La Infanta Sofía de pequeña era una chica espontánea hasta que años después quiso refugiarse en la sombra de su hermana. Según cuentan es educada, prudente y, sobre todo, consciente de que el foco está puesto en la Princesa Leonor, con quien se ha dejado ver durante los primeros días de las Olimpiadas en París. Ha sido allí precisamente donde las cámaras han captado una imagen de ella, una que habla por sí sola y es que a través de ella podemos conocer detalles desconocidos de su personalidad. 

A pesar de que es comedida en sus gestos, hay veces que se olvida y nos deja momentos como el que te mostramos a continuación. En él vemos cómo charla con los tenistas Rafael Nadal y Carlos Alcaraz, mientras está junto a su hermana. Mientras Leonor se muestra vivaz y sonriente, ella tiene una actitud completamente diferente. Tanto que está seria y cruzada de brazos, dejando ver nuevos detalles sobre ella. Pero, ¿qué quieren decir?, ¿es todo tan evidente como pensamos?

Para responder a esta pregunta hemos hablado con dos expertos: Javier Torregrosa, experto en comportamiento humano y comunicación no verbal científica, y con la psicóloga Lara Ferreiro. Ambos nos ofrecen llamativos puntos de vista.

El cruce de brazos de la Infanta Sofía en París

El cruce de brazos de la Infanta Sofía en París.

Gtres

Comencemos por el análisis de Torregrosa de 'NoVerbal', que explica que esto puede deberse a una regla cerebral. "Hay un hemisferio que domina una parte del cuerpo. El hemisferio izquierdo se encarga de ejecuciones del control y domina la parte derecha de tu cuerpo. El derecho domina la parte izquierda. Se encarga de la acción, de todo aquello que haces sin pensar. Es más emocional. Esto quiere decir que si Sofía cruza su mano izquierda sobre la derecha son personas que tienen dominancia de la espontaneidad", desliza. 

Un prisma que la psicóloga Lara Ferreiro mira de un modo distinto. Según nos cuenta esta experta, a quien SEMANA ha consultado, la mayoría de veces nos comunicamos a través de los gestos, las expresiones y las posturas. "El 70 % de la comunicación es no verbal", comienza diciendo al otro lado del teléfono. Es ella la que nos cuenta lo que la Infanta Sofía podría decir cuando se cruza los brazos, un gesto universal que tiene varios significados. Todos ellos dependen del contexto. 

"Esto es protección, quieres protegerte y defenderte. En situaciones de mucho estrés, cuando quieres crear una burbuja y un entorno de seguridad porque es una situación que no terminas de controlar puedes hacerlo. También podría significar atracción, ya que evitas así que se note o porque ese día tienes un estado de ánimo bajo. Hay diferentes formas de interpretarlo", explica Lara Ferreiro, autora del libro 'Adicta a un gilipollas'.

Cabe señalar que la Infanta Sofía, además de tener cruzados sus brazos, tiene una posición concreta de su cabeza y mira hacia un punto determinado, cuestiones dignas también de análisis. "La Infanta tiene la cabeza alta porque se siente orgullosa de quién es, mira con ojos clavados en la otra persona, por lo que le resulta interesante lo que le están contando", desliza Ferreiro. 

El significado de la posición de los brazos de la Infanta Sofía en París, según la psicóloga Lara Ferreiro

Aunque lo más sorprendente para Lara tras estudiar la imagen de la menor de la Familia Real Española es la posición de sus brazos. En su caso, el izquierdo se posa sobre el derecho. "Eso significa que es una persona racional, que quiere decir que te dejas llevar más por las decisiones de la cabeza que las del corazón. Una persona racional no es nada impulsiva, analiza, de hecho, a ella se le ve pensando qué va a decir. Tanto ella como su hermana son personas racionales", dice la psicóloga a la que ha recurrido esta revista.

¿Es la Infanta Sofía una persona segura de sí misma? Los pulgares que la delatan 

El cruce de brazos, según expertos en comunicación no verbal, es un gesto innato en el que hay varias categorías. En una de ellas encontramos una que cuadra a la perfección con la imagen de la Infanta Sofía, pues en ella tiene los pulgares hacia arriba. Una cuestión que se observa de forma tímida, pero que exhiben aquellas personas "seguras de sí mismas que controlan la situación". "Es una manera de demostrar a los demás que confía en sí mismo, a pesar de que los brazos están en situación protectora", cuentan en 'Divulgación dinámica'. 

Aunque hay quien no recomienda cruzar los brazos porque puede entenderse como una postura negativa, ya te avanzamos que no para todo el mundo es así. Mientras unos creen que transmite falta de compromiso, cansancio o timidez, otros recuerdan que no siempre se traduce en estar cerrado en banda. 

La Infanta Sofía hasta la fecha ha demostrado no querer protagonismo, sino todo lo contrario. Intenta que sean las otras personas que están junto a ella quienes alcancen todas las miradas y ceñirse al protocolo. No salirse demasiado de lo marcado y jugando poco a la improvisación, prueba de ello, que se negara a levantar el trofeo durante la Eurocopa 2024.