"Me podría haber muerto en una de mis noches locas que me he puesto 10 gramos de cocaína. Te estoy hablando que me he pagado muchos años consumiendo a diario. Bastante bien estoy". Son algunas de las declaraciones que ha hecho Kiko Rivera en su última entrevista, que dura cerca de tres horas y media. Su pasado de excesos con las drogas, la complicada relación con su madre, Isabel Pantoja, o el ingreso de esta en la cárcel son los puntos fuertes de su charla con Jordi Carrillo en uno de los podcasts con más tirón: 'The Wild Project'.
En su entrevista, el DJ ha hablado, una vez más, de lo difícil que ha sido crecer bajo la sombra de la tonadillera. "Mi madre a mí hasta los 18 años no me dejaba hacer absolutamente nada, no podía ir a discotecas, no podía salir por las noches, no iba al cine, si quería ir mi madre me ponía a alguien que me esperaba y me tenía que montar en el coche e ir a casa... Llamé a un colega y le pedí dinero, le dije 'quiero independizarme, hoy he cumplido 18 años, ahora me puedo marchar, pero ahora no tengo dinero, necesito que me pagues un loft durante un año'", ha detallado.
loft
"Me surgieron problemas peores... la noche, droga, mujeres", ha confesado Kiko Rivera
No dudó en hacer todo tipo de trabajos para ganar dinero. Por ejemplo, ir a discotecas y locales nocturnos. En su primer bolo, en Castellón, cobró 1.600 euros. La cosa no queda ahí. También empezó a ofrecer exclusivas o a prestar su imagen con fines promocionales: "Empecé a cobrar hasta 60.000 pavos para ir a hacerme fotos". Todo ello, mientras su madre estaba inmersa en su carrera. Fue precisamente la carrera artística de su madre la que marcó su adolescencia. Con 18 años recién cumplidos y estando su madre "de gira en Latinoamérica" decidió empezar a buscarse la vida. En aquella época "no tenía ni un puto duro" y "sentía como que yo no era nada". Esto lo llevó a hacer todo tipo de cosas para generar ingresos.
En su vorágine vital, las cosas no salieron como esperaba. "Mi vida cambió a mal, me surgieron problemas peores... la noche, droga, mujeres. El vicio en todo su máximo esplendor", ha confesado. "Mi cabeza no estaba preparada, entonces... disfruté, pero me generó un problema de por vida del que hoy en día sigo luchando contra él, ahora estoy bien, pero lo he pasado muy mal".Kiko Rivera tocó fondo después de que su madre anunciara a la familia que tendría que entrar en la cárcel. Cabe recordar que la cantante entró en prisión por un delito de blanqueo de capitales durante el caso Malaya. Un procedimiento en el que también fueron condenados el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, que había sido su pareja, y la exmujer de este, Maite Zaldívar. "Un día mi madre convoca a la familia y ese día sí que apareció 'mamá', se estaba despidiendo". Poco después se dio cuenta de que su madre ya no estaba: "Cuando me levanté mi madre se había marchado a la cárcel". Fue entonces cuando su mundo se derrumba: "Se me cae el mundo encima, otra vez volví a las drogas".
"Irene me ha salvado", asegura el cantante
Por suerte, logró salir de la espiral de adicciones gracias al apoyo de su mujer, Irene Rosales: "Ella me ha salvado... me he portado muy mal con mi mujer en diferentes aspectos de mi vida".