Joaquín Torres sigue en pie de guerra con su hermano Julio. El arquitecto, de hecho, lejos de ser discreto con sus problemas familiares, en los últimos tiempos no ha dudado en compartir con sus seguidores por redes sociales la mala relación que él y sus hermanos guardan con el pequeño del clan. El motivo de la trifulca lo dio a conocer el propio Joaquín Torres, quien no ha dudado en hablar abiertamente del cuantioso patrimonio que le habría sido embargado a sus padres a causa dela mala gestión de su hermano Julio.
Al parecer, según ha relatado el marido de Raúl Prieto, su progenitor tuvo a bien dejar varias empresas bajo la mano de su hermano, creyendo que este gestionaría mejor que el resto su abultada fortuna. Sin presagiar que su mala cabeza provocaría la pérdida económica de gran parte de su patrimonio al no saber gestionarlo adecuadamente a nivel empresarial. La merma de la herencia común ha hecho insalvable la relación familiar entre hermanos y es ahora cuando conocemos la cifra exacta de lo perdido que se estaría manejando entre las recientes demandas cruzadas entre los miembros de la familia Torres.
La fortuna que habrían manejado los padres de Joaquín Torres: Joyas por valor de millones de euros
El medio ‘EsDiario’ ha publicado en exclusiva una foto de archivo en el que podemos ver a la madre de Joaquín y Julio Torres, la cual luce unas aparatosas joyas cuyo valor asciende a nada más y nada menos que cinco millones de euros en total, entre pendientes, collar y colgante de la aclamada firma Cartier. Unas piezas únicas, fabricadas en 1920, de estilo vintage, que pocos mortales se podrían permitir comprar en pago único.
Un dineral que habla del poder adquisitivo y salud financiera de la que habrían gozado en el pasado los padres de Joaquín Torres. Y es que si bien nunca se ha calculado exactamente cómo de ricos eran sus padres antes de la irrupción de Julio en las cuentas familiares, ahora tras conocerse el alto precio de los accesorios que usaba la matriarca de la familia, nos podemos hacer una idea.
Corría el año 2012 , cuando en otoño se produce un robo en la mansión de Joaquina Vérez, madre de Joaquín Torres, un testimonio que el arquitecto habría hecho público. En este asalto le arrebatarían unas joyas cuyo valor trepa hasta el cielo de los imposibles y hace soñar al común de los mortales con rozar tan siquiera alguno de los ceros de la abultada cifra. Las joyas de la madre de Joaquín Torres han sido sin duda el escaparate para una de las grandes fortunas de este país.
Los pendientes del origen de la disputa de Joaquín Torres con su hermano
Según ha contado Joaquín Torres recientemente al medio 'EsDiario', que ha publicado la fotografía de la madre de estos, ataviada con semejantes joyas como accesorios. El origen de este gran drama familiar estaría en la decisión unilateral del hermano menor, Julio, quien en este mismo año del robo, antes de suceso, decide llevar unos pendientes de diamantes a tasar en una subasta a Milán.
Esta decisión venía respaldada del permiso legal que el padre de ambos le habría concedido con poder absoluto para hacer y deshacer lo que precisase con dicha fortuna. Alegando llevarlos a esta subasta para conseguir liquidez económica que les permitiese mantener holgadamente los gastos derivados de la casa familiar. Hasta aquí todo correcto, el problema vendría de que esta joya de brillantes engarzados jamás llegó a la subasta, pues se los robaron sospechosamente al hermano de Joaquín Torres en un bar de Milán. Precisamente el día en el que los iba a llevar a la casa de subastas, según les dijo a sus hermanos.
La pieza nunca volvió a la familia y el hecho, lejos de despertar la compasión de sus hermanos, levantó unas sospechas que le hacían parecer culpable de fingir este robo para quedarse con los pendientes de la discordia. Valorados en 1.2 millones de euros, unos 600.000 por oreja.
El misterio de la herencia que les fue arrebatada a los Torres con cuenta gotas
La madre de Joaquín nunca pudo olvidar lo sucedido— al igual que el arquitecto y el resto de sus hermanos— de hecho, según ha relatado él mismo, estas no fueron las únicas joyas desaparecidas. Los años posteriores al asalto vinieron acompañados de las misteriosas desapariciones de más piezas de coleccionista, que Joaquina, la matriarca de los Torres vio desaparecer —sin explicación alguna y poco a poco— de su joyero más piezas.
Según ha relatado el marido de Raúl Prieto, su madre no les comunicó nada por evitar un enfrentamiento directo entre sus hijos y porque, en el fondo, sentía vergüenza de sospechar de su propio hijo Julio. Joaquina quería que gran parte de sus joyas fueran a parar a su hija Mayte y sus nietas, las figuras femeninas más allegadas a la fallecida madre de torres, que nunca pudo dejar en herencia ninguna de las piezas de Cartier, pues tras su muerte todas ellas estaban en paradero desconocido.
El multimillonario patrimonio embargado de los padres de Joaquín Torres
El programa ‘Y ahora Sonsoles’ ya hablaba con Joaquín Torres de las demandas que sus padres llegaron a poner aún en vida a su hermano Julio por dilapidar su patrimonio, antes valorado en varios cientos de millones de euros. A las lujosas y citadas joyas se le suma la presencia de numerosos cuadros de coleccionista, la propiedad de dos pisos y una villa de diseño, un yate valorado en 20 millones de euros, así como multitud de participaciones empresariales.
La familia Torres ha sido unas familias más adineradas de España que ha pasado de tenerlo todo a ir a la quiebra. Un patrimonio impresionante que ha sido embargado por una mala gestión de su hijo menor, que no habría sido capaz de tener varios de los grandes ejes de su fortuna:
En primer lugar, el chalet ubicado en una zona residencial de lo más exclusiva de Madrid, con 2.800 metros cuadrados construidos y valorado en 12 millones de euros. Esta vivienda poseía en su interior obras de arte de la colección privada del patriarca Juan Torres, de la que conocemos la existencia 'joya de la corona' en su particular museo doméstico: un lienzo de Picasso. Data de 1905 y fue un regalo que le hicieron sus padres. De valor incalculable solo conocemos el dato que Torres reveló en el pasado diciendo "cuesta más que toda la casa junta", confesaba el arquitecto catalán ante las cámaras del extinto programa ‘Cuentos Chinos’ de Jorge Javier Vázquez.
No menos importante sería el yate de 24 metros de eslora, valorado en 20 millones de euros, así como los dos pisos de oficinas en la exclusiva zona del barrio de Salamanca, tasadas en 8 y 5 millones de euros respectivamente. En Málaga la familia también habría tenido terrenos y huertos solares cuyo valor asciende a 3 millones de euros. Sumado a todos estos bienes materiales se encontraría la perdida de los 20 millones de euros en unos arriesgados negocios en México que no salieron como deberían.
Las participaciones empresariales de Juan y Joaquina en vida llegaban a irradiarse por toda la península yendo desde una planta de biocombustible en Barcelona, el multi multimillonario arrendamiento de la Cubierta y la plaza de Toros de Leganés por 14 millones en Madrid, así como las participaciones en oficinas de la Moraleja y una planta eólica en Cuenca.