Contaba Lola Flores que el momento que nació en la calle del Sol de Jerez de la Frontera sonaba la marcha real. En lo que ya no se aclaraba demasiado era en el momento de fechar en qué año había acontecido tan señalado momento. Lola era así, surfeaba entre los hechos y las invenciones y como ella misma solía decir “cuando digo las mentiras las convierto en verdad”. Lola perteneció a una generación de mujeres artistas en este país que convivieron con lo peor del machismo, pero en la que supieron forjarse como animales salvajemente libres.

Esa libertad conquistada se dejaba entrever en cómo dirigían sus vidas, en cómo pisaban los escenarios o en cómo se vestían. Esta generación de artistas además entendía su relación con la prensa como parte de su profesión. Tenían periodistas de cabecera a los que hacían participes de sus alegrías y tristezas y no dudaban en atender a compañeros de prensa en cada oportunidad que tenían. A cambio, cada vez que necesitaban promocionar algo, ahí estaba la prensa. Por eso no es de extrañar que, en la hemeroteca de publicaciones como esta revista, SEMANA, haya material protagonizado por ellas.

Con motivo de su cumpleaños, repasamos la vida de Lola Flores a través de algunas de las portadas que protagonizó en nuestra revista.

Algunas de las portadas protagonizadas por Lola Flores en nuestro archivo

Algunas de las portadas protagonizadas por Lola Flores en nuestro archivo.

Semana

Sus romances, entre la leyenda y la realidad

En esta nebulosa que era la vida de Lola Flores hay mucha leyenda y mucha verdad aún más sorprendente que la leyenda. Si bien nunca se ha podido comprobar, todos compramos como veraz aquello que supuestamente un diario estadounidense dijo de ella “No canta, no baila: no se la pierdan”. Lo que sí es cierto es que Lola no contaba dos veces de la misma forma la misma historia, por suerte, entre nuestras páginas se pueden encontrar algunos episodios de su biografía narrados por ella misma con toda la gracia y el talento que imagináis. Ente ellos, el supuesto romance con Onassis.

Lola Flores contó parte de sus memorias en la revista SEMANA.

Lola Flores contó parte de sus memorias en la revista SEMANA.

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También Lola era una de esas mujeres que cada vez que abría la boca nos regalaba un titular increíble. En una de las portadas que rescatamos nos da un consejo de amiga. “Hay que arreglarse, porque en cuanto te descuidas viene una amiga y te quita el marido”. No sabemos si tenía en mente a alguna amiga en concreto o simplemente era un aviso a navegantes por si alguien lo pudiera necesitar. La faraona era así. Entre las páginas de SEMANA también recordó al malogrado Manolo Caracol, con quien vivió una tormentosa historia que en aquella época se tildó de “apasionado romance” pero que hoy recibiría otros calificativos mucho más duros y menos benevolentes.

Hacienda, el principio del fin de la Faraona

Pero tristemente, si un avatar de su vida privada acaparó la atención y las portadas de la prensa de la época fue su relación con Hacienda. Lola Flores no presentó al Declaración de la Renta de algunos años, según ella misma contó porque se le había olvidado. Lo cierto es que, tras la pertinente inspección de hacienda comenzó un calvario judicial en el que el fisco español reclamó a la cantante una millonaria cantidad para saldar su deuda con todos los españoles. De este episodio nació aquello que algunos datan como el nacimiento del crowdfunding “si cada español me diera una peseta…”.

Uno de los episodios más oscuros de la vida de la artista, su litigio con Hacienda.

Uno de los episodios más oscuros de la vida de la artista, su litigio con Hacienda.

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Lo cierto es que esta ocurrencia degeneró en que la gente le tirara pesetas de coche a coche cuando la veían parada en un semáforo. Lola contaría tiempo después que verse sentada en el banquillo de los acusados la había destrozado y que algunos titulares como este “De Lola de España a ídolo caído” la habían hecho sumirse en una profunda tristeza. La Faraona, como muchos después de ella, llegó a un acuerdo, pagó y pasó página, aunque ya nada volvió a ser lo mismo.

Adiós, Lola

En mayo de 1995 Lola protagonizó las portadas que nunca habría querido ver. Con su muerte España colapsó y el cariño de toda su gente se hizo más que patente. Con 72 años el corazón de Lola se paró por complicaciones derivadas del cáncer de mama que padecía desde hacía más de dos décadas. Lolita, su hija mayor, fue en aquel momento la encargada de anunciar el fin de una época. Con gafas de sol y de luto riguroso contaba que su madre se había ido en brazos de su secretaria personal, Carmen Mateo.

La muerte de Lola protagonizó un número especial de nuestra revista.

La muerte de Lola protagonizó un número especial de nuestra revista.

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 A partir de ese momento, la despedida que se formó estuvo a la altura de la leyenda de la artista. Madrid se quedó sin flores frescas en las floristerías. La capilla ardiente, en el Teatro de la Villa en la Plaza de Colón provocó colas kilométricas de dolientes seguidores de la artista y el país entero vivió aquello como si, en cierto modo, fuese un final de siglo, el fin de una época. Una cierta España que algunos ya sentían en extinción, comenzaba a despedirse. El delirio que se vivió las semanas siguientes culminó con la triste muerte de Antonio, el único hijo de Lola que se fue persiguiendo la luz de la Faraona tan solo catorce días después.