Está siendo una etapa de grandes cambios para Víctor Sandoval (57 años). La cancelación de 'Sálvame' le cogió por sorpresa y se vio de la noche a la mañana sin trabajo. Sin embargo, este lunes estrena 'Ni que fuéramos Shhh' en Ten junto a sus compañeros. El éxito que ha tenido el programa en el canal Quickie desde su estreno les ha permitido ahora dar el salto de nuevo a la televisión. Aun así, Víctor es cauteloso, porque asegura que se siente "en un examen permanente".

Ahora lo que espera es que el público no le dé la espalda. Hablamos con él en exclusiva de cómo se encuentra, cómo afronta este nuevo reto profesional y de su nueva casa del alquiler, donde se siente en su hogar.

‘Ni que fuéramos Shhh…’ se estrena este lunes en Ten. ¿Cómo afrontas este nuevo reto?

Bien, para mí es un trabajo más. Llevo toda la vida sintiendo que cada día me examino de nuevo. No sé si mis compañeros pensarán lo mismo, pero yo a nivel personal, me siento en un examen permanente. Me gustaría alguna vez disfrutar de un éxito completo y poder estar tranquilo. No lo he estado en todos los años que llevo en televisión. Nunca he estado tranquilo y nunca me han dejado estar tranquilo. No tengo esa tranquilidad que me gustaría tener alguna vez en mi vida, saber que tengo un trabajo.

Uno nunca se acostumbra a esa situación de incertidumbre, ¿no?

Nunca he tenido esa tranquilidad que otros compañeros sí han tenido de poder saber que tienen un sueldo a final de mes fijo. Yo no. Cuando estaba en Telemadrid, tenía al consejo de administración que según la audiencia determinaba si seguíamos o no seguíamos. Nunca he tenido esa tranquilidad de decir ‘soy la hostia’. Yo nunca he sido la hostia.

Víctor Sandoval en una foto de archivo.

Víctor Sandoval se siente en un "examen permanente" en el terreno laboral.

Gtres.

Pero Víctor, estás ahí, te mantienes.

Sí, estoy ahí, pero siempre en un examen permanente. No me quejo en absoluto, pero por eso te he dicho que ‘Ni que fuéramos Shhh’ es algo más. Bueno, la verdad es que ahora es un poco diferente, porque digamos que se nos ajustició a todos y creo que ha sido injusto. Pero la verdad es que no he entendido muy bien por qué nos han metido a todos en el mismo saco y por qué han rodado todas nuestras cabezas.

Durante estas semanas de 'Ni que fuéramos Shhh', ¿habéis recibido muchos mensajes positivos?

Hemos recibido mensajes de gente, pero han faltado los de otras personas.

¿Has echado en falta alguno?

Bueno, si no te han mandado mensajes es porque los echabas en falta de una manera absurda, porque muchas veces no queremos de la misma intensidad que nos quieren. A esto también estoy acostumbrado. A veces creemos que nos quieren mucho, pero realmente te das cuenta de que no te quieren, porque no se preocupan por ti. Es normal. Esperamos que los demás nos den lo que damos nosotros y muchas veces nos equivocamos. No recibimos.  Otras veces, a los demás les das tú y quieren recibir más, y encima se quejan porque les das, pero quieren más. En esta profesión hay tanta vanidad y tanta gente con tanta estrellita...

¿Te refieres a personas concretas?

Sí o no. La gente sabrá, los que están y los que no están. Cuando un grupo de personas te han apoyado y han apostado por ti, te han mantenido, te han dado de comer… y tienen un mal momento, yo creo que ahí es donde hay que estar, en agradecimiento. No lo hago por dinero, y lo necesito, pero no lo hago por dinero. Lo hago porque, primero, porque me gusta la idea de que arriesgues y segundo, porque es el momento en el que tú me necesitas a mí. Y aquí voy a estar yo.

