La boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva sigue trayendo cola dos días después de su celebración. La última polémica tiene que ver con los uniformes que vistió parte del personal femenino, encargado de servir los aperitivos tras el 'sí, quiero' y antes de la gran cena de la que disfrutaron los invitados. Circula en redes sociales una fotografía de una de las trabajadoras del evento, vestida como una sirvienta de finales del siglo XIX, que ha desatado las críticas contra la pareja. "Así iban vestidas las camareras en la boda de Tamara Falcó. De sirvientas de época, con manga larga y medias tupidas negras en pleno julio. Pero es que Tamara Falcó es tan cuqui y graciosa... ", reza el comentario de @Patrabis, la usuaria que ha compartido la imagen.
La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en el foco mediático
Según se aprecia en la imagen, el personal femenino del catering habría acudido a su puesto de trabajo con un uniforme compuesto por un vestido negro por debajo de las rodillas y manga larga, medias a juego, delantal blanco y chorreras en cuello y puños. La supuesta elección del vestuario ha suscitado un sinfín de comentarios encontrados en Twitter. Los más duros se cebaban con la pareja por dejar que las trabajadoras de su boda vistieran de ese modo en pleno verano, con temperaturas de más de 25 grados. "Es que los de 'La Promesa' de RTVE se han dejado el vestuario de rodaje y, como iban mal de presupuesto lo han aprovechado", escribía un usuario aludiendo a la serie de época que retransmite la cadena pública. "Y unos zapatos incomodísimos... Pobrecitos", añadía otro.
Estaban también quienes no entendían el porqué de tanta controversia. "Qué bobada, todo el personal de los caterings visten más o menos as", compartía una persona en el hilo generado en Twitter. "Así se viste siempre en los catering de bodas, sea para la marquesa o para Antoñita", incidía otra usuaria.
Una boda repleta de "momentos polémicos"
Lo cierto es que nada ha pasado desapercibido en la boda del año y todo ha sido objeto de un escrutinio milimétrico. Desde el comentado vestido de Tamara Falcó firmado por Carolina Herrera, hasta el incidente con la sotana de uno de los sacerdotes, que se prendió fuego por una culpa de una vela mal ubicada, o la supuesta mala relación entre las consuegras, Isabel Presley y Carolina Molas. Ahora, le ha tocado el turno al uniforme que llevaban las trabajadoras del catering contratado por el nuevo matrimonio. No iba a ser tema menor, aunque la elección del vestuario suele ser política interna de la empresa. Normalmente no es una decisión que competa a los novios.