Fueron la pareja dorada de finales de los 90 y los 2000. Él, un guapísimo y racial actor latino que se abría camino en la meca del cine; ella, una atractiva actriz con un pasado salvaje perteneciente a la aristocracia de Hollywood. Antonio Banderas (63) y Melanie Griffith (66) se enamoraron nada más verse y esa pasión inicial se transformó en una historia de amor que se prolongó por casi veinte años, hasta que llegó la inesperada ruptura.
Ahora se han cumplido diez años de ese "baile de la traición" que hizo saltar todo por los aires.
"Me enamoré de Antonio enseguida. Fue un flechazo", así narraba la actriz el comienzo de su relación con el malagueño. Se conocieron en 1995 en el rodaje deTwo Much, la película de Fernando Trueba que ambos protagonizaban junto a Daryl Hannah.
La primera vez que Antonio Banderas vio a Melanie Griffith
Sin embargo, Antonio ya se había fijado en ella unos años antes: "La primera vez que la vi fue en los Oscar. Nada más verla le dije a Pedro 'qué mujer más bonita'. Llevaba un traje de perlas aquella noche...Poco más de seis años después, estábamos casados", recordaba el actor haciendo alusión a la gala a la que acudió junto a Pedro Almodóvar con la película Mujeres al borde de un ataque de nervios, en 1989.
Entonces, Banderas estaba casado desde 1987 con la actriz Ana Leza, mientras que Griffith tenía a sus espaldas un pasado amoroso mucho más tumultuoso: casada en dos ocasiones con Don Johnson (padre de su hija Dakota) y entre medias de los dos enlaces con el actor de Miami Vice, otra boda con Steven Bauer (padre de su hijo Alexander).
Una boda secreta en Londres y el nacimiento de su hija
El amor tan apasionado terminó en una boda íntima el 14 de mayo de 1996, celebrada en Londres. Y el 24 de septiembre nació en el hospital de Marbella Stella del Carmen, la única hija de la pareja.
A partir de entonces Melanie se convirtió en una andaluza más. Se integró en las tradiciones de la tierra de su marido, mostrando devoción por la Semana Santa malagueña y encantada de pasar los veranos en la mansión del actor en Marbella. Eso sí, el español nunca fue su fuerte, aunque nadie puede olvidar su dulce voz lanzando a los cuatro vientos el "Antonio, te quiero una jartá".
Todo parecía transcurrir en el más idílico de los mundos, con Antonio Banderas convertido en la gran estrella latina de Hollywood, y Melanie viviendo un nuevo reverdecer en su carrera, que había tenido su momento cumbre en los años 80. Incluso llegaron a trabajar juntos en Crazy in Alabama, con él como director y ella de protagonista.
Sin embargo, los fantasmas de las adicciones de la actriz siempre estuvieron presentes y durante el matrimonio en tres ocasiones (al menos que se supiera públicamente) tuvo que ingresar en un clínica de rehabilitación, siempre con el apoyo de su marido.
Los indicios de la crisis entre Banderas y Melanie
Los rumores de crisis comenzaron a surgir en abril de 2014, cuando Antonio acudió solo a la Semana Santa de su Málaga natal. Solo rumores, que se convirtieron en realidad un mes después en el Festival de Cannes (el mayor escaparate del glamour del cine, pero también un perfecto termómetro para calibrar el estado de salud del amor entre las parejas del séptimo arte).
Banderas caminó sin su esposa aquella alfombra roja, un dato más para confirmar que el matrimonio no estaba en su mejor momento. Aunque la prueba definitiva llegó en una de las muchas fiestas que se celebran en el marco del certamen (en este caso un evento de la firma de joyería De Grisogono.
El baile en el Festival de Cannes de Antonio Banderas y Nicole Kimpel
Antonio mostró sobre la pista de baile sus dotes de bailarín y seducción junto a una atractiva joven, Nicole Kimpel, entonces desconocida. Ninguno de los dos pudo ocultar una química que diez años después sigue intacta. Hoy el malagueño y la holandesa son una pareja súper sólida, que comparte su vida entre Málaga y la nueva casa que el actor se ha comprado en Madrid.
El anuncio del divorcio
El siguiente paso fue la inmediata demanda de divorcio de Melanie Griffith ante la Corte Suprema de Los Ángeles por "diferencias irreconciliables". Y acto seguido el comunicado conjunto anunciando el fin de su matrimonio: "De forma consensuada y tras una atenta consideración hemos decidido finalizar nuestro matrimonio de casi 20 años de manera cariñosa y amistosa, honrando y respetándonos mutuamente, así como a nuestra familia y amigos y al hermoso tiempo que hemos pasado juntos".
Antonio y Melanie se habían casado por separación de bienes, pero en 2004 firmaron un contrato postnupcial en régimen de gananciales. A finales de 2015 firmaron el divorcio y el reparto de los bienes.
La justicia dictaminó que el malagueño tendría que pasarle a su exmujer la suma mensual de 60.000 euros. Él se quedaba con la casa de Marbella y el apartamento de Central Park, en Nueva York. Mientras que para ella iba la casa en Aspen (Colorado), donde se encuentra a estación de esquí más exclusiva de Estados Unidos. La mansión de Los Ángeles en la que residieron durante sus años juntos se vendió por 15 millones de euros, la mitad para cada uno.
También se repartieron otros bienes de gran valor. Entre ellos, la actriz se quedó con un cuadro de Picasso y el actor con otros dibujos del genio malagueño y otros del mexicano Diego Rivera.
Antonio Banderas y Melanie Griffith, una gran relación
En los primeros momentos se vivió la lógica tensión, pero hoy se puede decir que Antonio y Melanie son los ex mejor avenidos. Adiós ha quedado el dolor y hasta el rencor (especialmente por parte de la protagonista de Armas de mujer, quien se sintió traicionada). Mantienen una relación fantástica en la que tiene mucho que ver la hija de ambos. Stella de Carmen, que no ha querido seguir los pasos de sus exitosos padres en el mundo de la interpretación, es el nexo de unión, pero no solo por ella la sintonía es fantástica.
"El amor de pareja se acabó pero no la relación. Melanie es probablemente mi mejor amiga. Es una persona a la que respeto muchísimo y a la que sigo queriendo, y creo que eso es recíproco. Los veinte años que viví con Melanie fueron maravillosos, y de ellos recuerdo única y exclusivamente lo mejor", así hablaba Antonio Banderas de su exmujer en 2023.
"Aunque estemos divorciados, ella es mi familia y la querré hasta que me muera", dijo en otra ocasión.
Melanie también ha hablado en varias ocasiones de la magnífica relación que sigue mantenimiento con su ex. Eso sí, la armonía no ha impedido quela actriz se quitara el tatuaje de un gran corazón con la palabra ‘Antonio’ dentro en su hombro derecho, que lució con orgullo en los años de felicidad. El símbolo de un amor que no pudo resistir el paso del tiempo.
Nada es eterno y mucho menos en el complicado universo de Hollywood, donde los 20 años que estuvieron juntos Antonio Banderas y Melanie Griffith pueden considerarse toda una vida.