Elena Tablada ha abierto la caja de pandora. Dos años después de separarse de Javier Ungría y tras enrolarse en una larga batalla en los tribunales contra él, ha revelado un dato bomba. Uno que promete hacer ruido. Según la diseñadora el empresario tenía cierta animadversión a su hija mayor, Ella, quien nació fruto de su relación con David Bisbal en el año 2010. "Un día él me dijo 'nunca más voy a hacer un viaje con Ella, le he cogido manía. Hay cosas que hace que no aguanto y hay cosas que no hace que no aguanto también'". Esto dinamitó su matrimonio.
La hispanocubana prefirió llevar en su día la mala relación que existía entre ellos en secreto. De hecho, ni siquiera se lo contó al padre de su hija. "David no lo sabía. Yo cuando decidí separarme le dije: "Oye mira, la relación entre Javier y Ella no está fluyendo como a mí me gustaría". Pero, ¿cuál es la versión de Javier Ungría sobre su supuesta manía hacia Ella?
Javier Ungría, muy cabreado con las palabras de Elena Tablada
Cansado de que Elena Tablada hable de él y le deje en mal lugar, Javier reaccionaba en sus redes sociales. Y, aunque no daba explicaciones, hay imágenes y gestos que hablan por sí solos. Y si no, juzguen ustedes mismos. Tras salir las incendiarias declaraciones de Elena Tablada, Ungría publicaba una instantánea con la que evidenciaba su cabreo. Junto a un amigo, posaba de una manera muy particular. Uno de ellos hacía un corte de manga, gesto universal con el que se ha entendido como un desafío a la madre de su hija Camila.
Javier, por su parte, señalaba su oído, pidiendo así a quien estaba viendo la imagen que escuchara lo que estaba a punto de sonar. No quiere enterrar el hacha de guerra, mucho menos quedarse callado.
No se quedaba ahí. Iba un paso más allá. Publicaba su storie en su cuenta de Instagram con una canción, que interpreta David Bisbal junto a Raphael. En concreto, la que dice "escándalo, esto es un escándalo". Un puñetazo sobre la mesa que ha querido hacer público y que, quién sabe, si continuará en los juzgados, donde Elena Tablada y Javier Ungría ya se han enfrentado.
Y, aunque no menciona a su ex, nadie ha dudado que esta imagen va dirigida a ella, con quien no ha sabido entenderse tras su ruptura. Todo lo contrario. Ambos se enfrascaron en una batalla judicial, la cual terminó del siguiente modo: él debía pagar una pensión de manutención por su hija y la custodia sería para su ex.
A quien sí ha querido incluir en su última publicación es a David Bisbal, expareja de Elena Tablada, aunque de forma velada. El artista volvía a copar titulares por una polémica inesperada. Y es que Tablada concedía una entrevista en 'Me quedo conmigo', un programa de Mediaset en el que contó cómo de difícil fue para ella gestionar la mala relación que existía entre su hija Ella y Ungría. Dato que él desconoció hasta que Elena tomó la decisión de separarse y romper con Javier, con el que se casó en el año 2018.
Elena Tablada luchó por salvar su matrimonio con Javier Ungría: "Si no quieres no se puede"
"Seguía intentándolo y tragando, no me cabía en la cabeza. Intenté juntarles yendo a terapia, mil cosas... Pero al final, si no quieres no se puede. Y fue lo mejor que me pasó. Si tú le dices eso a una madre de su hija, teniendo un hijo ya, es que no estás empatizando ni con la paternidad ni con la maternidad, ni nada. Es una bestialidad decirle eso a una persona. Todo era perfecto hasta que nos casamos, ahí empezó a asomar la patita y ya cuando nació Camila ya salió todo", asegura Tablada.
Elena Tablada y Javier Ungría, enemistados dos años después de su separación
La extinta pareja se conoció en el año 2016. Entonces nadie imaginó cómo acabaría su matrimonio, mucho menos que acabarían lanzándose un cruce de acusaciones en los platós. Tampoco en los tribunales, donde Elena Tablada presentó una demanda para pedir la custodia de su hija. Su objetivo era que sus hijas crecieran juntas y a mediados de julio de 2024, un deseo cumplido para la diseñadora.
Según se dijo, de cada catorce días, Javier Ungría disfrutaría de su hija en torno a seis días y su expareja unos nueve. Eso sí, la patria potestad seguirá dependiendo de los dos, lo que quiere decir que las decisiones importantes sobre su pequeña las seguirán tomando ambos.