Vicky Martín Berrocal es una de las personas que más feliz se ha mostrado con la reconciliación de su exmarido, Manuel Díaz 'El Cordobés' y su padre, Manuel Benítez. Ella ha vivido desde dentro las ganas que tenía el padre de su hija de que el torero lo reconociera como padre. Ahora ha llegado ese momento y no puede estar más feliz. Así lo desveló en sus redes sociales, porque la relación entre ellos sigue siendo increíble. A muchos les sorprende, pero nadie mejor que ellos han sabido sacar lo mejor de su divorcio. Mucho se ha hablado de ella, pero también de todo lo que ha hecho durante los años que lleva siendo personaje público. 

La diseñadora de moda ha sido imagen de algunas marcas de moda o de productos de belleza, también ha colaborado con ciertos programas de televisión y también ha escrito libros. El primero fue en 2013, '?Qué haría Vicky?', pero ahora, diez años después, publica uno nuevo, 'La felicidad ni tiene talla ni tiene edad', el próximo 1 de marzo. Vicky Martín Berrocal habla en estas páginas de su vida personal, así como sus complejos e inseguridades. Vanitatis ha tenido acceso al primer capítulo, donde habla de cómo era su cuerpo con apenas 14 años.

Desvela sus problemas con el peso desde pequeña

Vicky Martín Berrocal habla de sus dificultades con el sobrepeso en su primer libro
Gtres.

En el primer capítulo, la diseñadora de moda recuerda los problemas que tenía con el peso a esa edad. Los cuenta revelando cómo fue la experiencia de encontrar un vestido para su primera fiesta de Nochevieja. "A mi madre, que se dedicaba a la moda, le hablaron de una tienda en Sevilla a la que ir para comprarme un vestido especial para la ocasión. Y allá que nos fuimos las dos. Ella ha sido y sigue siendo un espectáculo de guapa. Era el ideal de belleza de la época y yo una niña que a mis catorce años tenía una talla cuarenta y cuatro. Y con eso te lo digo todo", recuerda.Fue esa vivencia la que le llevó a pasar un momento desagradable: "Lo que experimenté en aquel episodio y lo que te relato lo he vivido en mis carnes. Fue en ese momento cuando empezaron mis dificultades con el sobrepeso, y no de buenas maneras, como verás. Imagínatelo, era una tienda en la que todo te entraba por los ojos desde el primer segundo. Yo me veía dentro de aquellos vestidos y era feliz, pero estuvimos poco tiempo. La dependienta al vernos se dirigió a mi madre con mucha educación y le preguntó qué necesitaba: - ¿Un vestido para usted? - le dijo. - No, para mí no; es para mi hija - respondió mi madre. - Para ella no hay nada - contestó la dependienta tajante".

Vivió un momento desagradable junto a su madre

Vicky Martín Berrocal habla de sus dificultades con el sobrepeso en su primer libro
Gtres.

Sintió mucho dolor y así lo ha reconocido: "Observé la escena de reojo, como si la historia no fuera conmigo, como si la protagonista no fuera yo, pero me dolió. Me sentí despreciada, y eso que todavía era una niña. Mi madre me agarró de la mano, le dijo a la señora que no necesitábamos nada más y nos fuimos. Esa fue mi suerte, ese día y el resto de mi vida, que mi madre nunca ha dejado de darme e ir conmigo de la mano. Incluso cuando he sido bien mayor. Todo lo contrario de lo que les ha pasado a otras personas, cuyas vivencias, que me han contado durante años, me han impactado", dice agradecida por la actitud que mostró tener su madre en ese momento.Siempre ha tenido que convivir con esto y ahora ha hecho una reflexión sobre "la gordura". "Si hay algo que he aprendido con el tiempo y la experiencia, propia y ajena, es que con la gordura no hay empatía. A las personas gordas se las señala, se las aparta y se las limita para cuestiones que los demás no se pueden ni imaginar. La vida se les pone muy cuesta arriba". A pesar de que olvidó esto que experimentó en una tienda, hace poco revivió esos sentimientos: "Aquella experiencia la olvidé. Nunca más estuvo presente en mi día a día y mucho menos en mi rutina, pero es curioso, porque hace poco, en un evento en el que tenía que hacer un vídeo, sentí algo y mi mente recordó aquello como si hubiera pasado el día anterior. Recordé cómo era la tienda, incluso a la dependienta, y lo espectacular que estaba mi madre. Y su mano agarrándome, eso no lo olvido. Jamás. Las manos pueden llegar a ser milagrosas. Curan almas incluso antes de quebrantarse". Para leer este libro al completo habrá que esperar al 1 de marzo. Seguro que hay muchos fans de Vicky que están deseando leerlo y conocer un poco más de la diseñadora de moda.