La visita de los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía a Sotres, Pueblo Ejemplar de Asturias 2024, ha dado para mucho y muchas anécdotas. Un recorrido de varias horas en las que la familia real ha visitado varios puntos estratégicos de la pequeña localidad, situada en pleno corazón de los Picos de Europa, en el concejo asturiano de Cabrales, con apenas 108 habitantes censados. 

Sus Majestades y sus hijas se han mostrado de lo más cercanos con los ciudadanos ahí reunidos, que les esperaban con toda la expectación del caso y que han aguantado las fías temperaturas del día. No han faltado tampoco los gestos de cariño entre los monarcas y sus hijas, que, una vez más, han dejado constancia de su gran unión y complicidad. 

La Reina Letizia no olvida su papel de 'madraza' en los eventos institucionales: el gesto que la delata

Han llegado en uno de los coches del largo séquito real y han pisado Sotres con la música de las gaitas sonando de fondo. La Reina Letizia ha tenido una nueva oportunidad para enseñarle a su familia las bondades de su tierra natal y lo ha hecho en un paraje inigualable, considerado como la capital de los Picos de Europa. La lluvia ha respetado a los Reyes, que han podido disfrutar junto a sus hijas de una jornada en la que el sol, finalmente, le ha ganado la partida a la niebla y las nubes.

Si por algo se ha caracterizado esta cita rural que se celebra cada año en el marco de los Premios Princesa de Asturias es la gran cercanía que ha demostrado la familia real al completo con los habitantes de Sotres. Y estos se lo han agradecido con creces, coreando en varias ocasiones "Viva el rey". 

El primer punto al que se ha dirigido la familia real ha sido al mirador de Sotres, donde han posado para las cámaras con las imponentes montañas a sus espaldas. Antes de aquello, doña Letizia ha sacado a relucir la 'madraza' que lleva dentro y no ha dudado en colocarle a la Princesa Leonor el abrigo, tirando con fuerza de la prenda con el objetivo de taparle la zona del pecho y, de este modo, asegurarse de que no cogiera frío.

Como cualquier hija que se precie, más si está en sus primeros años de adultez, la hereda al trono ha puesto cara de circunstancias y le ha censurado el gesto a su madre. Una mirada de reprobación que ha llegado a su fin en apenas unos segundos, cuando les ha tocado posar para la foto. 

La Reina Letizia le coloca la chaqueta a la princesa Leonor.

La Reina Letizia le coloca la chaqueta a la princesa Leonor. TPA

El abrazo de la Infanta Sofía a la Princesa Leonor que casi le hace una cobra 

Otro de los momentos más anecdóticos de la jornada también ha tenido lugar encima de la plataforma del mirador, después de que la familia real al completo se hiciera la foto oficial. Se ha producido cuando los miembros de la prensa ahí presentes han solicitado a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía una foto de dos. La benjamina del clan no lo ha dudado dos veces y le ha puesto el brazo sobre los hombros a su hermana mayor para materializar la petición. Ya sea porque se ha asustado del brusco movimiento o por no romper el protocolo, la heredera al trono se ha separado de Sofía y le ha dejado a medio abrazo. 

Una casi cobra que no ha llegado a más. Y es que, al darse cuenta de su gesto, la Princesa Leonor se ha vuelto a acercar a su hermana pequeña y le ha agarrado por la cintura para posar ante las cámaras. El momento divertido no ha pasado desapercibido y tanto Leonor como Sofía se han reído al unísono de la divertida situación que han protagonizado. 

La Reina Letizia le da dos besos a Justa.

La Reina Letizia le da dos besos a Justa. TPA

El bonito gesto de la Reina Letizia con Justa, la dueña del bar más antiguo de Sotres que se ha saltado el protocolo

Ya de vuelta en el pueblo, los Reyes Felipe y Letizia han paseado por sus calles y han recibido el calor de sus ciudadanos, que no han parado de solicitar su atención y vitorearles a cada paso. En un momento del paseo, la familia real se ha detenido delante de Casa Rumba, el mítico bar de Sotres y el más antiguo, cerrado temporalmente por enfermedad. Delante de sus puertas les esperaba Justa, su dueña, que a sus 84 años no ha dudado en dar dos besos, primero a la Infanta Sofía y la Princesa Leonor e inmediatamente después, a la Reina. El único que se ha "salvado" del achuchón ha sido el Rey Felipe VI

Doña Letizia ha salido corriendo al encuentro de Justa y la ha saludado con mucha efusividad, sin inmutarse en que, con este gesto tan mundano, estaba rompiendo el protocolo. Su Majestad y la mujer han compartido varios minutos de charla en los que la primera no ha dejado de tocarle las manos y el hombro, en clara señal de que estaba muy cómoda con las confidencias que Justa le estaba compartiendo.