Hemos hablado muchas veces de la vida de Kiko Rivera. El dj es conocido desde el día que nació fruto de su relación de Isabel Pantoja y Paquirri, pero hay aspectos de su vida que desconocíamos, aunque parezca mentira. Gracias a una entrevista que ha dado a 'The Wild Project' hemos podido conocer episodios de su infancia hasta sus complicados años durante la adolescencia. Pero también ha hablado de su madre, Isabel Pantoja, su hermana o su tío Agustín, y de los bolos que hacía en los que cobraba grandes cantidades de dinero.

En un momento de su vida, Kiko Rivera empezó cobrando 1.500 euros por un bolo en Castellón. Sin embargo, la cosa mejoró muy pronto. "Empecé a cobrar hasta 60.000 pavos para ir a hacerme fotos", ha declarado el hijo de Isabel Pantoja. Pero pronto empezaron los problemas: "Mi vida cambió a mal, me surgieron problemas peores... la noche, droga, mujeres... El vicio en todo su máximo esplendor", ha confesado. "Mi cabeza no estaba preparada entonces... disfruté, pero me generó un problema de por vida del que hoy en día sigo luchando contra él, ahora estoy bien, pero lo he pasado muy mal", ha explicado Kiko Rivera sobre el problema de las adicciones.

Llegó a ganar 60.000 euros por hacerse fotos

Kiko Rivera sonríe mientras pincha en un local
Kiko Rivera disfruta de su carrera profesional. Foto: @riverakiko.

Y es que el hecho de que ganara tanto dinero con poco esfuerzo le llevó a desaprovechar todo lo que ganaba: "Yo me podría haber muerto en una de mis noches locas, que me he puesto diez gramos de cocaína", ha confesado Kiko. De las adicciones ha hablado ya en varias ocasiones. De hecho, no es algo que esconda. Él mismo se considera como una persona que ha disfrutado la vida: "Yo soy disfrutón, he disfrutado la vida. Mi madre no me dejaba hacer absolutamente nada, no podía ir a discotecas, no podía salir por la noche... Yo no conozco esa juventud de libertad. Cuando cumplo la mayoría de edad, justo ese día coincide que mi madre está de gira y yo no tenía dinero. En ese momento, llamé a un colega y le pedí dinero, le dije 'quiero independizarme, hoy he cumplido 18 años, ahora me puedo marchar, pero ahora no tengo dinero, necesito que me pagues un loft durante un año", ha explicado Kiko Rivera sobre la decisión que tomó al cumplir la mayoría edad.

Ahí empezó una nueva vida para él: "Me dejó el dinero y me vi en una casa sin prácticamente dinero para comer, solo y empecé a vivir una experiencia brutal, la mejor experiencia de mi vida". Después de muchas noches de fiesta, Kiko recibió una llamada que cambió su vida. "Me llama un tipo y me dice 'Kiko, ¿tú quieres trabajar?' y me empecé a reír... me abrió el mundo de los bolos". Su vida cambió y le ofrecieron mucho dinero. Tras muchas locuras y adicciones, Kiko Rivera encontró al amor de su vida. En ese momento tan duro que atravesó, llegó un momento en el que apareció su actual mujer, Irene Rosales, que para él ha sido su "ángel de la guarda": "Ella me ha salvado... me he portado muy mal con mi mujer en diferentes aspectos de mi vida", ha reconocido.