altos fue el detonante para que Su Majestad desarrollara una enfermedad crónica tan sumamente molesta, la cual provoca fuertes dolores localizados. Un malestar que incluso llega a imposibilitar a la persona que lo padece a mantenerse mucho tiempo erguida.

SEMANA se puso en contacto con Casa Real para conocer, de primera mano, las razones por las que la Reina Letizia prefiere estar sentada en ocasiones clave como el besamanos de Holanda: “No le aconsejan estar tanto tiempo firme y en posición estática”, puntualizaban. Se desconoce si en la actualidad la consorte se somete a algún tipo de tratamiento no invasivo, como por ejemplo, el uso de las inyecciones de cortisona, el cual puede ayudar a aliviar los dolores y la hinchazón.