Hay personas como Lydia Lozano, que está en TVE y está haciendo un esfuerzo tremendo por estar aquí porque a ella... ¿tú te crees que después de estar en TVE no le apetece irse a su casa a relajarse? Se come tres horas de directo, sin publicidad, sin vídeos… y se va a probarse unos zapatos, se va a bailar a la calle… porque el programa está vivo. Y el sueldo no puede compararlo con lo que acaba de ganar por la mañana en TVE, donde ha estado 20 minutos. Ese esfuerzo, y mira que yo con Lydia tengo mis más y mis menos, pero creo que es una persona imprescindible en televisión, supertrabajadora y, sobre todo, que cuando la necesitas, está, independientemente de lo que yo diga de ella. Las cosas hay que reconocerlas siempre.

Lydia sí está a la altura. Hay otras personas que no han estado a la altura. Y no quiero decir Kiko Hernández, porque también está a la altura. Lo que pasa que está en este momento con muchas cosas de trabajo que le impiden estar ahí. Tú ya tienes firmadas unas obras de teatro… si estás en Melilla, en Valencia… ¿cómo vas a estar aquí? Pero en cierta forma está, porque te manda mensajes, apoya, le llamas por teléfono y lo coge, pero hay otras personas que no.

Más que por mí, por los productores, porque la cabeza que más ha rodado es la de ellos. Han tenido que hacerse con otra productora. Hay que mostrar tu agradecimiento y solidaridad. Esto hay que verlo como una oportunidad. Esto que les ha pasado a ellos, yo no lo había visto nunca. Que te saquen de una productora de éxito, que te insulten, te veten… supongo que ya estarán recapacitando de que las cosas no se han hecho como se debía.

¿Estáis recibiendo críticas?

Me está encantando la gente, cómo ha recibido la gente este nuevo programa, que porque son ellos los que al final ponen las etiquetas. Es la calle, no son los directivos, no son las empresas. Tú podrás vender que eres lo más, pero no. Las marcas al final no te lo compran y se van a la verdad. Yo creo que lo que nos ha pasado a todos, me meto yo en el bote, es que somos como nos ves. Vamos con la verdad por delante y si nos equivocamos, lo reconocemos y pedimos perdón. Y si tenemos razón, también lo decimos. Somos como tú y como yo. Todos somos normales. Todo lo contamos, si no llego a fin de mes, si me ha tocado la lotería… Eso la gente lo agradece, agradece que no sea postureo, que no sea falso. Tampoco perdona la mentira. 

Víctor Sandoval en una foto de archivo.

Víctor Sandoval ha pasado unos meses complicados tras el final de 'Sálvame'.

Gtres.

Antes a la gente le gustábamos, pero no éramos tan icónicos como ahora. Hay una parte importante que yo aprendí en Netflix que es que tan importante son los haters como los que te quieren. Hay que cuidar a los haters. Yo antes borraba los comentarios negativos, pero me decían que no lo hiciera. Hay que dejarlos, porque eso quiere decir que despiertas algo. ¿Qué más te da que sea bueno o malo? ¿Qué te crees que Walt Disney cuando dibujaba solo dibujaba buenos? No, dibujaba a los malos. Luego la gente, ¿qué compra? ¿Las figuritas de Blancanieves o de la bruja? Pues de la bruja. De vez en cuando hay que ser el personaje malo.

¿Qué tal con tus compañeros?

Como siempre, la verdad. Pero han pasado muchas cosas, yo he llorado mucho. Yo lo he pasado fatal. Es la primera vez en mi vida que me he encontrado sin trabajo. Yo dejé a mi representante en abril y nos quitaron el programa en mayo. Yo me dije que para qué iba a tener representante si solo hacía esto. No me llamaban de ningún sitio, solo tenía ‘Sálvame’ y yo pensaba que esto iba a durar.

Ha sido muy complicado.

