La Reina Letizia ha vuelto a reaparecer en un acto público echando mano de su ya incondicional nuevo accesorio. Su Majestad no se ha complicado y ha optado por la fórmula de traje blanco y 'sneakers'. Las deportivas se han convertido en su nuevo aliado después de romperse una falange de su pie derecho que la imposibilita a llevar zapatos cerrados y, por supuesto, tacones. 

La mujer de Felipe VI ha presidido los Premios SM El Barco de Vapor y Gran Angular al mejor libro de literatura infantil y juvenil en su 46ª edición en Madrid. Unos galardones que han dejado ver un detalle que desde revista SEMANA no hemos pasado por alto. Todo parece indicar que doña Letizia evoluciona favorablemente de su lesión y esta es la prueba. 

 

La aparición insólita de la Reina Letizia que hizo saltar todas las alarmas

La expectación era máxima en torno a la llegada de la Reina Letizia a su último acto público celebrado en la capital del país. Una nueva oportunidad para comprobar su estado físico después de confirmar su fractura en una falange. La soberana ha llegado por su propio pie y con una sonrisa de oreja a oreja, saludando a todos los presentes. La dolencia de la que ahora se aqueja parece no haberle quitado su buen humor, lo que, sin duda, es un buen síntoma. El pasado lunes 6 de mayo, la madre de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía hacía saltar todas las alarmas cuando aparecía arrastrando por el suelo su pie derecho y en zapatillas como consecuencia de su nueva lesión. Sin ayuda de muletas, cabe subrayar.

Era la propia doña Letizia la encargada de dar un parte de tranquilidad sobre su situación insólita. Por lo visto, se rompió el dedo central del pie derecho tras golpearse contra una mesa en el Palacio de la Zarzuela. Una fractura del todo común que no requiere de mayores atenciones aunque, si no se cura bien, podría acarrear importantes secuelas. La mujer de Felipe VI no ha querido tomarse ningún día de descanso a pesar de su dolencia. Eso sí, ha tenido que modificar, inevitablemente, algunos hábitos a propósito de su nueva condición, como el de decantarse por zapatos más cómodos y holgados, así como evitar estar tanto tiempo de pie. Una circunstancia que se suma al neuroma de Morton que ya empañó su viaje de Estado a Holanda y que le fue diagnosticado hace unos años.

La Reina Letizia, con un traje blanco para su último acto

La Reina Letizia en su último acto en Madrid luciendo zapatillas menos holgadas.

Robert Smith

El signo inequívoco de que la mujer de Felipe VI se va recuperando poco a poco de su fractura

En cualquier caso, la Reina Letizia está más recuperada que el primer día que la vimos con su fractura a cuestas. Es cierto que llama poderosamente la atención que Su Majestad no haya hecho un parón en su agenda porque se trata de una afección que puede ser muy dolorosa y que tarda en curarse algunas semanas. Teniendo en cuenta que el sábado 4 de mayo acudió al 40 aniversario de la jura de bandera de Felipe VI junto a su promoción en el Ejército de Tierra, en Zaragoza, y ahí no se la vio convaleciente, lo más lógico es que se golpeara con la mesa de la discordia ese mismo fin de semana.

Todo parece indicar que la decisión de la doña Letizia de no cancelar sus compromisos institucionales no le ha jugado una mala pasada. Prueba de ello que en este último acto en Madrid ha asistido con unas zapatillas mucho más estrechas de las que lució el lunes 6 de mayo durante el concierto "EmociónArte", Fomento a la Educación en Bienestar Emocional, organizado por la Fundación Princesa de Girona. Un signo inequívoco de que evoluciona favorablemente de su lesión al no tener que llevar las 'snekears' holgadas y a medio desatar como sí sucedió durante el evento de la fundación que lleva el título de su hija mayor, la Princesa Leonor.

Como ya hemos indicado, la fractura de falange no es un tema del que preocuparse, pero sí requiere que se sigan las indicaciones de los médicos y el tratamiento correspondiente a rajatabla que, normalmente, implica reposo. En caso contrario, podría desencadenar problemas mayores que obligan a la persona que ha sufrido la lesión a pasar por el quirófano y someterse a una intervención quirúrgica. Esto en caso de que la fractura sea muy desplazada, inestable o afecte directamente a la articulación. A tenor de la última aparición de Su Majestad, visiblemente recuperada, parece que este no es su caso y todo va según lo previsto.