El gran ausente de la boda de Tamara Falcó ha sido Enrique Iglesias. Diferentes han sido las razones que se han puesto sobre la mesa, aunque ninguna ha sido suficiente para que la marquesa de Griñón excuse a su hermano.De hecho, Enrique Iglesias se encuentra en su mansión de Miami, en la que vive junto a su mujer, Anna Kournikova y sus hijos, ajeno a la 'postboda' de su hermana.Decepcionada ha explicado que a Enrique "no le gustan los encuentros sociales", palabras en las que, sin querer, ha destapado el cisma familiar que existiría en su entorno. "Para mí ese día es mucho más. Pero cada uno de nosotros tenemos nuestras heridas, nuestras situaciones", ha dicho Tamara sobre la negativa de Enrique de asistir a su boda con Íñigo Onieva. Precisamente esas declaraciones son las que han hecho saltar todas las alarmas y es que Tamara sin esperarlo estaría descubriendo que el artista no habría acudido por cuestiones familiares, en vez de por cuestiones relacionadas con "su fobia social" o "por problemas de agenda".
De sobra es conocida la nula relación que durante varios años existió entre Enrique Iglesias y su padre Julio. Aunque con sus hermanos sí ha mantenido contacto, dando igual los kilómetros que los separen -él vive en Miami-, con su madre podría haberse enfriado todo. Recordemos que el entorno de Isabel Preysler salió en su defensa tras su ruptura con Mario Vargas Llosa, actitud a la que Enrique Iglesias no se quiso unir por decisión propia. El artista se ha mantenido en un perfil bajo, de hecho, son muy pocas las imágenes familiares que existen del cantante y los suyos, al menos, fotos recientes. Él vuela solo y centrado tanto en sus hijos como en Anna Kournikova, su pareja desde el año 2001 y con quien, tal y como confirmó su hermano Julio José, se supo que se había casado. Ambos viven en una impresionante casa de más de 20 millones de dólares, lugar donde son ajenos a las anécdotas del polémico enlace.Aunque en la pedida sí estuvo presente por videollamada, Enrique Iglesias tampoco estuvo 'de cuerpo presente' ese día. Solo entró por teléfono, siendo unas semanas antes cuando sufrió un bache de salud del que Isabel quiso informar. Se mostró preocupada por la neumonía que Enrique había padecido, sin esperar que meses más tarde se hablaría de un posible distanciamiento entre madre e hijo. Las declaraciones que Tamara Falcó ha dado en la revista 'Hola' dejan ver la desilusión que siente al recordar que su hermano no fue a su boda, aunque no quiere avivar ninguna guerra entre ellos. "No entendí sus motivos, pero los respeto (...) Me ha dicho mi hermana Ana que tenía un concierto en Los Ángeles", explica. Una actuación de la que no existe ni rastro en redes sociales y que en su página web no se menciona, de hecho, lo único que anuncia es su concierto el próximo 20 de julio en el Yaamava’ Theater, en Estados Unidos.
Si bien lo esperado habría sido que el propio Enrique Iglesias comunicara directamente su decisión y los motivos que le impedían estar en un día tan importante para ella, según ella cuenta la 'excusa' le fue dada a Ana Boyer, en vez de ella. Fue hace tan solo unos días cuando se dijo que a Enrique Iglesias "no le gustaban las bodas" y que solo acudía a eventos muy familiares, lo que deja ver que en esta ocasión no ha querido hacer una excepción.El artista siempre se ha mostrado muy activo con el público durante sus conciertos, de hecho, la pasada semana estuvo en Rumanía, donde abrazó y besó a parte del público. Parecía muy cómodo y sonreía en todo momento, detalles que no se suelen relacionar con una fobia social, según los expertos. Experimentan temblores, sudoración y aturdimiento, crisis que en su carrera musical no han trascendido de Enrique Iglesias y que no todo el mundo le ha dado veracidad.