El estilo de la Princesa Leonor ha evolucionado mucho en el último año. Ha sido cuando, ya de verdad, hemos visto crecer a la heredera hasta adoptar un estilo adulto, alejándose de aquella dulce niña rubia y de ojos azules con sus trencitas y vestidos infantiles. Bueno, sigue conservando todos estos rasgos, pero definitivamente ya no es una niña. Próxima a cumplir los 18 años (el 31 de octubre), la heredera avanza en su propia dirección con cada aparición pública. Y la última que tenemos de ella, hace unos días para salir con la familia al cine en Palma de Mallorca, nos ha dejado un pequeño detalle de gran importancia: su manicura en rojo sangre.
Nunca antes habíamos visto a Leonor con las uñas de las manos pintadas en un color tan potente. Nunca. Tampoco en sus apariciones previas durante estas vacaciones en Mallorca. Y ha tenido que ser justamente antes de su incorporación a la Academia Militar de Zaragoza, prevista para el jueves 17 de agosto. Las llevaba hechas de profesional, perfectamente limadas en ligera punta.
Esto nada tendría de llamativo si entre las Normas de Aspecto Exterior del Ejército no destacara una línea especialmente dedicada a la cuestión. En el apartado de Complementos hay un subapartado de Maquillaje, en el que se afirma que "será de uso exclusivo y potestativo para el personal femenino. Se limitará a colores naturales que no contrasten en exceso con la propia piel. Cualquier otro producto, como sombras de ojos, lápiz de labios, etc, tendrá colores pálidos. El esmalte de uñas será transparente".
De repente, esta última frase ha adquirido un significado especial. Desconocemos si la Princesa Leonor se había atrevido con anterioridad a llevar las uñas rojas, para su vida diaria o sus salidas privadas, pero el hecho de lucirla a pocos días de ingresar en la milicia cobra otra importancia. La Princesa se prepara para pasar el próximo curso cumpliendo estrictas normas militares, con exigencias muy distintas a las de la vida civil. Es consciente y se siente ilusionada, "contenta, con ganas y convencida" ante este nuevo reto, tal y como dijo ella misma durante la entrega de los Premios Princesa de Girona.
Por eso, al repasar quizás todos los requisitos necesarios para afrontar su inminente ingreso en La General, Leonor haya reparado en que no podrá dar rienda suelta a su coquetería, que deberá ser austera en su apariencia, mantener el decoro y la formalidad en su atuendo, vestir el uniforme sin tacha, etc. Así que ¿por qué no probar o mostrarse ante el mundo con una manicura roja en estos últimos días de 'libertad'?
Todo un gesto de 'rebeldía' o un rasgo más de personalidad de la hija de los Reyes en un momento crucial de su vida. Y más cuando su madre, la Reina Letizia, hace tiempo que descartó la manicura en colores vivos y recurre casi siempre a la socorrida manicura francesa o directamente no se pone nada. A veces se dice que la manicura roja es un error de protocolo en la realeza, pero no hay nada escrito al respecto. La Princesa Leonor sencillamente ha querido ser un poquito más ella misma, ir a su propio aire, antes de que la uniformidad sea la pauta de sus días.