Te recuerdo que en un cine nos reunieron a todos y nos dijeron que íbamos a continuar con todos los proyectos que iban para septiembre en Telecinco. De repente, a los 15 días, nos enteramos por el periódico que todo eso era mentira. La propia cadena había mentido a la productora. Nos dijeron que íbamos a tener una continuidad cuando ya sabían que no iba a haber continuidad. Y la productora, con toda su voluntad, para que estuviéramos tranquilos, nos metió en un cine para enseñarnos una especie de documental que hicieron con todos los proyectos que tenía la productora. Te puedes imaginar, cuando todo eso se cae, de la noche a la mañana, en la calle… Pero tantas personas.

Tú conoces a los que estamos en cámara. Imagínate, con tanta gente allí, que se ha enamorado allí, que han tenido allí, una cantidad de vidas… todas lanzadas al vacío. Porque ya estábamos al borde del abismo con los rumores, pero luego te dicen que se acaba, pero encima con el condicionante del veto. Me ofrecen lo de Netflix, lo acepto y ahora me vetas. Pero es que yo no tenía otra cosa. ¿Me vas a pagar tú la luz, el agua? Es muy jodido quedarse sin trabajo, y he estado cinco meses sin trabajo, sin cobrar ni el paro. Es muy duro. ¿Tengo que agradecer algo a Mediaset o tienen que agradecérmelo ellos a mí que llevo allí desde el año 93? Yo habré cobrado, pero porque ha habido audiencias. Si yo no les resulto rentable, yo no estoy allí. Ahora han tenido que volver a coger a Jorge Javier, pero ¿por qué? Si tienen a Ana Rosa, que presente Ana Rosa las galas de ‘Supervivientes’.

Víctor Sandoval en una foto de archivo.

Víctor Sandoval se siente en un abismo y espera que sus fans no le den la espalda en estos momentos.

Gtres.

¿En qué momento personal te encuentras?

No sé, estoy al borde del abismo, porque no sabes qué va a pasar con Ten. Sería un escándalo que una cadena como Ten llegara a superar a Cuatro o La Sexta, pero no es difícil. Yo confío en ello. Se haría otra vez historia de la televisión. Si por un solo programa consigues subir la media de una cadena aunque sea dos puntos, es historia de la televisión otra vez. Encima con un programa que estamos en un piso. No es un plató. Estamos en un primer piso, en una oficina. Eso quiere decir que para hacer televisión no hay que tener grandes medios. La gente cuando le das la verdad, nunca te da la espalda. Espero que no nos den la espalda ahora, no sé. Me da miedo porque es algo nuevo, pero es lo que hay que hacer. Pero si no tenemos éxito, ¿qué hago?

¿Qué otros proyectos profesionales tienes ahora en mente?

Yo lo único que quería era seguir haciendo canciones, pero para hacer lo que realmente te entretiene necesitas dinero. Eso teniendo un trabajo, lo puedes hacer, puedes invertir en eso, pero no teniéndolo, pues no. Yo ahora mismo no tengo en mente nada más. Estoy yendo a podcasts que es un mundo que me apasiona. Lo he descubierto a raíz de la salida de Telecinco. Me cuesta mucho poner la televisión convencional, porque veo lo que veo y me duele. No la veo. Por eso me he dedicado a ver más YouTube, más stream, ver creadores de contenido, pero no de Instagram, sino profesionales del medio. Personas que se han lanzado a la aventura porque no han tenido un hueco en televisión. He encontrado un filón de cantidad de gente que ojalá tuviese yo poder, les ponía rápidamente a hacer pantalla. Cambiaba a muchos de los que están en televisión, presentadores incluidos, y metía a toda esta gente nueva. Hay mucha gente que lo hace estupendamente en las plataformas digitales.

