A siete semanas para su boda con Íñigo Onieva, Tamara Falcó no contaba con un último y sonado imprevisto. La marquesa de Griñón no tiene vestido, pero este mismo domingo, 21 de mayo, ha cogido un vuelo destino Nueva York para reunirse con el equipo de Carolina Herrera.
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La hija de Isabel Preysler se dejaba ver con semblante serio saliendo de su casa de Madrid y sin intención de hacer declaraciones a la prensa. Ha cogido un vehículo destino al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. No viaja sola, está acompañada por su estilista Blanca Unzueta. Finalmente y después de muchos dimes y diretes, Tamara Falcó ha elegido a una de sus firmas de confianza. El mismo lunes tendrá una reunión con el director creativo de la casa, Wes Gordon, según informa 'Vanitatis'.
Dos versiones sobre el vestido de Tamara Falcó
La firma Sophie et voilà, encargada en un primer momento de crear el vestido de la aristócrata, fue la primera en emitir un comunicado. "Lamentablemente, el acuerdo entre Sophie et Voilà y la señora Falcó para la confección de su vestido de novia ha tenido que ser resuelto como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la señora Falcó", indicaban la nota difundida. Además, las diseñadoras subrayaban que no podía cumplir con "determinadas exigencias de la señora Falcó, que desde el inicio de la relación hemos desaconsejado y negado a realizar por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma" y que no podían "traspasar ciertos límites".
Mientras que la marquesa de Griñón se ha defendido y lo ha hecho en el programa en el que colabora habitualmente, 'El Hormiguero'. "No me veía con ese vestido, tenía unos volúmenes que no era… Fue todo super incómodo y todo empezó a ir mal", dijo visiblemente molesta con el asunto. Asimismo contó que su madre no entendía nada. "Fue super duro. Estaba mi hermana, mi cuñada que me prestaba la tiara... Bajé con mi vestido y, de repente, silencio". También negó que quisiera plagiar otro vestido. "Dije la palabra 'inspiración' y empezó a haber mucha tensión. Cuando llegué a la segunda prueba este había cambiado completamente con la mala pata que estaba mi madre y es muy exigente".