Aunque el trabajo ocupa una gran parte del tiempo de Jorge Javier Vázquez, siempre que su agenda se lo permite, aprovecha para disfrutar de sus seres queridos. De ello ha dejado constancia hace apenas unas horas, cuando ha compartido en sus redes sociales un carrusel de imágenes de sus sobrinos, con quienes parece gozar de una muy buena relación familiar y amistosa.

Jorge Javier Vázquez junto a su sobrina

Jorge Javier Vázquez junto a su sobrina.

@jorgejaviervazquez Instagram

La hermana de Jorge Javier Vázquez, orgullosa de sus hijos y de su hermano

En las instantáneas junto a ellos, Jorge Javier ha escrito con orgullo “vaya par de sobrinos”. Una publicación que no ha pasado por alto su hermana Esther, la madre de los dos jóvenes plasmados en las fotografías: “Son un orgullo de hijos. Solo me han dado alegrías. Y orgullo de ese hermano que tengo al que me gustaría poder ver más a menudo”, ha escrito. Unas palabras con las que deja claro que, aunque no pasa tanto tiempo con él como le gustaría, le tiene un gran cariño.

No es la primera vez que el de Badalona hace referencia a algún miembro de su familia. En numerosas ocasiones ha hablado públicamente de su madre, conocida por sus seguidores como la Mari. Ella es uno de los pilares fundamentales en su vida, pues permaneció a su lado en una infancia verdaderamente dura, marcada por la relación con su padre. De ello habló en su aparición en ‘Mi casa es la tuya’: “De chico era muy cabezón. Mi padre tenía que estar muy encima de mí porque era muy cabezón. Era más cobarde que valiente”, dijo.

Jorge Javier Vázquez y su sobrino

Jorge Javier Vázquez y su sobrino.

@jorgejaviervazquez Instagram

Las diferencias del presentador con su padre, al descubierto

Esto le hizo tener algún que otro encontronazo con su progenitor que, a diferencia de su madre, era mucho más estricto con él: “Mi madre y mi padre eran la noche y el día. Mi madre era la alegría de la huerta, mi padre era muy estricto, con un profundo sentido de la justicia y que conmigo fue muy duro. Me dio rabia que se muriera tan joven”, aseguró. Si algo tenía claro el padre del presentador, es que quería que su hijo sí o sí tuviera una trayectoria profesional marcada por los estudios: “La única obsesión de mi padre es que fuera a la universidad, no lo consiguió con ninguna de mis hermanas, y dijo: ‘Este no se me escapa’”. Esto hizo que el de Badalona tuviera cierta responsabilidad para no decepcionarle: “Conmigo fue muy duro y siempre tuve la sensación de que le defraudaba”.

Teniendo en cuenta que el padre de Jorge Javier tenía la fija idea de que su hijo triunfara en el ámbito laboral, no le gustó en absoluto la rama universitaria por la que se decantó y que, sin embargo, le ha traído muchas alegrías: “Estaba muy presionado porque vivíamos en un barrio muy difícil, él creó un universo en el que fuera complicado que lo externo negativo que había, él no quería que entrara. Cuando le dije que iba a hacer filología, le decepcionó. Mi padre estaba obsesionado con el trabajo fijo”, confesaba.

Pero todo dio un giro de 180 grados cuando, tanto el presentador como sus seres queridos, se enteraron de la enfermedad que padecía el padre. Se trataba de un tumor cerebral por el que su vida se vio considerablemente acortada: “Su enfermedad nos pilló de sopetón, duró menos de un año, fue un tumor cerebral. Yo huía, no quería ir a Barcelona, ir allí era encontrarme con la muerte”, revelaba frente a Bertín Osborne. 

El susto que ha marcado la vida del de Badalona y la de su padre

Pero la pesadilla volví a llamar a la puerta de Jorge Javier Vázquez años después y en forma de ictus. El presentador se vio obligado a hacer un parón en sus quehaceres profesionales para poner especial atención en su salud: “Me fui un fin de semana a Marrakech con una amiga y me desmayé. Al despertarme no noté absolutamente nada. El domingo salí de copas y me acosté muy tarde. El trabajo del martes por la noche y el miércoles noto que me duele la cabeza. El jueves hice ‘GH Dúo’ con un dolor de cabeza tremendo”, contó en ‘Mi casa es la tuya’. Esto hizo que inmediatamente se acordara de lo que sufrió su padre, y tomara la decisión de acudir al médico, donde le encontraron “una manchita en el cerebro”: “El médico me dijo que era muy grave. Me dijeron que había un aneurisma. Me quedé en estado de shock. Tardaron seis horas en operarme, se lo oculté a mi madre”.

 

Durante varios meses, el de Badalona permaneció alejado del foco mediático e incluso se vio obligado a cancelar su gira. Por suerte, todo quedó en un susto y pudo retomar su rutina con un sinfín de proyectos que tenía entre manos.