Creo que tendría que haber un poco de revolución en ese aspecto. Hay mucha más gente válida que los que están en pantalla. Hay gente que da 100.000 vueltas a personas que ya no pueden leer un cue por la edad que tienen o que se creen que ya para qué van a leer bien, o que cierran los ojos tanto que dices: ‘Pero esta mujer está haciendo el ridículo’. O este hombre, que no quiero señalar a nadie, pero todo el mundo sabe por quién lo digo. Igual ya se tiene que retirar, aunque la gente ya la retira. Yo creo que deberían de escuchar a la gente. Si no quieren escuchar, pues que no escuchen, pero los accionistas les dirán. Ellos deberían hablar, porque no puede ser que a algunos se les exija mucho y a otros, encima, se les pase la manita, cuando lo que están haciendo es generar pérdidas millonarias.

Estás ahora en una casa nueva. ¿Cómo es tu nuevo hogar?

He alquilado una casa nueva, no puedo comprar. Netflix paga, pero no como para comprarte una casa en la Puerta de Toledo, en un edificio nuevo, un ático, con 40 metros cuadrados de casa, con 60 metros cuadrados de terraza… (dice en tono de broma). Yo estaba en un piso, en un segundo interior, en Chamberí, que era una muerte. Ahí murió mi perro, yo lo pasé fatal. La terraza que tenía era horrorosa, en un patio interior, era un foso. La casa era superoscura, supervieja…

Fueron a grabar para ‘Cuentos chinos’, el programa de Jorge Javier Vázquez. Vino Susi Caramelo para grabar la casa. No pudieron emitirlo porque la casa era tan cutre que decían: ‘Es que Víctor, de verdad, es que no sé cómo estás ahí’. Todo el mundo me decía que tenía que irme de esa casa. Pero yo les decía: ‘¿y dónde me voy? Si no tengo dinero’. He invertido todo el dinero de Netflix en la casa y he podido pagar mucho tiempo. La casa estaba vacía, me compré los muebles, le he puesto enredadera, le he puesto los sillones a la terraza, la mesa, las tumbonas. La casa es monísima. A ver cuánto tiempo puedo aguantarla. Ahora estoy tranquilo porque por lo menos tengo un hogar. He estado cuatro años viviendo en un zulo.

Víctor Sandoval con sus compañeros de 'Sálvame'.

Víctor Sandoval está muy unido a sus compañeros de programa y hace vida con ellos.

Gtres.

Has mejorado mucho Víctor…

La calidad de vida ahora es… Fíjate, el documental de Alaska parte lo han grabado aquí, el que está haciendo para Movistar, porque la casa es monísima. No es grande, es muy pequeño, pero está bien. Estoy al lado de la Puerta de Toledo. Mi terraza da a un parque. Ojalá sea mi última casa, no quiero hacer más mudanzas. Esta mudanza me ayudó María Patiño y Belén Esteban me ha ayudado a medir. María y Belén no me han soltado de la mano nunca. Belén me llama por las noches para preguntarme qué estoy haciendo y yo le digo: 'pues ahora planchando'. Luego me hace videollamada para que le enseñe la nevera. Muchas veces me deja el perro cuando ella se va de viaje y me manda embutidos y comida.

La decoración siempre te ha encantado, por lo que has podido poner en práctica esta afición en tu nueva casa.

Sí, a ver, es todo de Ikea, pero está todo decorado con gusto. Al menos en esta casa, los muebles son míos. En las otras casas, los muebles no eran míos. Todo el dinero de Netflix está en la casa, tanto en el alquiler como los muebles. Yo mi casa no la voy pagando al mes, yo tengo pagados cuatro o cinco años pagados, porque sino el dinero se va.

Entonces Netflix te ha pagado mucho dinero…

Sí, la verdad es que sí, no me quejo, todo lo contrario. Y no solo que te paguen mucho dinero, sino cómo te cuidan. Me han cuidado… Me iban mandando de vez en cuando detallitos, un masajeador, por ejemplo. Si estrenaban alguna película, me mandaban palomitas, en tu cumpleaños, te mandaban un regalo. De repente, porque sí, te mandaban unas botellas de vino o galletitas. Te cuidan mucho. Debe ser que los americanos lo hacen así. En España te dan un jamón por Navidad y fuera (dice Víctor entre risas).