Trabajar mano a mano con los Reyes Felipe y Letizia no es algo que esté al alcance de todos. Los monarcas saben muy bien de la importancia de rodearse de personas de su máxima confianza para cumplir con sus deberes reales como corresponde. Sobre ellos descansa el peso de la institución y sobre sus trabajadores la tarea de acompañarles y asistirles en esta ardua tarea de consolidar la monarquía

Como cualquier trabajo que se precie, pertenecer al equipo de Sus Majestades exige cumplir con unos requisitos. Ahora bien, en este caso concreto, las pautas a cumplir son más férreas y exigentes. Este es el inflexible código de conducta que Felipe VI y doña Letizia demandan de quienes están interesados en obtener un puesto en Zarzuela

El cambio de estrategia de los Reyes Felipe VI y la Reina Letizia desde su subida al trono 

La subida al trono del Rey Felipe VI hace una década supuso un cambio sustancial en la monarquía española. Consciente de la regeneración a la que debía someter a la institución tras las polémicas protagonizadas por su padre, el hijo de don Juan Carlos se dio a la tarea, no solo de reformular todo lo relativo a los criterios que determinan el buen hacer de los miembros de la familia real. También todo lo que se refiere al correcto (y transparente) funcionamiento de las actividades de su Casa. La gran transformación que ha experimentado el monarca y la Reina Letizia en las cuestiones públicas, así como en las familiares, es más que notorio y ha sido una constante desde su coronación. 

Prueba de ello, el férreo Código de Conducta para el personal de la casa real que impusieron los padres de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía cerca de seis meses después de aterrizar en el puesto, el 4 de diciembre de 2014 (la coronación tuvo lugar el 19 de junio de ese mismo año). Como recoge el portal de transparencia de la institución, "aun cuando el personal de la Casa está sometido a normas diversas en materia de derechos, deberes, obligaciones, régimen de incompatibilidades y procedimientos administrativos y disciplinarios, ello no debe impedir que puedan establecerse principios éticos y de conducta comunes que deban presidir su actuación". Te los resumimos a continuación: 

Todos los detalles de la seguridad de Felipe y Letizia, a examen

Los Reyes Felipe VI y Letizia en una foto de archivo. 

Gtres

La lista interminable de principios que deben regir el comportamiento de los trabajadores de Sus Majestades

En primer lugar, para el Rey Felipe VI y la Reina Letizia es prioritario que las personas que pasan a trabajar con ellos tengan claro que deberán velar en todo momento por los intereses generales. Su actividad estará sujeta y regida, da igual el ámbito y la tarea, a la Constitución y el resto de normas que integran el ordenamiento jurídico. En su actuar, tendrán que demostrar una lista extensísima de principios, entre los que destacan los siguientes: objetividad, integridad, neutralidad, responsabilidad, imparcialidad, confidencialidad, dedicación al servicio público, lealtad, ejemplaridad, austeridad, accesibilidad, eficacia y honradez. También se incluye la protección del entorno medioambiental y el respeto a la igualdad entre mujeres y hombres.

En el desarrollo de su tarea, el trabajador real deberá perseguir la misión de la Casa Real y apoyar el Rey y al resto de miembros de la familia real en cuantas actividades se deriven del ejercicio de sus respectivas funciones institucionales. Las relaciones que construya con las diferentes administraciones públicas se materializarán bajo los principios de colaboración y coordinación. Del profesional contratado se espera que sepa trabajar en equipo y que demuestre su espíritu de cooperación con el objetivo de obtener el mejor rendimiento de las capacidades personales. Las propias y las de sus compañeros, así como de los recursos disponibles a su alcance.  

Las exigencias inquebrantables que imponen los Reyes a los candidatos a un puesto en Zarzuela

En cuanto a los criterios de actuación que deben guiar el trabajo de quienes opten a un puesto en Zarzuela, Felipe VI y la Reina Letizia exigen absoluta neutralidad política, respeto al pluralismo e imparcialidad. Una postura contraria a cualquier exposición de posiciones personales, familiares o corporativas. De esta persona se espera un desarrollo de sus funciones y obligaciones laborales sobresaliente que cumplirá con diligencia y de manera ejemplar.

Algo en lo que Sus Majestades hacen especial hincapié es en la importancia de guardar el secreto de las materias clasificadas o cuya difusión esté prohibida, así como en mantener la máxima discreción. Sobre todo si se refiere a asuntos delicados a los que el candidato tenga acceso a razón de su cargo y pueda ser usada en beneficio propio o de terceros o en prejuicio de cualquier miembro de la familia real o de la monarquía.

Finalmente, y no menos relevante, el futuro trabajador de los Reyes (y los que ya están en nómina) no aceptarán ningún regalo, favor o servicio en condiciones ventajosas que vaya más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía. Tienen tajantemente prohibido, sin importar el caso, aceptar o solicitar, directa o indirecta, beneficio propio o de terceros, así como retribuciones y gratificaciones. En caso contrario, su despido será inminente y sin posibilidad de réplica. Se sobreentiende que don Felipe y doña Letizia no harán ninguna concesión en caso de que la persona a su servicio se salte alguna de estas ferras normas, imprescindibles, por otra parte, para no caer en errores pasados.