Joaquín Torres sigue en pie de guerra con su hermano por sus negocios familiares y así lo ha confirmado en sus redes

Está claro que Joaquín Torres (53 años) no gana para disgustos, a las operaciones a causa de su frágil salud, las convulsas vueltas de su corazón tras su crisis sentimental con Raúl Prieto habría que sumarles las constantes guerras familiares que ha coprotagonizado día sí y día también. El arquitecto, de hecho, lejos de ser discreto con sus problemas familiares, ha querido compartir con sus seguidores por redes sociales la mala relación con su hermano y cómo esta sería insalvable.

Joaquín Torres ha tenido que alejarse temporalmente de sus obligaciones laborales a causa de un aparatoso accidente en moto que le ha hecho pasar por quirófano en más de una ocasión. Hace una semana de hecho, el arquitecto volvió a operarse por una prótesis de cadera que necesitaría para recuperar el movimiento normal de sus piernas.

Joaquín Torres en plena guerra con su hermano Julio por las empresas familiares que comparten

Estos problemas de salud le han obligado a un riguroso reposo domiciliario donde ha perdido el control de muchos de los cabos vitales que se han ido desatando en estos meses. El primero y más esencial, el de la pérdida de su madre. Una falta que no solo ha tocado de lleno el ánimo de Joaquín, sino que ha originado una serie de disputas familiares con su hermano Julio por el control de las empresas de las que ahora son dueños absolutos a causa de la herencia.

Sin pelos en la lengua, el arquitecto ha aparecido en Instagram más crítico que nunca con su hermano. Sin dejar en el aire la opinión que le merece ha actualizado y comentado la situación familiar que está viviendo. Sin dejar de culpar a la persona con la que comparte genética, ya confirmaba hace unas semanas de forma pública como su hermano habría perjudicado la salud financiera de las empresas de sus padres, algo que afectaría directamente al patrimonio económico que han heredado tras el fallecimiento de su madre. Según lo publicado, Julio ha llevado a la desgracia de la ruina las empresas de su familia. 

"Julio Torres, mi 'queridísimo hermano'" - decía con bastante retintín el arquitecto- "Está siendo investigado por la Comunidad de Madrid, ya que han tenido noticias de la incompatibilidad de su nuevo cargo, con las actividades que viene desarrollando como administrador de varias empresas, en las que además ha dejado numerosas deudas con las Administraciones Públicas", escribí en sus 'stories' de Instagram junto a una fotografía de su hermano, a quien no ha querido respetar y ha preferido sacar a empujones del anonimato.

Una guerra familiar que tiene su origen en la gestión que Julio Torres ha hecho de las empresas de sus padres

Joaquín Torres ha querido también hacerse eco de otras noticias publicadas por otros medios como el 'ABC' publicando la información que ha cedido él mismo sobre su hermano al periódico: "Mi hermano está siendo investigado por la Comunidad de Madrid" rezaba el titular que compartía en su línea de 'stories'. A esta guerra familiar de Joaquín, se han sumado sus dos hermanos Mayte y Andrés, que junto al marido de Raúl Prieto, habrían emitido un polémico comunicado conjunto hablando de esta merma por parte de la mala gestión de Julio de la fortuna familiar.

La última vez que Joaquín comentó la situación, lo explicó de esta forma: "Mi hermano administra al menos varias de las empresas de mis padres, que aún no ha querido dimitir después de tres años. (...) Esto es solo un inicio... seguiré dando muchos más detalles de éste y otros asuntos. Mi padre decidió darle todos los poderes a su hijo Julio. Consideraba que mi hermano era el más trabajador, el más preparado... le dio plenos poderes" explicaba crítico sobre la actuación de su progenitor en vida hace ya más de tres años.

"Les vendió la idea de que todos sus negocios, unas 36 empresas, iban bien y mientras, él los utilizaba de aval para solicitar créditos a los bancos (...) Mi madre me llamó y me dijo que no tenía liquidez, que había que vender el barco... Pensaba que estaba diciendo tonterías, que hablara con Julio. Me llegó a decir que ella y mi padre querían dejar de vivir, que no había dinero ni para pagar la calefacción", comentaba, exagerando en lo precario de la salud financiera de sus padres.