Caritina Goyanes sufrió fuertes mareos en sus últimas horas de vida. Eso no evitó que tratara de hacer vida normal y de que disfrutara de planes junto a sus personas favoritas, sus hijos y su marido, Antonio Matos. De hecho, estuvo en la piscina de su casa familiar de Guadalmina, en Marbella, lugar que abandonó para dirigirse al hospital de la Costa del Sol. Allí no pudieron hacer nada por su vida.
La hija de Cari Lapique y Carlos Goyanes en los días previos a su muerte tuvo un fuerte malestar, pero decidió no darle importancia. Estaba convencida de que era algo puntual y de que todo estaba relacionado con el intenso calor y con la ausencia de su padre, que había muerto solo 19 días atrás. Por ello, intentó pensar en el futuro y organizar algo especial con su familia, una cita en la que buscaba pasar completamente desapercibida.
Caritina Goyanes iba a ir al concierto de Melendi, pero no fue posible
Caritina Goyanes tenía previsto acudir al concierto de Melendi en el Starlite y, por ello, reservó unas entradas solo tres horas antes de que su corazón se parara para siempre. Tenía pensado acudir con 'Matos' y con sus hijos el 27 de agosto sin imaginar el tsunami que iba a llegar a su vida. Sin saber el frenazo en seco que estaba a punto de poner patas arriba todo.
Así lo cuentan en 'La Razón', donde explican las condiciones que quería Caritina Goyanes para ese día. Pidió expresamente no pasar por el photocall, ya que no se sentía preparada, y estar en la platea con el resto de mortales, en vez en el palco VIP. Su intención era pasar desapercibida, no copar titulares y disfrutar de un plan en familia. En definitiva, respirar y olvidar, aunque fuera durante unas horas, el durísimo momento que estaba atravesando con la muerte de su padre.
Caritina Goyanes era una gran amante de la música: el último sueño que se le quedó por cumplir
Era una amante de la música y le encantaba acudir a conciertos en directo, tal y como demostró hace solo unos meses cuando acudió a ver a Taylor Swift. Bailaba, cantaba y carcajeaba a partes iguales y es que, según dice su entorno, Caritina era "una disfrutona". Le quedaban mil planes y sueños por cumplir, uno de ellos el concierto de Melendi.
El artista que canta aquello de "caminando por la vida, sin pausa, pero sin prisa" fue el último cantante que Caritina sumó a su hoja de ruta. Ni ella ni su viudo, Antonio Matos, pensó que jamás podrían acudir. Mucho menos que sería por la repentina muerte de la empresaria.
La confesión de un gran amigo de la hija mayor de Cari Lapique
Su núcleo duro intenta digerir lo sucedido. Les quedarán todavía muchos meses, recuerdos y noches sin dormir, son conscientes de ello. Pero quieren recordarla con su mejor sonrisa, con su personalidad arrolladora. Es Hubertus de Honenlohe quien lo dice al citado medio: "Hizo grandes sus apellidos, porque ella era generosa y buena. Ella era espléndida, siempre le encargamos los catering, porque era muy profesional y muy generosa. Yo le decía siempre que era muy barato, que tenía que subir los precios".
Un gran amigo de Caritina que, por cierto, le invitó a un concierto el pasado 19 de agosto. No estaba preparada tras la pérdida de su padre y rehusó el ofrecimiento. Quería centrarse en los suyos, pasar tiempo de calidad con sus hijos y recordar a su padre, su mayor confidente.
El mayor golpe de la vida de Caritina Goyanes
Carlos Goyanes falleció de un infarto el pasado 7 de agosto a los 79 años. El empresario y promotor inmobiliario se encontraba en su casa de Marbella, su refugio. Había pasado un año desde que fue intervenido para colocarle un marcapasos, pues en el año 2016 sufrió un infarto. Días después murió su hermano Tito y, por último, Caritina. Toda una tragedia para la familia Goyanes.
La reserva de última hora que hizo Caritina Goyanes con su marido, Antonio Matos, y sus hijos antes de su fallecimiento, refleja que era una mujer vital. A pesar de todo, siempre intentaba ser optimista y apoyarse en los suyos, el círculo que nunca le había soltado de la mano. El mismo que ahora ha tenido que despedirse para siempre de ella.