Lejos de relajarse, la Infanta Sofía comienza sus vacaciones con emociones fuertes. Es, solo dos días después de abandonar Gales, cuando debuta en su primer acto oficial en solitario, eso sí, lo hará en un escenario conocido como es el Palacio Real. La pequeña de la Familia Real Española entrega este viernes 13 de diciembre los premios de un concurso de fotografía, ya que fue elegida madrina, pero ¿qué debe tener en cuenta de cara a su estreno? Para responder a esta pregunta hemos hablado con un experto en comunicación no verbal.
Javier Torregrosa ha analizado en multitud de ocasiones para SEMANA a la Infanta Sofía. Sabe, tras un exhaustivo estudio, qué supone para Sofía este paso al frente, al igual que conocen cuáles son sus gestos recurrentes en actos públicos, un lenguaje que, quizás, esté en su estreno, pero más contenido que nunca. O quizás todo lo contrario. Y es que hasta la fecha estaba acostumbrada a estar en la sombra e incluso a sufrir el denominado "síndrome de la segundona", lo que le ha llevado a no llamar demasiado la atención.
No obstante, eso no ha evitado que, en ciertos momentos, haya mostrado su lado más impulsivo. Así lo cuenta Javier, fundador de 'No Verbal', que ha trabajado como perito en casos judiciales en comunicación no verbal científica. Gracias a sus estudios sobre la relación entre la personalidad y el rostro humano en la Fundación Empresa Universidad y, por supuesto, en 'noverbal.es', ve claramente varios tipos de tendencias contrapuestas en relación a la impulsividad en la Infanta Sofía.
¿Cuál es el lado impulsivo de la Infanta Sofía, según Javier Torregrosa?
"En su área cognitiva, o sea todo lo que marque su comportamiento racional, Sofía es una persona con control sobre sus actos, de esta manera, destaca por procesar la información con detenimiento y analizarla antes de tomar una decisión y de ejercer una acción. Sin embargo, en contraste con esta afirmación, su comportamiento más emocional e instintivo, que es el que tiene que ver con las relaciones personales íntimas y relacionadas con la supervivencia y protección, es claramente más impulsivo, pudiendo en ocasiones en la intimidad familiar comportarse con algo menos de control. Además, se puede observar cierta dependencia emocional-afectiva hacia sus mayores", nos señala Torregrosa.
Esta conclusión, la de la dependencia emocional de la Infanta Sofía, no solo es evidente en sus gestos. También en una parte concreta de su rostro, tal y como refleja la neurociencia facial. "Investigamos la relación del rostro y el cerebro humano, por lo que podemos predecir con mucha fiabilidad el comportamiento futuro del individuo. En ese ámbito, vemos algunas cosas como que, a nivel cognitivo, la parte de su cerebro y por tanto la más racional, ostenta mucho control. Esto es lo que ejerce en el día a día", señala Torregrosa, experto en comunicación no verbal. Pero esta no es la única conclusión que nos resulta llamativa, sino también la que se extrae al analizar sus pómulos y su nariz.
El poderoso significado de la nariz y los pómulos de la Infanta Sofía
"Esto nos dice que es dependiente de personas más mayores como sus padres y que necesita el refuerzo de ellos, su aprobación continúa. Esto se ve en su tipología de nariz", nos dice Javier, desvelándonos algo completamente desconocido sobre la Infanta Sofía. Más allá de sus rasgos, en SEMANA pedimos a Torregrosa analizar la comunicación no verbal, la cual suele ser en la Infanta bastante acertada a la par que correcta. "Aunque la comunicación no verbal nos habla de un momento concreto, de la Infanta Sofía podemos ver que tiene bastante control y sonríe de una manera controlada. De hecho, cuando hay una intervención en público va de manera ordenada, ejecuta perfectamente y las cosas suelen salir bien", desliza.
El consejo de un experto en comunicación no verbal
Quizás sea en su debut el momento en el que se deje llevar, un consejo que el fundador de 'No Verbal' le da para que todo salga todavía mejor. "Si disminuyera el control sobre sus actos, se mostraría más espontánea y le llevaría a sonreír más expansivamente. En los vídeos que he podido ver no he apreciado ningún tic nervioso, pero no quiere decir que lo tenga o lo contrario", nos explica. Lo que sí ha podido comprobar Torregrosa es su sonrisa, la cual es muy distinta a la de su hermana, la Princesa Leonor. Tanto es así que es tildado como "fingida".
"Su sonrisa es contenida, sobre todo en comparación con su hermana, la cual tiene una sonrisa más extensa y espontanea. Sofía no eleva apenas lo pómulos cuando sonríe, lo cual nos hace percibirla como más sería y ejercitando control sobre sus actos, de hecho, así es ella, más moderada", finaliza en su análisis.