Después de cuatro días en la localidad gallega de Sanxenxo, a la que el rey Juan Carlos ha viajado desde Abu Dabi para participar en las regatas, el monarca ha puesto rumbo a Vitoria. A la capital vasca viaja por motivos personales, tal y como ha podido confirmar TVE.
Don Juan Carlos aterrizará en el aeropuerto de Foronda y viaja en un avión privado de alquiler que ha salido de Vigo pasadas las 17:00 horas. Según señala el diario 'El Correo', este desplazamiento podría deberse a una visita a su equipo médico de confianza: el odontólogo Eduardo Anitua y el traumatólogo Mikel Sánchez. Dos profesionales que también son buenos amigos del rey emérito.
La discreción del rey Juan Carlos
Este segundo viaje a Sanxenxo desde que fijó su residencia en los Emiratos Árabes ha sido mucho más discreto que el primero. Tan solo se ha dejado ver en contadas ocasiones acudiendo al puerto deportivo del municipio y entrando en la residencia de su amigo y anfitrión, Pedro Campos. Además, ha evitado realizar declaraciones a los numerosos medios de comunicación que se han agolpado debido a su visita. Finalmente, el padre de Felipe VI no ha podido participar en las pruebas de la regatas a bordo del Bribón que se han celebrado entre el sábado y el domingo. Todo como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. En esta ocasión, solo le hemos visto navegar el jueves, alrededor de tres horas durante una jornada de entrenamiento.
Un viaje de perfil bajo que nos deja contadas fotografías del monarca emérito, algunas de ellas en el interior del vehículo de su amigo, y que ha brillado por su discreción. Y es que su primera y sonada visita generó un importante revuelo que causó cierto malestar en el seno de la Familia Real. Don Juan Carlos llegó al aeropuerto de Vigo el pasado miércoles, 19 de abril, procedente de un vuelo desde Londres. En la capital inglesa disfrutó de una cena con amigos en un exclusivo club y acudió a ver el partido entre el Chelsea y el Real Madrid, de cuartos de final de la Champions League. Fue en agosto de 2020 cuando el padre de Felipe VI comenzó una nueva vida en Abu Dabi.