Casi cuatro meses después de su ruptura con Isabel Preysler,  Mario Vargas Llosa sigue adelante con su vida en su tierra natal. Instalado desde hace un mes en Perú, donde se encuentra rodeado de su familia y de su exmujer, Patricia Llosa, el día a día del Premio Nobel de Literatura ha cambiado de manera radical. Atrás quedan sus apariciones mediáticas con la socialité. En su horizonte solo existe ahora su estricta rutina de trabajo (se levanta cada día a las 5:30 de la mañana) y sus jornadas familiares. Este martes, con motivo de su 87 cumpleaños, su hijo Álvaro ha compartido varias fotografías de uno de esos días de relax en familia de los que tanto gusta al escritor.

Mario Vargas Llosa celebra su 87 cumpleaños en la playa (y sin Isabel Preysler)
Twitter

En las fotos que ha subido Álvaro Vargas Llosa en su perfil de Twitter se puede ver al autor de libros como 'La fiesta del Chivo' 

'y 'La ciudad y los perros'

' disfrutando de un día en el mar. Ataviado con ropa informal (camiseta y pantalones cortos deportivos) y con gorra, el maestro de las letras sonríe de oreja a oreja. "Happy 87th Birthday", destaca el vástago de Vargas Llosa. Parece relajado. No es para menos. En las últimas semanas, en especial desde que ingresó en la Academia Francesa el pasado 9 de febrero, su día a día ha dado un giro de 180 grados.

El pasado 4 de marzo, el escritor, acompañado de su familia, tomó un avión rumbo a su tierra natal para asistir a la boda de su nieta Josefina. Un enlace que volvía a situarlo con la gente de siempre: sus seres queridos, sus hijos y la madre de estos. Desde entonces ha permanecido en Perú, donde disfruta de días placenteros y muchos relajados que aquellos que vivió en Madrid al lado de la madre de Tamara Falcó. Prueba de ello son las imágenes que pudimos ver de él hace unas semanas, cuando su hijo Álvaro subía a su perfil de Twitter unas instantáneas suyas en el despacho de su casa de Perú, con unas espectaculares vistas al Pacífico. "Trabajando, el día después, escoltado por el Pacífico, en el escritorio donde escribió Historia de Mayta y tantas más", aseguraba.

"No me arrepiento de nada, absolutamente”, decía Vargas Llosa hace unas semanas a 'El País Semanal'

' al hablar de su noviazgo con Isabel Preysler. “La experiencia se vivió y ya está, vuelvo a estar en mi casa, rodeado de mis libros”. Quien ocupa su -ya no tan agitado- corazón es Patricia Llosa, madre de sus tres hijos. Se separaron en el año 2015, cuando se hizo pública la relación del escritor con Isabel Preysler. Y un año después firmaron el divorcio, poniendo fin con este documento a 50 años de matrimonio. En septiembre del año pasado retomaron el contacto tras casi ocho años de distanciamiento. Y ahora se han convertido en inseparables.