Los apodos son una costumbre viva en cualquier familia. Da igual tu sangre, tu rango e incluso tu situación económica y si no que se lo digan a las Casas Reales. Ejemplo de ello que Carlos III y Camilla se llamen entre ellos "Fred" y "Gladys" o que el príncipe Guillermo llame a Kate Middleton "Poppet", cuya traducción es algo así como "muñequita". Una curiosa forma de entender que en las diferentes Coronas hay motes para todos los gustos. No obstante, son pocos los que conocen los de nuestra Familia Real Española o sobre los miembros de la Casa Real, razón por la que hoy queremos hablarte de ello.
Los múltiples motes del Rey Juan Carlos durante su reinado
Aunque el Rey Juan Carlos siempre ha sido relacionado con el adjetivo "campechano", en el ámbito familiar su mote era bien distinto. Su suegra, la Reina Federica de Grecia, lo llamaba "tenientillo de nada", a diferencia de su círculo que le llamó siempre "Juanito". Especialmente sus padres, sus hermanos e incluso la Reina Sofía. Años más tarde, ya en las Academias Militares, prefirió que le llamarán Juan o Borbón. Nada que ver con cómo le llamaban, según se ha dicho, los hijos de Bárbara Rey:"Tito Juan Carlos".
Felipe VI tuve muchos apodos antes de ser rey
La Reina Sofía es llamada por su círculo más cercano como "Sofi", aunque en ámbitos oficiales se le haya llamado también como 'La Griega' o 'La Reina de las Artes'. Mucho más mundano es el del Rey Felipe, quien fue bautizado en redes sociales como el 'Kioskero', fruto de una broma de un tiktoker. En su formación militar, en cambio, le llamaron Pipe, SAR por las siglas de Su Alteza Real o incluso Winston, ya que era alto y rubio como los famosos cigarrillos.
La Infanta Elena, la Infanta "agria" según la prensa
Más curioso todavía es el de las Infantas Cristina y Elena, a quienes siempre se han referido los paparazzis por su carácter. Uno muy diferente del otro. Mientras a Elena se le llamaba "la Infanta limón" por su agrio carácter, a Cristina se referían como la "infanta naranja" por su personalidad más dulce. No tenían nada que ver la una con la otra y la prensa lo sabía.
Los otros dos nombres que se barajaron para la Infanta Elena
A pesar de que la Infanta Elena fue bautizada como "Elena María Isabel Dominica de Silos", sus padres barajaron otros dos nombres para ella. Uno de ellos era María Cristina y otro Sofía, aunque su madre tuvo claro cuál iba a ser el nombre ganador, el de su muñeca favorita. La Reina Letizia, por su parte, tuvo unos motes en su familia, otros a su llegada a la Familia Real Española. Según cuentan don Juan Carlos la llamó "la asturiana" y "la mandona" durante años, una forma despectiva que acabó en varios medios de comunicación. Sus amigos, en cambio, la llaman "Leti" o "Let", tal y como dejó en evidencia la dedicatoria de su amiga Sonsoles Ónega en un libro escrito por ella.
La belleza de la Princesa Leonor da lugar a su apodo en Zaragoza
La Princesa Leonor es, sin duda, la que mayor repercusión e impacto tiene en la actualidad. Al menos en la prensa, pues ella es la heredera al trono. Aunque haya para quien es una desconocida, en las distancias cortas es una persona tremendamente amable y servicial. Es su innegable belleza la que le ha llevado a ser tildada de "cadete bombón" en la Academia General Militar de Zaragoza.
Froilán prohíbe a sus amigos que le llamen por su nombre
Primos suyos como Victoria Federica es llamada Vic y su hermano Froilán Pipe, de hecho, se niega a que le llamen Froilán y prefiere ser llamado Felipe. Así nos lo explicó una persona con la que coincidió en su última fiesta en Abu Dhabi, cita en la que celebró el Día de la Hispanidad con otros españoles. Fue en ese momento cuando pidió a todo aquel que se le acercara que no le llamaran Froilán, su nombre más repetido en los medios de comunicación.
Esto nos lleva a hacer un repaso por otros reyes de la historia. Por ejemplo por Felipe II, a quien se le conoce como el "prudente" por su forma de ser reservada o Carlos II "el hechizado", al que se le ha atribuido un gran despiste y problemas de salud. Se creyó que había sido víctima de la brujería, ya que tenía raquitismo y su cabeza estaba repleta de costras, entre otros detalles.