Los Reyes Felipe y Letizia están a punto de celebrar un aniversario histórico que les puso en el centro del ojo público antes del esperado. La abdicación de don Juan Carlos supuso la subida al trono de su hijo el 19 de junio de 2014 y con él, su mujer.
En las espaldas de ambos recayó dar un giro de 180 grados a la monarquía, tan cuestionada en ese momento. Y la jugada no ha podido salirles mejor a tenor de las últimas encuestas y de los calificativos que han recibido más allá de nuestras fronteras. Así define la prensa alemana el paso definitivo que dieron los monarcas hace diez años y que cambió la historia de España para siempre.
Un aniversario marcado por un cambio de rumbo y el aval de los medios extranjeros
Las cifras hablan por sí solas. El Rey Felipe VI es el miembro de la Familia Real española mejor valorado por los españoles en la actualidad. Una buena noticia a menos de 48 horas de que el monarca celebra una década al frente de la Corona española. Es el mejor resultado obtenido en estos 10 años de reinado. De acuerdo con una encuesta realizada para 'Vanitatis', el marido de la Reina Letizia obtiene una media de un 6,6 de aceptación entre la ciudadanía. El cambio de rumbo que ha adoptado la monarquía en los últimos años se está haciendo notar, con unos monarcas asentados y cómodos en el importante papel que desempeñan.
A punto de cumplir su décimo aniversario al frente de la institución, los padres de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía también obtienen el aval de los expertos extranjeros. La gran transformación que han experimentado en las cuestiones públicas y en su relación más privada es más evidente para el 'Bunte', que ha querido echar la vista atrás para rememorar la subida al trono del hijo del emérito, don Juan Carlos, junto a su inseparable reina, y todo lo que pasó desapercibido.
Los gestos de cariño de los Reyes Felipe y Letizia que pasaron desapercibidos
Aquel 19 de junio de 2014, la familia real al completo salió al balcón del Palacio Real en Madrid para saludar a los curiosos que querían ver con sus propios ojos al nuevo monarca. El Rey Felipe VI, la Reina Letizia y sus hijas, acompañados de los Eméritos, simbolizaron juntos el cambio de rumbo que acababa de tomar la corona real española. Una estampa idílica que tardaría años en repetirse. "Debido a los innumerables escándalos amorosos y económicos de Juan Carlos y la consecuente pérdida de confianza de su pueblo, el monarca se vio obligado a pasar las riendas a su hijo. ¿Era realmente tan armonioso el ambiente en el balcón del palacio?", se pregunta el prestigioso medio alemán.
Algo que destaca el 'Bunte' son los "besos y caricias" que personificaron don Felipe y doña Letizia, a la vista de todos. Unos gestos de cariño inéditos en ese momento que en el último año se han multiplicado en sus apariciones institucionales conjuntas. Una muestra de su sintonía que coincide con la reciente celebración de su 20 aniversario de boda. "Aquel día de la proclamación pasó a la historia de España. Aunque los acontecimientos de hoy se pueden ver bajo una luz diferente", señalan desde Alemania en referencia al distanciamiento que se produjo inmediatamente después entre los monarcas y don Juan Carlos y doña Sofia. Pero hay más.
La reseña favorable de la prensa alemana al papel renovador de los padres de Leonor y Sofía
"Felipe prometió construir una monarquía moderna. El mayor reto para Felipe y Letizia era reconstruir los escombros dejados por Juan Carlos. Durante los últimos diez años, la pareja real ha hecho todo lo posible para recuperar la confianza del pueblo y devolver a la monarquía española su antigua gloria", sentencia 'Bunte'. Unas palabras con las que dejan entrever que los Reyes han seguido a rajatabla su objetivo prioritario de darle otra cara a la monarquía, alejada de los escándalos que les precedieron.
Mucho ha cambiado en esta década desde la proclamación de Felipe VI. Del distanciamiento inicial que impuso el Rey respecto a su padre (y del que se culpabilizó en un primer momento a la Reina Letizia), ahora se respira, como mínimo, una cordialidad inédita. Ejemplo de ello, el hecho de que no declinaran la invitación a la comida que organizó la Infanta Elena en Madrid por su 60 cumpleaños, a la que también estaba invitado don Juan Carlos. Una decisión que puso de manifiesto que las asperezas en el seno de la familia Borbón se han ido limando con el paso del tiempo. Tampoco se privaron de asistir al funeral de Fernando Gómez-Acebo, hijo de la Infanta Pilar y primero pequeño de Felipe.
Don Felipe y doña Letizia también ha dado un giro de 180 grados de cara al público en el plano más personal. Cada vez son más frecuentes sus gestos de complicidad en público, como muestra de unidad familiar al frente de la Corona española. Sobre todo cuando atienden algún acto público con sus hijas (o protagonizado por ellas, como la Jura de la Constitución de la Princesa Leonor) y despliegan su lado más paternal con ellas.