Norma Duval no deja de dar vueltas al durísimo golpe vivido este verano. La exvedette perdía a uno de sus queridos sobrinos, Juan Carlos Rojas, quien había decidido irse con solo 36 años. Dos meses después de ser padre y en el que parecía ser su mejor momento...Nadie entiende lo sucedido. Quizás por eso su familia haya puesto distancia para tratar de digerir lo sucedido. Por ello, días después del entierro la empresaria hizo las maletas y regresó a Palma de Mallorca, su refugio.
Fue allí precisamente donde recibió la noticia de que Juan Carlos ya no estaba. Tan pronto como pudo volvió a Madrid, donde pudo darle el último adiós junto a sus otras sobrinas, Paula y Andrea. Las gemelas estaban rotas y necesitaban su apoyo, por lo que Norma no lo dudó. Ni un instante. Al igual que también ha tenido claro que debía abandonar la capital para poner rumbo a un lugar que le hace sentir paz.
El hijo mayor de Carla Duval decidió irse en su casa de Boadilla del Monte, en Madrid. Catorce años más tarde que su madre y tras una fuerte depresión con la que había tenido subidas y bajadas, sin embargo, ahora estaba feliz. Un cambio de actitud por el que su círculo no imaginó este final para él.
Ahora Norma Duval ha volado hasta el que ella llama "su paraíso", de hecho, no existe una imagen de ella desde entonces. Reapareció rota tras la muerte de su sobrino, pero decidió aislarse y no dar declaraciones. Quería asimilar su ausencia y, por esta razón, a mediados de agosto viajó a Palma de Mallorca, tal y como cuenta 'Jaleos'.
La compañía de Norma Duval en uno de sus momentos más duros
Eso sí, no está sola, sino acompañada de su pareja, Matthias Kühn, y de una de sus sobrinas. Sus principales apoyos y quienes mejor le entienden, dadas las circunstancias. Consciente del duelo que le tocaba vivir, canceló todos los planes y compromisos que tenía para finales de agosto, pues tenía claro que no estaba lista para trabajar. Todavía no. Para ella Juan Carlos era alguien muy especial, una pieza fundamental en su vida, del mismo modo que sus sobrinas o sus hijos.
Norma prometió hacerse cargo de ellos tras la muerte de su hermana Carla en octubre del año 2010, fecha en la que falleció de un cáncer de útero. Desde ese momento se volcó en sus sobrinos, convirtiéndose en una segunda madre para ellos. Una adoración mutua que todavía resuena en la familia.
Juan Carlos era cariñoso y sensible con su círculo, especialmente con sus hermanas, quienes se despidieron de él a través de las redes sociales. En una escueta, pero sincera carta, recordaron que él siempre estaría en la cabeza de ambas. Con la intención de ser discretas, viven en este momento la pérdida de su hermano desde la más estricta intimidad.
Norma Duval compró una casa en Mallorca, su paraíso
Pero, ¿cómo es el refugio en el que Norma Duval ha decidido instalarse? Norma Duval invirtió parte de su dinero en una casa, muy cercana a la playa del Muro. No obstante, su pareja también tiene en la isla de Tagomago, donde se cuenta con algo imprescindible para ambos: absoluta discreción. El lugar, en cuestión, tiene 600.000 metros cuadrados, un helipuerto y una piscina de 25 metros, entre otros detalles.
La exvedette no quiere vender su casa de la isla: "No sería capaz de venderla"
Se turnan entre ambas propiedades, pero Norma se niega a deshacerse de este inmueble. Sobre todo por lo que le hace sentir. Así lo dijo ella en una entrevista, concedida hace algún tiempo. "¿Y qué hago, ¿la vendo? Porque si la vendo, me quedo sin ella y eso no, no sería capaz de venderla". No estaba en sus planes entonces, al igual que tampoco lo está ahora.
Necesita estabilidad y no tiene prisa por volver a Madrid, donde tiene su domicilio. A sus 68 años prefiere centrarse en vivir, curar sus heridas y cuidar de los suyos, especialmente de sus sobrinas. A pesar de su corta edad, han hecho ya frente a la muerte de sus padres y a la de su hermano, tres varapalos, por los que Norma Duval está muy pendiente de ellas.
Norma Duval se ocupó de ambas al morir Carla Duval. En aquel momento estaba el padre de Andrea y Paula Paredes vivo, pero llegaron a un acuerdo del que la exvedette se hizo eco. "A todos les he dado las herramientas para que se valgan por sí mismos y, la verdad, no tengo queja. Con ellas no tuve problemas y se desarrollaron como es natural, con alguna oposición a mis decisiones, pero nada importante. Han pasado mucho, pero lo único que puedo decir es que son unas niñas estupendas, responsables y muy cariñosas", dijo en 'Vanitatis'.