José Ortega Cano se ha convertido en el gran guardián del legado más importante de Rocío Jurado. La cantante sólo tenía un imperativo para su familia: permanecer unidos hasta el final de los tiempos. Y, aunque no se ha cumplido su deseo como ella quisiera -su hija mayor, Rocío Carrasco, no se habla con ningún miembro de la familia- su viudo lucha cada día por mantener el legado de la cantante.

Doce años han pasado desde la muerte de la tonadillera. Pero aunque la cantante ya no está, la familia -casi al completo- se mantiene unida alrededor de Ortega Cano. El torero consiguió levantar cabeza y encontró el amor en Ana María Aldón, su actual mujer. Aldón sabe lo importante que es para Ortega Cano su familia y siempre apoya a su marido en esta misión.

Rocío Jurado tuvo la única voluntad de mantener a la familia unida

rocio jurado
Rocío Jurado durante un concierto en 1996 (Foto: Gtres)

Pese al tesón de Ortega Cano por mantener el legado Jurado, es sabido por todos que la familia está dividida en dos bandos. El 1 de junio de 2006 Rocío Jurado fallece a los 61 años y la muerte de la cantante desemboca en el primer distanciamiento. La heredera universal de la cantante, su hija mayor Rocío Carrasco -fruto de su matrimonio con el exboxeador Pedro Carrasco- se mantiene al margen de la escena pública y también de sus familiares.Carrasco cuenta con el apoyo incondicional de su marido, Fidel Albiac. Ambos se mantienen unidos y, aunque algunos le acusan de ser el culpable del distanciamiento con su familia, no ha sido un argumento sólido para separar a la pareja.Frente a ellos, se encuentran los nietos de Rocío Jurado e hijos de Rocío Carrasco -fruto de su matrimonio con su exmarido Antonio David Flores-, Rocío Flores y David Flores; los hermanos de la cantante, Amador y Gloria Mohedano, y sus hermanos -e hijos adoptivos de Ortega Cano y Jurado-, Gloria Camila y José Fernando.