Podría decirse que María José Campanario vive uno de los momentos más felices de su vida. La esposa de Jesulín de Ubrique puede presumir de estar inmersa en un matrimonio pleno junto a Jesulín de Ubrique, de haber dado a luz a su tercer hijo junto a él y de tener cada vez más presencia en redes sociales. Y es que, aunque la odontóloga mantuvo su perfil de Instagram privado durante muchos años, la participación de su marido en ‘MasterChef Celebrity’ hizo que se animara a dar un paso al frente dentro del universo 2.0. Gracias a ello, plataformas como la mencionada se han convertido en su principal vía de escape a la hora de hablar sobre sí misma, y también sobre su familia.
El significado del tatuaje que María José Campanario luce en la espalda
En la última ocasión, María José Campanario se ha hecho eco de lo que parece ser una boda, a la que ha acudido como invitada con Jesulín de Ubrique. Hace apenas unas horas, la odontóloga compartía un par de imágenes en una playa, ataviada con un vestido negro de volantes y repleto de transparencias. Gracias a estas últimas se puede observar el imponente tatuaje que posee en la espalda, y que era desconocido para sus seguidores hasta ahora.
En la parte derecha de su espalda, María José Campanario luce un diseño bastante grande, pero que no se puede ver con claridad. Podría tratarse de una pluma, cuyo significado es “libertad y ligereza”. Estos tatuajes representan la “capacidad de volar y liberarse de las limitaciones físicas o mentales”, algo que encajaría a la perfección con la protagonista, sobre todo teniendo en cuenta los problemas a los que ha tenido que hacer frente, y de los que ha salido airosa.
El otro tatuaje de la odontóloga, al descubierto
De momento, María José no ha querido desvelar más detalles sobre el diseño que posee en su cuerpo, aunque con su vestido ha dejado que sus seguidores lo descubran. Sin embargo, no se trata del único tatuaje con el que cuenta, pues también se hizo otro con su hija, Julia Janeiro. Se trata de la palabra ‘Resilience’, resiliencia en inglés. Unas letras que unen a madre e hija para siempre, y que dejan entrever la buena relación que existe entre ellas.
Al tratarse de una palabra pequeña, todo apuntaba a que Campanario no era muy fan de los tatuajes, sino que más bien se lo había hecho por su hija. Pero nada más lejos de la realidad. Esta última imagen descubre que a la odontóloga también le gusta este mundo, y que se ha hecho otro diseños en solitario que poco a poco está enseñando en su cuenta de Instagram.
La nueva imagen de la esposa de Jesulín de Ubrique
Cabe destacar que en los últimos meses no solo ha dado un giro de 180 grados la actitud de María José en las redes sociales, sino también su imagen física. La odontóloga compartía una instantánea en la que se le podía ver el rostro mucho más estilizado que de costumbre. Con piel tersa y pómulos bien marcados, la esposa de Jesulín de Ubrique posaba ante la cámara de su teléfono móvil con la mejor de sus sonrisas, y aparentemente contenta con este cambio. Atrás quedaban los característicos mofletes de Campanario, que ha pasado de lucir un rostro más bien redondito, a decantarse por uno más fino.
Sin embargo, no todo es de color de rosa en la vida de María José. Aunque cuenta con el apoyo de sus seres queridos, una trayectoria profesional muy positiva y una imagen mucho más cercana en redes sociales, hay otros aspectos con los que tiene que seguir lidiando. Entre ellos, la fibromialgia: “Me encuentro bien”, confesaba en ‘Y ahora Sonsoles’, añadiendo que también tiene “días malos”, porque “hay días que son muy fastidiados”.
La enfermedad con la que convive Campanario le impide llevar a cabo su rutina con total normalidad: “Es muy complicado. Es una patología muy complicada. Además, a cada persona le afecta de una manera (…) Cuando yo le quise dar voz a esto era porque mucha gente me lo había pedido, porque no se conoce bien (…) Te puede encerrar en una habitación y te puede encerrar en una cama. Es un dolor que persiste cada día, que no para cada uno de los días, claro que te puede llevar a tener una depresión”, se sinceraba ante Sonsoles Ónega, dejando claro que, pese a todo, está dispuesta a exprimir sus 46 años con la mayor de las ilusiones.