El Rey Juan Carlos continúa en Sanxenxo (Galicia), donde no solo está disfrutando de las regatas, sino también de la compañía de sus amigos. Ese es precisamente uno de los grandes motivos por los que se niega a renunciar a su deporte favorito. Y es que no solo le sirve para surcar los mares y desconectar, también para abrazar a los suyos, a aquellos que le echan profundamente de menos desde que se trasladara su residencia a Abu Dabi. Prueba de cuánto y cómo les añora las fotografías que acaban de ver la luz este viernes 21 de abril, cita en la que se ha visto de nuevo la pasión en sus ojos. Es bueno amigo de sus amigos y quiere aprovechar al máximo el tiempo junto a ellos.

rey Juan Carlos
Gtres

De momento, no se le ha podido ver en compañía de sus hijos, quién sabe si por problemas de agenda. Solo se le ha visto con un grupo de su extrema confianza, con el que se siente a gusto, comparte anécdotas y carcajea sin cesar. Acompañado de su bastón y de su equipo de seguridad, el emérito está intentando paladear cada instante de este viaje privado del que apenas han trascendido detalles. De nuevo, ha llegado con su inseparable gorra, la cual le ayuda cuando asoman algunos rayos de sol en los entrenamientos de cara a la regata.

Si bien este jueves estuvo más de dos horas y media regateando, en esta ocasión la jornada ha sido mucho menor. Al igual que su actitud con la prensa, con la que está intentando mantener su discreción. Ha optado por un perfil bajo, evitando así dar que hablar y satisfaciendo así las peticiones que supuestamente le habría hecho Casa Real, según se ha publicado. Es consciente de la expectación que genera su presencia, pero no dará más motivos para que esta crezca. "Majestad", gritaban algunos vecinos cuando le vieron reaparecer, con lo que expresaban su alegría al verle.